Opinión |
NEWSLETTER
Albert Sáez

Albert Sáez

Director de EL PERIÓDICO

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El modelo de Agbar

Ángel Simón, conseller delegat de Criteria. | J. J. GUILLÉN / EFE

Ángel Simón, conseller delegat de Criteria. | J. J. GUILLÉN / EFE

La salida de Ángel Simón de la presidencia de Aigües de Barcelona, no por esperable tras su incorporación a Criteria, deja de ser relevante. Simón ha encarnado un modelo de gestión de una compañía privada concesionaria de un servicio público esencial, en este caso, el suministro y la potabilización del agua en el área metropolitana de Barcelona. Ese modelo tiene detrás un gran equipo y es igualmente mérito de sus accionistas y de sus reguladores. Hay que estar muy atentos, pues, a que estos movimientos no cambien el modelo de empresa. Los sindicatos ya han avisado de que el accionista principal de la compañía, Veolia, ha cuestionado algunas inversiones, aunque la carta remitida por el vicepresidente de Aïgues y de la AMB, Antonio Balmón ha hecho cambiar ese discurso, al menos formalmente. Aïgues es la joya de la corona de Agbar que opera en otras ciudades. La potencia de una concesión como la de Barcelona alimenta unas inversiones en tecnología que resultan más eficientes con lo cual se mejora el servicio a los abonados, se aseguran unos dividendos a los accionistas acordes con la inversión desembolsada y se hacen eficaces las inversiones públicas. No es un modelo perfecto, pero funciona y si alguien lo quiere cambiar debe justificarlo mucho. Pretender equiparar sus rentabilidades con las de una contrata sin valor añadido, como la basura, es no entender el valor de Agbar para su accionista. Segregar la concesión de Barcelona y volver al modelo antiguo de una empresa únicamente barcelonesa también es un mal negocio.

Que Catalunya no tenga gobierno no puede significar que el primero que pasa diluye un banco o descapitaliza a una de sus principales empresas suministradoras. La AMB hace bien en exigir a los actuales accionistas mientras que Criteria debe encontrar la manera de seguir siendo garante del modelo como accionista igual que hizo en tiempos de Suez como socio. En Agbar no puede pasar lo que está pasando en el Barça ni lo que podría pasar en el Sabadell. 

Suscríbete para seguir leyendo