El alza del coste de la vida

La 'paradoja Milei': Con un 55,5% de pobres, Argentina es cada vez más cara que Europa y EEUU

La inflación acumulada desde el pasado mes de enero es del 87%

Un  hombre cuenta pesos en un mercado de frutas y verduras de Buenos Aires.

Un hombre cuenta pesos en un mercado de frutas y verduras de Buenos Aires. / IRINA DAMBRAUSKAS / REUTERS

Abel Gilbert

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Los senadores argentinos resolvieron esta semana que debían pasar a cobrar cada mes cerca de nueve millones de pesos, unos 6.000 euros. El ultraderechista Javier Milei puso el grito en el cielo. Los calificó de "estafadores" y parte de los legisladores oficialistas intentaban por estas horas echar atrás una medida que apenas acompañaba el porcentaje de incremento salarial de los empleados del Parlamento. Los senadores que defienden la mejora, en especial los representantes de las provincias, alegan que deben vivir en una ciudad muy cara como Buenos Aires. La capital argentina no solo tiene el índice de coste de la vida más alto de América Latina. Los precios pueden ser más caros que en muchos países de la UE. Un café expreso en Milán, frente a la Scala, o en los Campos Elíseos parisinos es menos caro que el de un barrio de clase media del principal distrito de Argentina. Ni qué decir de un par de zapatillas Nike de gama media adquirido en Barcelona. Su valor es un 10% superior.

Cuando Milei llegó a la presidencia, el dólar inició un proceso de apreciación que pulverizó el poder de compra de la moneda norteamericana o el euro. El Gobierno hace malabares para mantener artificialmente una cotización del peso argentino. El Banco Central (BCRA) ha dilapidado 12.400 millones de dólares para sostener un tipo de cambio artificial. El titular de Economía, Luis Caputo, busca desesperadamente divisas para ampliar las reservas del BCRA, en estado crítico. El portal 'La Política Online' asegura que el ministro buscará en Arabia Saudí la salvación, sin certeza de éxito.

Apenas iniciada la gestión libertaria se dispuso una devaluación del 118% que ya ha sido absorbida por el mercado. La inflación de los primeros siete meses es del 87%, a lo que debe sumarse el 25% de diciembre. Si Milei llegara a devaluar otra vez se desataría una estampida inflacionaria y convertiría la principal bandera del anarcocapitalista, el control relativo del coste de la vida, en papel mojado. Por lo tanto, lo que se abarata es la divisa. Durante 2023 llegaron a Argentina cinco millones de turistas extranjeros, favorecidos por la competitividad de sus monedas. Ese flujo se ha detenido.

Volver a los 90

La situación cambiaria se asemeja cada vez más a los años 90 del siglo pasado, cuando regía la paridad entre el peso y el dólar y era siempre más barato comprar ropa, electrodomésticos e incluso comida tanto en los países vecinos como Estados Unidos y Europa. El desfasaje era tan grande que las editoriales preferían imprimir sus libros en Chile, Uruguay e incluso China. No en vano se hablaba entonces de la década de los "no venta". Lo que une también a ambos períodos es el cuadro recesivo.

Son los habitantes de Buenos Aires los que experimentan el impacto de los precios que escalan en dólares. Según una investigación del Centro de Estudios para la Recuperación Argentina (RA) de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, se requieren cinco salarios mínimos solo para adquirir una canasta de consumo básica. En Brasil, el segundo país más costoso de la región, hacen falta dos y en Europa 2,5 salarios mínimos por las mismas razones.

Miedo a ser pobre

Argentina es uno de los principales productores de alimentos a nivel global pero esa ventaja comparativa no se refleja en el mercado interno. En un país con 55,5% de pobres, de acuerdo con la última medición, la clase media hace malabarismos para no pasar a pertenecer a esa franja de desesperanzados. Recorta gastos innecesarios, busca promociones en los negocios, pide reintegros, discute con los vendedores. El regateo empieza a constituir un oficio paralelo. La consultora W acaba de consignar sobre la base la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que para pertenecer a la clase media una familia necesita unos 1.600 euros. Los que ganan 719 euros se acercan al universo de los pobres. Aquellos que reciben 250 dólares pertenecen al mundo de los excluidos que pueden tener trabajo.

Un 95% de los trabajadores del sector privado entrevistados por Indaga-RSO aseguró que la inflación le gana cada mes a sus salarios. El 4% dice que puede ahorrar y un 44% no llega a fin de mes. Un 59% de los consultados no ve la prometida luz a final del túnel. La necesidad de mantener la pertenencia al sector medio desvela a miles de familias. "Nos encontramos con un imaginario que está quebrándose, que está peligrosamente frágil, donde hay mucha gente que nos dice 'ya no sé qué soy, me entero por el telediario que soy pobre, pero todavía no caigo'. Hay una sensación de un shock, en etapas", dijo Guillermo Olivetto, de W.

Impacto en la infancia

"Enviamos un afectuoso saludo a todos los niños en su día, y hacemos un llamado a respetar y cuidar su infancia. Los niños son el futuro de nuestra nación", pidió Milei el domingo pasado, a propósito del Día de los pequeños. Las ventas minoristas de los comercios cayeron 14,4% frente a la misma fecha del año pasado, informó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Las compras resultaron un 165% más costosas que en la tradicional efeméride de 2023. El anarcocapitalista aseguró que su propósito es "que todos los niños crezcan en un ambiente sano y seguro, lejos de quienes promueven la ideología de género, atentando contra su integridad". Pasó por alto un reciente informe desolador del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Diez millones de niños argentinos comen menos carne y lácteos que en 2023. Además, 1,5 millones niños y 4,5 millones de adultos no ingieren una de las comidas diarias.