Éxito veraniego

Los secretos del fenómeno 'Casa en flames', el nuevo 'sleeper' de cine catalán

La película de Dani de la Orden lleva recaudados a día de hoy un millón de euros y responde al interés de un amplio espectro de público en la época veraniega

El reparto de 'Casa en flames', capitaneado por la gran Emma Vilarasau.

El reparto de 'Casa en flames', capitaneado por la gran Emma Vilarasau. / EPC

Quim Casas

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Los caminos de la exhibición cinematográfica son inescrutables. Es difícil saber, no en todos, pero si en la mayoría de los casos, las razones por las que una película se convierte en un éxito considerable, o en un éxito contra pronóstico. Pasa con los filmes pequeños e independientes, pero también con los de gran producción y los ‘blockbuster’: nadie podía imaginar el verano pasado la cantidad de espectadores que acudirían a las salas de todo el mundo donde se proyectaba ‘Barbie’, un fenómeno que superó con creces las expectativas de sus propios creadores.

‘Casa en flames’ es una de estas sorpresas, a una escala distinta, por supuesto. ¿Por qué la última película de Dani de la Orden es un éxito comercial cuando varias de sus anteriores propuestas, tipo ‘Barcelona, nit d’estiu’ (2013) y ‘Barcelona, nit d’hivern’ (2015), funcionaban en idéntica línea a la de esta? El director barcelonés ha perseguido los éxitos veraniegos –tiene otro filme titulado ‘El mejor verano de mi vida’ (2018)–, pero con ‘Casa en flames’ se han dado una serie de circunstancias que la han catapultado a lo más alto de la taquilla.

Los números son fríos pero determinantes. Estrenada el 28 de junio, ya en verano, pero aún a las puertas de lo que se entiende generalmente como temporada cinematográfica veraniega, lleva recaudados a día de hoy un millón de euros y supera los 150.000 espectadores. No es solo la cantidad de dinero ganado, sino que se ha distribuido con solo 80 copias y ha conseguido una media por sala de 1.400 euros, algo ciertamente difícil para cintas de estas características. En este contexto, solo la supera la última entrega de ‘Padre no hay más que uno’ de Santiago Segura, pero esta es otra historia: en sus primeros cinco días en cartel había recaudado tres millones. ‘Casa en flames’ es la segunda película en catalán más vista desde 2014 después de ‘Alcarràs’.

Dani de la Orden y Emma Vilarasau en el coloquio de la película 'Casa en flames' en el cine Mooby Bosque

Dani de la Orden y Emma Vilarasau en el coloquio de la película 'Casa en flames' en el cine Mooby Bosque / Marc Asensio Clupes / EPC

Hay otros datos reveladores. Algunos filmes pujan fuerte el primer fin de semana de estreno y se desinflan a partir del siguiente. ‘Casa en flames’ perdió solamente un 8% de taquilla el segundo fin de semana, y teniendo en cuenta además que habían disminuido considerablemente las copias en exhibición, 30 menos. Por otro lado, aquellos títulos que llenan las salas viernes, sábado y domingo por la tarde fallan durante el resto de la semana, mientras que el filme de De la Orden ha mantenido un buen ritmo de espectadores de lunes a jueves. 

Poca sombra

 También debe tenerse en cuenta que el 28 de junio no hubo grandísimos estrenos que pudieran hacerle mucha sombra, ya que ni ‘Horizon Capítulo 1’, el wéstern de Kevin Costner que ha sido un fracaso en todo el mundo, ni ‘Un lugar tranquilo: Día 1’ –con recaudaciones similares a la del filme catalán–, ni ‘Kind of kindness’ –otro pequeño fracaso dado su coste– despertaron un interés masivo. La sensación en este momento es que ‘Casa en flames’ puede llegar a recaudar sin problemas 1’5 millones de euros.

Todo debe comenzar con un buen diseño publicitario, despertar el interés de los espectadores pero sin crear falsas expectativas, porque luego la decepción es mayor. La película de De la Orden llegó a las salas el pasado junio sin ser precisamente un ‘hype’, pero arropada con una meditada campaña de promoción que destacaba sus virtudes para esta época del año.

Un buen cartel

 El cartel publicitario también ayuda. ¿Qué mejor imagen para abrir boca que la de una familia reunida a una mesa en una terraza veraniega con el mar de fondo? Los filmes de verano tienen su público, sean comedias o dramas, y ahí ya tenía ganada la película una pequeña batalla. Pero la imagen de esta familia no es idílica. 

En la parte superior del póster se les ve a todos discutiendo mientras los artilugios sobre la mesa se están quemando. En la parte inferior vemos solo a la madre en idéntico encuadre, con los mismos objetos llameantes, sola, con gafas de sol y una copa de vino tinto en la mano. En la imagen superior ella no está. La imagen es estival, luminosa, pero traduce una escisión. Y no hay modalidad genérica que más atraiga al público –además de, por supuesto, los superhéroes, los filmes de terror y todo tipo de sagas y franquicias, ‘Barbie’ al margen– que la de los relatos cinematográficos en los que los miembros de una familia se reúnen para acabar tirándose los platos a la cabeza.

Dani de la Orden y Emma Vilarasau después del coloquio de la película 'Casa en flames' en el cine Mooby Bosque

Dani de la Orden y Emma Vilarasau después del coloquio de la película 'Casa en flames' en el cine Mooby Bosque / Marc Asensio Clupes

Transparente y bien acompañado

 De la Orden no engaña a nadie. Su cine es transparente, basado en textos más o menos sólidos, bien dialogados e interpretados. En este tipo de pequeñas producciones, el reparto es esencial. ‘Casa en flames’ reúne a un colectivo de intérpretes que tienen tirón por diferentes razones y entre públicos diversos. 

Está Emma Vilarasau, la gran dama del teatro y la televisión catalana, una suerte de icono que aquí representa la matriarca de la familia, la madre de todas las madres. Enric Auquer y María Rodríguez Soto, sus hijos en la ficción, son dos de los intérpretes de las últimas generaciones con más tirón y mayor abundancia de trabajos en distintos medios. Se les une otro valor seguro, Clara Segura, valga la redundancia, en el incómodo papel de siquiatra y amante del padre; Macarena García, otra actriz joven con filmografía muy de culto –‘Blancanieves’ y sus colaboraciones con Los Javis en ‘Paquita Salas’, ‘La llamada’ y ‘La Mesías’–, y Alberto San Juan, uno de esos actores no especialmente populares pero que cae bien, adaptado al rodaje en el último momento por impedimento del actor inicialmente previsto.

Modelo ESCAC

De la Orden representa un modelo cinematográfico, o mejor dicho, uno de los modelos cinematográficos de la escuela ESCAC. Formado allí, ha perseguido siempre un cine de apariencia sencilla y de indisimulada voluntad comercial. Con ‘Casa en flames’ ha encontrado por fin su ‘sleeper’ particular en el contexto del cine español. Nada mejor que seguir alimentado el éxito, quizá no tan inesperado teniendo en cuenta todos los elementos (reparto, disputas familiares, secretos y mentiras, ambientación en una casa en Cadaqués) que el contacto directo con los espectadores, algo que funciona de maravilla en los festivales. La cercanía de los responsables de una película de la que todo el mundo empieza a hablar -como en los varios coloquios que han hecho esta semana- es otro valor que suma, así que parece no haber duda de que este será el verano familiar, llameante y catártico de ‘Casa en flames’.

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