Perfil

Maika Monroe en 'Longlegs': la consagración definitiva de una reina del terror

La protagonista de 'It Follows' se convierte con 'Longlegs', la inquietante película de Osgood Perkins, en la actriz del momento

'Longlegs', la película más aterradora del año: asesinatos, verdades incómodas y un perturbador Nicolas Cage

Maika Monroe, en un fotograma de ‘Longlegs’.  A la dreta, el director del film, Oz Perkins.

Maika Monroe, en un fotograma de ‘Longlegs’. A la dreta, el director del film, Oz Perkins.

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Maika Monroe (Santa Bárbara, California, 1993) es la estrella de 'Longlegs' (2024), la película de terror de moda. En ella comparte protagonismo con Nicolas Cage, un actor que no suele compartir protagonismo con nadie porque su presencia es tan arrolladora que arrasa con todo. En uno de los avances de la película de Osgood Perkins (la película con la campaña de promoción más atractiva en años) vemos o, mejor dicho, escuchamos cómo se le aceleraron las pulsaciones a Monroe la primera vez que vio a Cage caracterizado de su personaje en 'Longlegs'.

Según las cartelas del clip, "la frecuencia cardíaca en reposo de Maika es de 76 pulsaciones por minuto. En esta escena alcanzó las 170 pulsaciones por minuto". En ese vídeo, un rectángulo negro cubre el rostro de Cage para no hacer 'spoiler', pero sí vemos la cara de Monroe cuando se le acelera el corazón. El objetivo del clip debía ser potenciar el misterio y el mal rollo en torno al personaje de Cage, el monstruo de la historia. Sin embargo, lo más fascinante –y lo que más miedo da– son los pocos segundos en los que vemos cómo se le descompone el rostro a Monroe, cómo el horror le cambia el gesto. Ese avance promocional refuerza lo que sabíamos: que la protagonista de 'Longlegs' tiene la mezcla de magnetismo y misterio de las grandes actrices de cine de terror.

Monroe, que no tenía el sueño infantil de ser actriz, explica en las entrevistas que se enamoró del proceso de hacer películas mientras hacía de extra, de forma circunstancial, en una "película terrible de terror". Tenía 13 años y decidió buscarse a un agente. No ha parado de trabajar desde entonces. No sólo ha hecho terror. Un repaso rápido a sus quince años de carrera supone descubrir cosas curiosas, como que tenía una pequeña aparición en 'The Bling Ring' (2013) de Sofia Coppola o que vivió romances en la ficción con Timothée Chalamet ('Hot Summer Nights') y Jeremy Allen White ('After Everything') antes de que les arrollara el éxito. Sin embargo, es evidente su atracción por el fantástico y el terror, sobre todo por el terror, género del que con pocas (pero señaladas) películas se ha convertido en una figura clave.

Difícil de etiquetar

Hemos visto a Monroe, por ejemplo, en 'The Guest' (2014), el adictivo (y muy sexy) 'thriller' de neón de Adam Wingard; en 'Watcher' (2022), curiosa interpretación de 'La ventana indiscreta' (1954) a cargo de la directora Chloe Okuno; o en el corto de Kate Trefry 'How to Be Alone' (2019), donde está estupenda. Resumiéndolo mucho, las razones de su consagración como musa del terror podrían ser éstas: es una intérprete magnífica, tiene la energía, la presencia y el carisma de las grandes actrices del cine de terror, ha elegido bien sus proyectos y, antes de brillar en 'Longlegs', el filme de su consagración definitiva, había protagonizado una de las mejores películas de terror del siglo XXI: 'It Follows' (2014), de David Robert Mitchell.

Hay buenas interpretaciones en su filmografía, pero a día de hoy (y a la espera de que llegue They Follow, la secuela de 'It Follows'), las películas que la sitúan entre las nuevas divas del horror son la de Mitchell, una de las propuestas más originales, brillantes e influyentes del cine de este siglo, y 'Longlegs'. Aun es pronto para saber cómo tratará el tiempo la película de Perkins, pero el ruido (y el dinero) que ha hecho en Estados Unidos y su innegable potencia hacen augurar que su huella no será efímera. 

Los personajes de Monroe en 'It Follows' y 'Longlegs' son muy distintos, pero tienen algunas conexiones. Ninguno de los dos admite con facilidad las etiquetas habituales. Si esas chicas son scream queens y final girls lo son de una forma atípica, extraña, escurridi-za. Y ambas tienen un misterio muy particular. Quizá sea esa cosa misteriosa, esa tendencia al rictus inesperado e indescifrable, lo que hace tan fascinante a Monroe. O quizá sea esa presencia en la que pueden leerse rasgos de otras musas del terror: la aparente fragilidad de Margot Kidder, el misterio felino de Sissy Spacek o la mirada perdida de Mia Farrow. Éste es el año de las actrices de terror. Sydney Sweeney está increíble en 'Immaculate', Nell Tiger Free, en 'La primera profecía' y Lupita Nyong’o, en 'Un lugar tranquilo: Día 1'. Ninguna duda de que también estarán sensacionales Cailee Spaeny en 'Alien: Romulus', Mia Goth en 'MaXXXine', Lily-Rose Depp en 'Nosferatu' y Demi Moore y Margaret Qualley en 'La sustancia', películas que llegaran los próximos meses. Y Maika Monre está extraordinaria en 'Longlegs'. Ojalá se rompa la tradición y todas se cuelen en la próxima temporada de premios.

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