Elecciones EEUU 2024

Kamala Harris, en su primera entrevista como candidata: “Mis valores no han cambiado”

La vicepresidenta demócrata defiende en CNN la evolución de sus posturas y el récord de Biden, ataca a Trump y promete integrar a un republicano en su gabinete

Kamala Harris defiende sus cambios de opinión en políticas importantes

Kamala Harris defiende sus cambios de opinión en políticas importantes / CNN / VÍDEO: EUROPA PRESS

Idoya Noain

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La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata a las elecciones del 5 de noviembre, Kamala Harris, ha aprovechado la primera gran entrevista que ha concedido desde que cogió el testigo de Joe Biden para la nominación para defenderse ante las críticas, especialmente de los republicanos, que la atacan como una veleta por haber cambiado de posiciones políticas en cuestiones como el 'fracking', la inmigración o la reforma de la sanidad pública. “El aspecto más importante y significativo de mi perspectiva política y mis decisiones es que mis valores no han cambiado”, ha dicho.

Esa defensa, que ha realizado con contundencia particular en cuestiones de cambio climático o de frontera, ha sido uno de los elementos políticos centrales de esa entrevista, concedida a CNN junto al candidato a vicepresidente, Tim Walz y en la que ambos se han sometido a las preguntas de Dana Bash, la principal corresponsal política de la cadena.

Han sido 27 minutos de interrogantes y respuestas (49 con introducciones, comentarios y anuncios) que no han dejado grandes revelaciones o propuestas específicas por parte de Harris, que ha subrayado que "ayudar a la clase media" será una de sus prioridades si llega al Despacho Oval y ha defendido las políticas económicas de Biden a la vez que ha renovado su promesa-eslogan de ofrecer "un nuevo camino hacia delante". Las sensaciones de los estadounidenses ante la situación económica, y un acentuado descontento con el alza de los precios y la escasez de vivienda accesible, son uno de los mayores retos que enfrenta la candidatura demócrata.

Harris tampoco se ha distanciado de Biden respecto a un tema central de la política exterior: el apoyo a Israel mientras libra la guerra en Gaza. Como ya hizo en la convención, ha dicho que no habrá un cambio de política y ha rechazado dar un paso como restringir el envío de armas si llega a la presidencia, pero también ha destacado, como en Chicago, el sufrimiento de los civiles palestinos.

Prueba superada

Pese a la vaguedad, Harris puede considerar la cita en cierta manera un triunfo. Dado que desde la renuncia de Biden el 21 de julio no había dado ninguna entrevista en profundidad y tampoco ha ofrecido niguna rueda de prensa, se había intensificado la presión y la expectación ante esta aparición en CNN. Era un examen y reto para Harris antes de su debate, el 10 de septiembre, con Trump que rompía los momentos muy preparados y controlados que han marcado su vertiginosa carrera como candidata, que culminaron con su coronación en la convención en Chicago, un evento donde todo está medido y calculado.

Es difícil pensar que nada de lo que ha dicho Harris este jueves vaya a ser un elemento que mueva a votantes indecisos, pero su desempeño solvente tampoco le habrá hecho daño. Y Donald Trump, el expresidente y candidato republicano al que Harris se mide en noviembre, ha reaccionado en su red social, Truth Social, con una sola palabra: "¡aburrido!", pero bien podría ser que precisamente eso, una actuación sin sobresaltos, es lo que buscaban Harris y su campaña.

Un republicano en el gabinete

La candidata ha prometido que si llega a la Casa Blanca incluirá a un republicano en su gabinete, aunque no ha dado un nombre concreto. "No voy a adelantarme pero creo que es realmente importante", ha dicho sobre esa decisión. "He pasado mi carrera invitando la diversidad de opinioones. Creo que cuando se toman algunas de las decisiones más importantes es importante tener gente en la mesa que tiene puntos de vista y experiencias diferentes, y creo que beneficiará al pueblo estadounidense", ha señalado.

Lo que no ha querido hacer es entrar a contestar a uno de los muchos ataques que le ha lanzado Trump, que le señaló por, supuestamente, haber alterado con el tiempo su identidad racial, subrayando su raza negra (su padre es de Jamaica) cuando en el pasado, según el republicano, destacaba las raíces indias por parte de su madre. "El mismo viejo disco rayado. Siguiente pregunta", ha cortado. Luego, hablando de la icónica foto de una de sus sobrinas viendo su discurso en la convención, ha dicho: "Creo que soy la mejor persona para este trabajo en este momento para todos los estadounidenses, sin que importe la raza o el género". 

Harris ha lanzado en sus respuestas varios ataques tanto a las políticas como al carácter de Trump y le ha acusado de haber creado una "era" de división. Y ha defendido apasionadamente a Biden, igual que hizo tras la desastrosa actuación del presidente en el debate del 27 de junio frente a Trump, algo que ha dicho "no lamentar".

Walz se defiende

Aunque Harris ha sido la principal protagonista de la entrevista Walz también ha jugado un papel. Y una parte importante ha sido tratar de clarificar comentarios que hizo sobre su servicio en la guardia nacional o sobre el tratamiento de fertilidad con que nacieron sus dos hijos que tuvo que clarificar después y que los republicanos han usado para atacarle por mentir.

"Asumo mis errores cuando los cometo", ha dicho el gobernador de Minnesota, aunque también ha dicho: "no me disculparé por hablar apasionadamente cuando se trata de armas o derechos reproductivos".

Un momento esperado

Hasta ahora Kamala Harris había contestado a algunas preguntas sueltas de los periodistas que siguen su campaña. Había hablado con algunos de los creadores de contenido e influencers invitados por los demócratas a la convención de Chicago. Y su falta de entrevistas y ruedas de prensa había provocado críticas, especialmente afiladas de Donald Trump y los republicanos, que además le han acusado directa o indirectamente de cobardía por no comparacer en solitario sino con Walz

Elise Stefanik, la republicana de más alto rango en la Cámara de Representantes, por ejemplo, había tildado de “absolutamente inaceptable” que Harris realizara la entrevista de forma conjunta con el gobernador de Minnesota y había llegado ha decir que es “ofensivo para todas las mujeres”.

En respuesta, los demócratas habían desempolvado la larga lista de entrevistas televisadas de candidatos presidenciales junto a sus números dos, una tradición que han seguido también republicanos, incluyendo el propio Trump con Mike Pence y, este año, con J.D. Vance

Una prueba

El desempeño de Harris ante la prensa nunca ha sido particularmente destacable y quedó especialmente tocado en 2021, menos de medio año después de llegar a la vicepresidencia, cuando tuvo una pobre actuación en una entrevista en NBC concedida en Guatemala cuando Lester Holt le inquirió sobre por qué no había visitado la frontera sur con México cuando ya estaba a cargo de atajar los problemas raíces que laten tras la emigración desde Centroamérica. 

Su nerviosa respuesta a la defensiva, que incluyó decir que tampoco había visitado Europa, fue ampliamente explotada por sus críticos y por los republicanos y contribuyó a que Harris redujera su exposición a la prensa, temerosa en parte de impactar negativamente a la Administración y en parte de debilitarse ella misma.