Estreno en Filmin

Así es 'Sasquatch Sunset', la película más inclasificable del 2024, un año en la vida de los míticos Bigfoot

Un Bigfoot, criatura primitiva entre el simio y el ser humano, en 'Sasquatch Sunset'

Un Bigfoot, criatura primitiva entre el simio y el ser humano, en 'Sasquatch Sunset' / 'Sasquatch Sunset'

Nando Salvà

Nando Salvà

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Una familia se abre camino a través de un bosque y, un rato después, se detienen para acampar; luego comen algo, se echan a dormir y, al despertar horas después, inician otra vez la misma rutina. Pese a lo que la escueta descripción sugiere, no son una prole de excursionistas en plena escapada de fin de semana, sino un cuarteto de criaturas homínidas peludas conocidas por el ser humano como Sasquatch -una muy joven y tres adultas, dos machos y una hembra-, que pasan su existencia cotidiana interactuando con flora y fauna a veces peligrosa, defecando, fornicando, masticando, orinando y lactando.

Y, a base de contemplar con curiosidad las dinámicas que los miembros de ese grupo establecen los unos con los otros mientras llevan a cabo esas y otras actividades, ‘Sasquatch Sunset’ se ha confirmado como una de las películas más inclasificables del año a medida que se convertía una y otra vez en centro de atención a su paso por festivales como los de Sundance o Berlín.

"La mayoría de ficciones que hablan de ese tipo de seres lo hacen desde el punto de vista del hombre, y nosotros queríamos retratarlos adoptando su propia perspectiva", asegura David Zellner, codirector de la película junto a Nathan Zellner, su hermano y pareja creativa habitual. “Queríamos que el espectador se identificara completamente con ellos, y por eso hemos prescindido por completo de voces ‘en off’ o subtítulos”. Rodada a la manera de un documental sobre el mundo natural, y aun así trufada tanto de generosas dosis de ‘slapstick’ como de toques de drama existencial, acaba de estrenarse en Filmin.

Un grupo de Bigfoot en 'Sasquatch Sunset'

Un grupo de Bigfoot en 'Sasquatch Sunset' / 'Sasquatch Sunset'

El Sasquatch, también conocido como Bigfoot o Pie Grande, es una criatura primitiva situada entre el ser simio y el ser humano en la escala evolutiva y supuestamente avistada en regiones remotas de América del Norte aunque, igual que otras especies similares como el Yeti nepalí o el Yowie australiano, lo más probable es que exista exclusivamente en el territorio de la fantasía y el folclore. "Mucho antes de que diferentes partes del mundo pudieran comunicarse entre sí, cada una de ellas tenía ya su propia variante de esta bestia mítica", comenta Nathan Zellner. "Y es interesante preguntarse por qué ese mito es tan universal".

En busca de una respuesta, ‘Sasquatch Sunset’ acompaña a sus cuatro protagonistas a lo largo de un año. Aunque a primera vista su vida parece idílica, no tarda en quedar claro que está envuelta de peligros y angustias, especialmente a medida que se acumulan a su alrededor signos de la imponente presencia del hombre; porque tal vez sean los últimos ejemplares de su especie, y porque un paso en falso bastaría para acabar con cualquiera de ellos.

Actores irreconocibles

Entre los encargados de darles vida destacan actores de la talla de Jesse Eisenberg -'La red social' (2010)- y Riley Keough - ‘Todos quieren a Daisy Jones’ (2023)- además de uno de los codirectores, Nathan; todos ellos aparecen en pantalla irreconocibles bajo disfraces y prótesis, y sirviéndose únicamente de gruñidos, gestos y miradas para transmitir empatía, ira, lujuria, desconcierto, tristeza o náuseas. Pese a las limitaciones comunicativas de sus personajes, la película funciona a modo de examen de los lazos familiares, meditación sobre los fundamentos de una sociedad y alegato medioambientalista. “Nos gustó la idea de tomar una premisa que sobre el papel no es más que una ocurrencia, o un chiste, y dotarla de tanta humanidad, profundidad y trascendencia como nos fuera posible”, explica David Zellner. 

Los dos hermanos se dieron a conocer como directores gracias a su tercer largometraje como directores, ‘Kumiko, the Tresure Hunter’ (2014), sobre una joven de Tokio que cree encontrar en una vieja copia en VHS de ‘Fargo’ (1996) la clave para escapar de su monótona vida, y confirmaron su proclividad al humor excéntrico a través del western ‘Damsel’ (2018), protagonizado por Robert Pattinson y Mia Wasikowska. Antes de ambos, en cualquier caso, ya habían dejado claro su interés en los primates legendarios a quienes han dedicado su nuevo trabajo. Su cortometraje ‘Frontier’ (2001), sobre un grupo de exploradores que intentan conquistar una tierra fantástica, incluía una breve aparición de un Bigfoot; y diez años después dirigieron ‘Sasquatch Birth Journal 2’, película de cuatro minutos que observaba a una de esas criaturas dando a luz sobre la rama de un árbol. "Es verdad, siempre nos han obsesionado, de una forma no del todo explicable”, confiesa David Zellner. “Posiblemente, sea porque en muchos aspectos son casi idénticos a nosotros pero al mismo tiempo tienen comportamientos bestiales, por lo que contemplarlos nos recuerda lo cerca que el ser humano está de la animalidad”.