Cambios en la institución pública

Pablo La Parra coge el timón de una Filmoteca en permanente reinvención: "El cine siempre está en transición"

Pablo La Parra, director de la Filmoteca de Catalunya desde el pasado 1 de julio, explica a EL PERIÓDICO DE CATALUNYA las líneas maestras de su programa

Los secretos del fenómeno 'Casa en flames', el nuevo 'sleeper' de cine catalán

El nuevo director de la Filmoteca, Pablo La Parra Pérez, a finales de julio en Barcelona

El nuevo director de la Filmoteca, Pablo La Parra Pérez, a finales de julio en Barcelona / JORDI OTIX

Quim Casas

Quim Casas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Pablo La Parra es desde el pasado 1 de julio el director de la Filmoteca de Catalunya. Tras años de actividad en la Elías Querejeta Zine Eskola y en la investigación y accesibilidad del archivo del festival de San Sebastián, recala en Barcelona con las ideas bien claras sobre los rumbos que deben tomar las filmotecas en un paisaje tan cambiante como el cinematográfico.

La Parra presenta su proyecto como ‘Filmoteca en transición’. “Lo que quería subrayar con este término”, nos comenta, “es que el cine siempre está en transición, su única constante a lo largo de la historia es el cambio. En este sentido, la Filmoteca debe de estar reinventándose constantemente porque su materia de trabajo, que es la cultura cinematográfica, siempre está en mutación”.

Es importante el grado de complicidad que se establezcan con otras cinematecas, ya que en los últimos años son organismos vivos que inciden tanto en el legado como en el presente del cine. “Aunque quizá desde fuera pueda verse como un mundo inmovilista, el de las filmotecas está lleno de debates muy vivos”, subraya. “La digitalización es la gran cuestión que ha obligado a las filmotecas a adaptarse de manera muy rápida a un escenario cambiante”. 

El nuevo director de la Filmoteca, Pablo La Parra Pérez, a finales de julio en Barcelona

El nuevo director de la Filmoteca, Pablo La Parra Pérez, a finales de julio en Barcelona / JORDI OTIX

La tradición normalizada de colaboraciones con otras cinematecas es evidente en la de Catalunya, y la intención del nuevo director es “no solo consolidar las colaboraciones existentes, sino multiplicarlas a nivel estatal e internacional”. La Parra pone como ejemplo de esta diversidad Arsenal, el Instituto de Cine y Videoarte de Berlín, “una filmoteca muy heterodoxa”, modelos más flexibles a nivel de programación y de apertura de sus colecciones de archivo.

Ejes básicos

Los ejes básicos de la Filmoteca catalana son claros: digitalización, patrimonio, preservación y difusión. Para La Parra, “una filmoteca es una institución muy compleja y poliédrica. Esto quiere decir que hay una parte con menos visibilidad pública, que es lo que hacemos en nuestros laboratorios de Terrassa, hasta la proyección masiva con 350 personas en la sala de una película de Agnès Varda”. En medio hay una serie de procesos de documentación, catalogación, repaso de copias, que articulan toda esta cuestión. “El objetivo principal de mi proyecto es multiplicar la coordinación y colaboración entre las distintas áreas de la Filmoteca”. La Parra imagina un centro del futuro muy abierto y con una gran porosidad entre todas sus actividades.

 También es esencial la sostenibilidad, algo que hasta hace poco no se contemplaba, pero que ahora los festivales y filmotecas empiezan a tener en cuenta. Para La Parra “es un punto muy importante. Nosotros hacemos un trabajo que, por sus características, tiene un consumo energético y una huella de carbono muy fuerte, no solo porque debemos mantener en unas condiciones precisas de humedad y temperatura específicas los materiales que preservamos, lo que significa unos consumos grandes, sino porque la preservación digital tiene un impacto medioambiental muy fuerte”.

 La semana pasada se presentó un informe del ICEC con un cálculo de la incidencia ecológica de los servicios, y los datos son muy elocuentes: “El 2CR, nuestro centro de preservación de Terrassa, es responsable del 41% de las emisiones totales de toda la actividad del ICEC. En los próximos años hemos de incorporar, con absoluta naturalidad, el aspecto de la sostenibilidad. En la sede del Raval se instalarán en pocos días placas solares”.

Ley pendiente

Debido a la situación política catalana, tras las elecciones anticipadas del pasado mayo, ha quedado pendiente la aprobación de la Ley de la Filmoteca. “No ha podido aprobarse por unas circunstancias que tienen que ver con el escenario político, pero creo que tiene gran solidez argumental y consenso. Tenemos la esperanza de que el próximo gobierno será sensible a esta demanda”. Con la aprobación de esta ley, la Filmoteca pasaría a dejar de depender del ICEC y a ser un equipamiento nacional con personalidad jurídica. Significa también reconocer el cine como un eje cultural con pleno derecho del país, como hay un Teatro Nacional o una Biblioteca Nacional. “Normalizar lo que es normal”, en palabras de La Parra.

 La programación obedecerá a procesos internos colectivos, muy trabajados con el equipo y de manera más reactiva, “no solo porque vivimos en un presente vertiginoso, sino porque el ámbito de la preservación cinematográfica ha cambiado mucho y se hacen constantes restauraciones, hay un boom de festivales especializados en lo que se denomina cine de patrimonio”. Su idea es reivindicar que en la Filmoteca caben muchas pantallas, diseñar una programación pública de cine abierta a todo el mundo.

 En este sentido será importante un nuevo programa de residencias, “una rotación de perfiles”, en definición de La Parra, que incide en programación o preservación: “Cuando tú incorporas temporalmente una persona de fuera, que viene con otras herramientas y experiencias, contribuyes a perfeccionar y aprender de estos procesos”.