Attaoui, a la final olímpica de 800 metros por tiempos

Con mucho sufrimiento y gracias a unos metros finales en los que supo sufrir como si le fuese la vida en ello, Mohamed Attaoui acaba de clasificarse para la final de 800 metros gracias a una cuarta plaza que ha traído ese premio añadido en la serie semifinal más rápida (con diferencia) de las tres.

El atleta afincado desde su corta infancia en tierras cántabras e integrado en la estructura de On Running tenía ante sí la difícil misión de terminar entre los dos primeros de su serie o estar entre los dos mejores tiempos de los no clasificados, un objetivo que se le escapó por poco en los pasados Mundiales de Budapest.

El subcampeón europeo de 800 metros recibió buenas noticias en la primera serie, ya que pese al cambio del italiano Tecuceanu en torno a los 250 metros y al posterior del sueco Kramer, no fue una carrera rápida. Ganó con aplastante facilidad y 1:45.08 el argelino Djamel Sedjati (uno de los favoritos), seguido por el botswano Masalela (1:45.33) y los dos tiempos de corte eran el 1:45.38 del transalpino de origen rumano y el 1:45.57 del británico Pattison.

En la segunda, el sudafricano Edmund du Pless decidió quemar sus cartas desde el inicio, aunque los 52.51 en el 400 tampoco apuntaban a un 'sub 1:45' del tercero, lo que permitiría a Attaoui disputar la primera final al aire libre en una gran competición a nivel global si estaba entre los cuatro primeros de su serie y rebajaba esa barrera de los 105 segundos.

La recta fue espectacular. Du Plessis se iba hundiendo mientras el campeón mundial Marco Arop escalaba a la primera posición con la misma facilidad con la que ustedes se dan un paseo para comprar el pan (por desgracia cada vez menos se llevan también el periódico). El canadiense ganó con 1:45.05, seguido por el galo Tual en pleno éxtasis en St. Denis (1:45.16) y los tiempos de corte eran ya el 1:45.29 del keniano Kinyamal y el 1:45.34 del sudafricano.

Los atletas eran conscientes de que habría cuatro clasificados para la final si corrían y se pusieron manos a la obra con un paso por el 400 en 50.92 al más puro estilo de la Diamond League, esa competición que sigue prostituyendo World Athletics con una profusión de reuniones que nadie entiende y que hasta cuesta seguir.

Attaoui, a la final olímpica de 800 metros por tiempos

Volviendo al Stade de France, quizá a Attaoui le sorprendió ese cariz que tomó la prueba y fue siempre entre la quinta o la sexta plazas hasta que por fin se metió en carrera al paso por el 600. El atleta nacido en Beni Melal se vio quinto a 50 metros de la meta y decidió que no había venido a París con su reciente 1:42.04 para irse ya a Cantabria.

En una muestra de madurez y de garra extraordinarias, Mohamed Attaouoi se abrió, apretó los dientes casi hasta hacerse sangre y superó al belga Crestan en un movimiento que le valió la final. Ganó el keniano Wanyonyi (1:43.32), seguido por el estadounidense Hoppel (1:43.41), por el británico Burgin (1:43.41) y por el español (1:43.69). Ahora, a descansar y... ¿por qué no a soñar?