Seísmo en Buenos Aires

Argentina siente el impacto político de la denuncia contra el expresidente Fernández por violencia de género

La revelación del supuesto machismo del expresidente argentino es aprovechada por Milei para criticar lo que calificó de "hipocresía progresista"

La exprimera dama Fabiola Yáñez denunció al expresidente argentino Alberto Fernández por violencia física y psicológica

Archivo - El presidente de Argentina, Javier Milei, durante una visita en junio a Hamburgo (Alemania)

Archivo - El presidente de Argentina, Javier Milei, durante una visita en junio a Hamburgo (Alemania) / Daniel Bockwoldt/dpa - Archivo

Abel Gilbert

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La denuncia penal por violencia psíquica y psicológica que interpuso la exprimera dama Fabiola Yáñez contra el expresidente Alberto Fernández ha provocado un terremoto político en Argentina. Cada facción política siente que tiene algo que decir o sacar provecho. El juez Julián Ercolini ordenó medidas urgentes de "restricción y protección" en favor de la expareja. Fernández, en tanto, no puede salir del país. La demolición de su figura, devaluada tras entregar el Gobierno al ultraderechista Javier Milei, en medio de una crisis económica que se ha agravado, adquiere ribetes de un linchamiento que van más allá de la investigación judicial. Por estas horas se ventilan en los medios supuestas infidelidades recurrentes de Fernández, se habla de imágenes contundentes con las marcas de la agresión en el cuerpo de Yáñez que pronto serán divulgadas y hasta se sugiere que el supuesto agresor no está en condiciones emocionales de soportar está caída en el barro de la moral.

Milei aprovechó las circunstancias para hablar de la "hipocresía progresista". El ultraderechista encontró una oportunidad inmejorable para el sermón. "La solución para la violencia que ejercen los psicópatas contra las mujeres no es crear un Ministerio de la Mujer, no es contratar miles de empleados públicos innecesarios, no son los cursos de género y definitivamente tampoco es adjudicar a todos los hombres una responsabilidad solo por el hecho de ser hombres". El caso Yáñez le ofreció el fundamento para sus medidas contra toda cuestión de género que incluyeron el retiro del financiamiento a la línea telefónica a la cual las mujeres podían llamar para reportar las agresiones. "Siempre sostuvimos lo mismo y, como fuimos los únicos en denunciar esta estafa, todos ellos nos acusaron, sin ninguna prueba, de ser machistas, violentos y misóginos. Es decir, utilizaron esta problemática no solo para hacer negocios, sino también para hacer política. Las causas nobles en las que se embanderan como la igualdad de género, son una excusa para justificar sus negocios".

La explicación de Milei ha sido repetida hasta el hartazgo por el oficialismo y otras expresiones conservadores. De repente, los defensores de la despenalización del aborto y los colectivos feministas se transformaron en cómplices de un presidente que, insiste la ultraderecha, finalmente, mostró su verdadero rostro.

Reacciones indignadas

La extitular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), cerrado por el actual Gobierno, Victoria Donda, arremetió contra Fernández por sus acciones personales y los daños políticos colaterales que ha provocado. "Se colgó de nuestras banderas (feministas)". Donda, hija de desaparecidos y nieta recuperada hace dos décadas, apuntó a su vez contra" los hipócritas de afuera" que buscan capitalizar esta causa judicial "pero les importa una mierda lo que le pasa a Fabiola o a las mujeres".

Ofelia Fernández pasó velozmente de la militancia estudiantil en una escuela secundaria a la política y fue elegida legisladora de la ciudad de Buenos Aires en 2019 como parte de la ola de votos que consagró presidente a Fernández. "De cualquier golpeador diría primero que es un hijo de puta. De Alberto Fernández creo también que es un psicópata por haber usado durante años al feminismo y a sus militantes", dijo, compartiendo algunas palabras acusatorias con Milei, aunque desde el otro bando político. Ella dijo hacerse cargo "de haber creído tanta basura" y pide perdón a quienes la votaron". De esta frustración, señaló la exedil, "tiene que ser la razón por la que, aprendizajes mediante, y sin creer mucho en nadie, volvamos a intentar" transformar la realidad de un país con 55,5 de argentinos pobres donde.  La exministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, también se solidarizó con la exprimera dama. "Como militante feminista siempre estuve del lado de las mujeres y las niñas y siempre creí en sus palabras, sin importar si quien está en frente es Alberto Fernández". Y, en relación con las actuales autoridades ejecutivas agregó: "lo que es inadmisible es que algunos que despotrican contra las políticas de género, que niegan que hayamos bajado los femicidios por dos años consecutivos, que aplauden y festejan el cierre del ministerio de las mujeres pretendan que el rol que tenía era ser la celadora de los comportamientos violentos del presidente o de cualquier otro funcionario. ¿También somos culpables de la violencia de ellos?".

Otras urgencias políticas

El caso Yáñez resultó ser una inesperada deriva de las investigaciones de las que es objeto el expresidente en el marco de una causa por hechos de corrupción que involucra principalmente a su secretaria privada, María Cantero. En su teléfono celular se encontraron las evidencias de los hechos que la exprimera dama terminó por convertir en una denuncia penal. Fernández calificó de "falsas" las acusaciones y dijo que "demostrará" la verdad en el juicio que le espera.

Por lo pronto, la denuncia en su contra ha tenido tanto impacto que convirtió en anécdotas dos hechos políticos convergentes. De un lado, las manifestaciones del sindicalismo y los movimientos sociales en el día de San Cayetano, el patrono del trabajo, para pedir soluciones a los graves problemas que aquejan a tantos argentinos. Manuel Adorni, portavoz presidencial, lamentó que los promotores de la masiva peregrinación a la Plaza de Mayo, frente a la sede del Ejecutivo. "Lamentamos que una fecha religiosa como esta, donde la gente asiste de buena fe, esté encabezada por figuras políticas".

En tanto, la Cámara de Diputados fracasó este miércoles en la creación de una comisión parlamentaria que investigue la visita de un grupo de legisladores oficialistas a exmilitares y expolicías que cumplen condenas por haber cometido delitos de lesa humanidad en una cárcel bonaerense. Cuando se conoció la información, los diputados de La Libertad Avanza negaron que la presencia en la unidad penitenciaria hubiera tenido carácter institucional. Sin embargo, salió a luz una foto en la que los parlamentarios se muestran sonrientes con el exteniente Alfredo Astiz, conocido como "el ángel de la muerte", entre otros represores que tuvieron un papel relevante durante las acciones clandestinas que se realizaron durante la dictadura. La imagen no está disociada de los intentos de sectores del Gobierno de sacarlos de la prisión para que cumplan el arresto domiciliario o se conmuten las penas.

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