Medida sostenible

Andorra quiere cobrar a los vehículos extranjeros que circulen por sus carreteras

El gobierno del Principado planea implementar la tasa en forma de viñeta, cuyo precio variará en función de si la temporada turística es alta o baja

Varios coches circulan por la frontera entre Andorra y España.

Varios coches circulan por la frontera entre Andorra y España. / ACN - Albert Lijarcio

Alba Casanovas Torre

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Andorra quiere que los vehículos extranjeros paguen por circular por sus carreteras. Para eso, el gobierno del Principiado planea instaurar una tasa en forma de viñeta, cuyo precio variará según la época del año, concretamente en función de si la temporada turística es alta o baja. La medida tiene el objetivo de reducir la masificación en el pequeño país, que el año pasado recibió 9,3 millones de visitantes.

El ejecutivo que lidera Xavier Espot considera que el país está llegando al límite de su capacidad, lo que pone en riesgo sus recursos naturales. En este sentido, Andorra cerró el 2023 con 85.330 habitantes y la densidad de población media es de 181 personas por kilómetro cuadrado, dos cifras muy altas y que aumentan cada año en un territorio que tiene 12 kilómetros de punta a punta.

Por ello, el gobierno andorrano, en manos del partido liberal y de centroderecha Demòcrates por cuarta legislatura consecutiva, aprobó a finales de julio un proyecto de ley para el crecimiento sostenible y el derecho a la vivienda, otra de las problemáticas que sufre el Principado desde hace años. De hecho, la norma permitirá la expropiación temporal de pisos vacíos y prohibirá la obtención de nuevas licencias de vivienda de uso turístico.

Impuesto en forma de viñeta, como en Suiza

El nuevo impuesto por el uso de la red viaria se engloba dentro de esa propuesta legislativa. Todavía está en una fase inicial y el ejecutivo de Espot ha anunciado que consensuará los detalles con el sector turístico y el del comercio, los principales damnificados por el impuesto. No obstante, ya hay varios aspectos claros: la tasa se implementará a través de una viñeta, un sistema común en varios países de Europa, como Suiza, Austria y Eslovenia.

Consiste en un adhesivo o sello que se coloca en el parabrisas de un vehículo para indicar que se ha pagado la tarifa correspondiente. En este caso, el precio variará según la temporada turística. No obstante, todavía no se ha decidido si se establecerá un importe por un periodo específico (una semana, un mes o un año) o un pago por cada uno de los viajes que se realicen.

Varias discriminaciones

Otro imperativo es que se aplicará a "todos los vehículos extranjeros", sin excepción alguna, han reiterado varios miembros del gobierno. Eso incluiría a los 1.500 trabajadores transfronterizos que viven en España, así como a los habitantes del Pirineo que van al Principado por cuestiones médicas.

Ante estas posibles discriminaciones, el ministro de Turismo, Jordi Torres, ha aclarado que todavía hay margen para especificidades. Lo que sí que está claro es que no habrá distinción entre los turistas que acceden en un vehículo particular para pasar el día y los pernoctan en establecimientos hoteleros del país.