Guerra de Ucrania

Ucrania busca recuperar la iniciativa militar en la guerra contra Rusia

En poco más de una semana, en la región rusa de Kursk, las tropas de Kiev consiguen hacerse con más territorio que cualquier otro Ejército desde el otoño de 2022

El Ejército ucraniano consolida sus posiciones en territorio de la Federación Rusa, buscando mejorar su posición cara a una eventual negociación, aunque no logra frenar los avances de Rusia en el Donbás

Un soldado ucraniano montado sobre un tanque de fabricación soviética T-72, cerca de la fontera con Rusia.

Un soldado ucraniano montado sobre un tanque de fabricación soviética T-72, cerca de la fontera con Rusia. / ROMAN PILIPEY

Marc Marginedas

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Una semana y media de avances, quizás ralentizados en las últimas jornadas a medida que el Kremlin lograba organizar su respuesta a este movimiento militar sorpresa. Cerca de 1.200 kilómetros cuadrados bajo control de las tropas de Ucrania en cuestión de días, una porción de territorio bastante superior a las conquistas territoriales materializadas por el Ejército invasor ruso en lo que llevamos de año. Y un declarado intento de las autoridades de Kiev de marcar diferencias con su agresor respecto a las formas y al comportamiento de sus soldados en las zonas ocupadas por sus fuerzas armadas, tratando a la población rusa bajo su responsabilidad según los cánones internacionales y las leyes humanitarias.

Echando mano de su probada capacidad de innovación militar, una virtud de la que parece carecer un enemigo que arrastra la pesada herencia del Ejército soviético y sus tácticas militares, varios miles de soldados ucranianos cruzaron el pasado 6 de agosto la frontera con Rusia a la altura de la región de Kursk, adentrándose decenas de kilómetros en territorio enemigo, y encontrándose a su paso con escasa resistencia. A medida que transcurrían los días, quedó claro que no se trataba de un nuevo episodio de aventurismo militar sin recorrido futuro, sino de una audaz y arriesgada apuesta personal del presidente Volodímir Zelenski y sus asesores para cambiar el curso de la guerra, retomar la iniciativa en el campo de batalla y obtener réditos políticos ante su enemigo, en el frente interno, pero sobre todo de cara a una eventual negociación.

"El panorama que existía hasta ahora era continuar esta guerra de desgaste durante más años, una situación que únicamente favorecía a Rusia", recuerda Andreas Umland, analista del Centro de Estudios de Estocolmo para Europa del Este (SCEEUS) Lo sucedido en los últimos días "es un intento de cambiar la situación" y crear "un nuevo contexto", continúa el experto. Y en su opinión, la ocupación de territorio ruso puede precisamente mejorar la posición negociadora de Kiev en unas eventuales conversaciones de paz, "modificando" el esquema imperante que se planteaba hasta ahora y que se resumía en la frase paz para Ucrania a costa de cesión de territorios a Rusia. Si Kiev logra mantener sus posiciones adquiridas más allá de la frontera, podrá plantear un acuerdo basado en "territorios a cambio de territorios", modificando radicalmente el equilibrio de fuerzas en la mesa negociadora, adelanta el experto.

Semejante valoración ha sido confirmada por el propio Mijailo Podoliak, asesor del presidente Zelenski. "Necesitamos infligir a Rusia importantes derrotas tácticas. En la región de Kursk podemos ver claramente cómo se está utilizando la herramienta militar de manera objetiva para persuadir a Rusia de que inicie un proceso de negociación justo", ha escrito en la red social X. Kiev considera como "paz justa" la devolución de los territorios arrebatados por el estado vecino. Y aunque los sondeos continúan mostrando que los ucranianos se oponen mayoritariamente a aceptar las anexiones llevadas a cabo por el Kremlin, sí es cierto que entre la opinión pública local se va abriendo camino dicha posibilidad.

Prisioneros rusos

Otro de los efectos que la ofensiva tendrá a medio plazo tiene que ver con la gran cantidad de prisioneros rusos realizados por el Ejército atacante, entre los que se encontraban numerosos soldados de reemplazo, dado que Moscú nunca previó una incursión de Kiev en esa zona y encargó a militares de escasa experiencia la vigilancia de la frontera. Aunque las autoridades ucranianas aún no han facilitado el número de cautivos, si han dado a entender que tenían en sus manos a cientos de rusos y que se trataba de la "más numerosa captura de soldados" enemigos realizada desde el inicio de la contienda. Dmitro Lubinets, comisionado para los Derechos Humanos del Parlamento ucraniano, ha informado que su homólogo ruso le había contactado para iniciar negociaciones de cara a un próximo intercambio de presos, siendo esta la primera ocasión en que la iniciativa partía de la parte rusa. "Existe una gran demanda en la sociedad ucraniana" para que los soldados ucranianos regresen a casa, y ahora Kiev cuenta con "gran cantidad" de rusos para materializarla, constata Umland.

Por último, un posible beneficio derivado de la incursión ucraniana consiste en la posibilidad de que la pérdida de territorio ruso genere movimientos de fondo en el poder en Moscú e impulse en su seno fuerzas dispuestas a negociar con Ucrania. Putin llegó al Kremlin al inicio del presente siglo como garante de la soberanía territorial del país. Su primera medida, cuando aún era primer ministro y antes incluso de ocupar la presidencia, fue iniciar una nueva guerra en Chechenia para devolver al redil de la Federación Rusa a la díscola república caucásica, que gozaba de un régimen de independencia 'de facto' tras la retirada de las tropas rusas en 1996 al final de la Primera Guerra Chechena. "Es difícil decir" si ello finalmente sucederá, admite Umland.

Toda la operación, sin embargo, no está exenta de riesgos para Ucrania. El principal de ellos radica en la posibilidad de dejar desguarnecidas otras zonas del frente, y privar de recursos militares de aquellos lugares donde Rusia concentra sus operaciones militares. La operación de Kursk, tal y como admiten los militares ucranianos, no ha frenado el avance de las fuerzas rusas en el Donbás. De hecho, estas se hallaban ya, el viernes, a una decena de kilómetros de la localidad de Pokrovsk, y las autoridades militares ucranianas acaban de reiterar su recomendación a la población civil de evacuar por completo la zona.

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