Pulso en Caracas

Venezuela se asoma al abismo político con las posiciones irreconciliables entre Maduro y Machado

La oposición se proclama ganadora de las elecciones y el madurismo pide la cárcel de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia

Protesta en Caracas, este martes.

Protesta en Caracas, este martes. / ANDREA HERNÁNDEZ BRICENO

Abel Gilbert

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Dos días después de las elecciones presidenciales que oficialmente consagraron ganador a Nicolás Maduro, los venezolanos miran cómo se vislumbra delante de sus ojos el abismo político. Las posiciones entre el Gobierno y la oposición son irreconciliables y presagian enfrentamientos mayores a los de las últimas horas que dejaron al menos cuatro muertos, heridos y 749 detenidos. Maduro anunció patrullajes militares y policiales en todas las ciudades.

"No vamos a negociar resultados", aseguró María Corina Machado durante una manifestación en el coqueto barrio de las Mercedes. Subida a un camión, al lado de Edmundo Gutiérrez Urrutia, y aclamada por miles de personas, Machado sostuvo que, con el 84% de las actas que la oposición dice tener en su poder, el candidato de la Plataforma de Unidad Democrática (PUD) es el ganador inequívoco de los comicios del domingo. "No solo ganamos, arrasamos y tenemos las pruebas. Venezuela tiene su presidente. El mundo entero sabe lo que sabemos, ustedes lo han visto con sus propios ojos. Las pruebas irrefutables de que ganamos. Sabíamos de lo que son capaces, intentar de que se ejerza la soberanía popular, que iban a inventar todo tipo de trampa, por eso construimos una red ciudadana durante meses. Las actas oficiales que fueron procesadas y que están en ese portal que fue consultado por millones de venezolanos". La dirigente de derechas exigió al Consejo Nacional Electoral (CNE) que entreguen las actas. "¿Por qué tardan tanto?".

La respuesta de Maduro

Cerca de la avenida Francisco Mirado, en el Palacio de Miraflores, Maduro reunía a su Consejo de Estado para analizar la crítica situación. "Estamos desmontando un golpe de Estado de la derecha fascista", dijo, y anunció fuertes medidas de seguridad. Sostuvo al respecto que Venezuela es el laboratorio de una conjura urdida en el exterior como la que tuvo lugar en Ucrania en 2014. El Gobierno, añadió, es el "garante de la legalidad y la paz" frente a un "intento de desestabilización masiva" del que forman parte "el narcotráfico, Elon Musk, el imperialismo norteamericano y la derecha fascista". De acuerdo con el presidente el proyecto apunta a quedarse con "la máxima riqueza de petróleo del mundo certificada, la cuarta reserva de gas, la primera reserva de oro, el 20% de los acuíferos" que tiene Venezuela. "Esta vez no habrá impunidad". Según Maduro, Gutiérrez Urrutia, su rival en las elecciones, es un "agente durmiente" de la CIA que entró en la escena política como una versión 2.0 de Juan Guaidó, el diputado opositor que en 2019 se autoproclamó "presidente encargado" con el aval de la administración de Donald Trump y el acompañamiento de parte de la UE y América Latina. "No soportan que nos hayamos recuperado económicamente la oligarquía de los apellidos. Le dije al pueblo: ¿ustedes quieren que vuelva la violencia? La gente decía que no. Me di cuenta de que no captaban la dimensión de la amenaza. Pero quieren imponer una guerra civil. Pretenden asaltar el poder de manera violenta".

Para Maduro, se desarrolla también una "batalla espiritual" en la que le toca jugar el rol de "guerrero celestial" que promete llevar "bendiciones" con el poder de Dios. La religiosidad se mezcla con las películas de Hollywood. El presidente citó como analogía ejemplar de la situación de Venezuela a ´El exorcista`, el filme de William Friedkin que rompió las taquillas en 1973. "Una película muy actual para Venezuela. Estaba recordando eso. Estos son los últimos estertores del diablo en retirada". Maduro convocó a un "diálogo político, económico, social y cultural, espiritual y religioso" del cual está en los hechos excluida la oposición que por ahora va detrás de la estrategia de Machado y González Urrutia, cuya cárcel ha presagiado Jorge Rodríguez, la principal autoridad parlamentaria. "Se quitaron los ropajes de bondad". El madurismo se movilizó al caer el sol para apoyar a su presidente. Desde el balcón presidencial, Maduro responsabilizó a González Urrutia de "los muertos" y "la destrucción" que pueda tener lugar. "Salga de su cueva, cobarde. Habrá justicia". 

Mantener las manifestaciones

Si Machado se inclina por la arenga dramatizada, González Urrutia es la expresión cansina de un exdiplomático arrastrado a la arena política por una emergencia electoral. "Edmundo, Edmundo", gritaron los seguidores de la líder opositora. Si ella lo apoya, lo acaricia, se ríe con él, bien vale un grito de aliento de la calle caraqueña. "A presionar, a presionar", insisten desde el llano. González Urrutia toma el micrófono. "Esta concentración huele a triunfo". Las actas en manos de la PUD le dan, reveló, ocho millones de votos. "No tenemos miedo", escuchó que cantaban. Machado recuperó el micrófono. "Hemos salido a todas las ciudades. Estemos atentos. La movilización continúa. El derecho a manifestarse de manera cívica y pacífica vamos a seguir ejerciéndolo. Sin guarimbas (barricadas). La verdad es la verdad".

Al respecto comentó: "hemos visto muchos expresando su repudio, creemos en el derecho a la libre expresión, debe ser de manera cívica, no caigamos en las provocaciones. Este proceso es indetenible. No aceptamos el chantaje de que defender la verdad es violencia".  Por el momento, los militares se alinean completamente con Maduro. El ministro de Defensa, el general Vladímir Padrino López también habló de un intento de "golpe de Estado".

OEA, la ONU y Lula

En este contexto, la Organización de los Estados Americanos (OEA) acusó a las autoridades electorales de Venezuela de intentar "distorsionar el resultado" desde la "manipulación más aberrante" en un proceso "sin garantías". Venezuela no forma parte de la OEA. La abandonó en disidencia. Sin embargo, su palabra tiene peso en la región. Argentina encabeza las posiciones más duras frente a Caracas. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó esa declaración de "injerencista".

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, realizó un reclamo más mesurado al de la OEA. "Uno mi voz a la llamada del Secretario General el lunes a que las controversias electorales se resuelvan pacíficamente, con total transparencia, incluyendo la rápida publicación de los resultados electorales con un desglose por centros de votación". Maduro no lo toleró y lo acusó de ser pasivo frente a los crímenes que se perpetran en Palestina.

Washington calificó de "inaceptable" el accionar de las fuerzas de seguridad frente a las protestas y pidió que el CNE publique resultados "completos, transparentes y detallados" de los comicios. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva conversó a lo largo de una hora con su par norteamericano, Joe Biden sobre la situación venezolana. La Secretaría de Comunicación consignó que Brasil trabaja para normalizar el proceso político. En ese sentido señaló que la divulgación de las actas de los colegios electorales ayudará a resolver la crisis. Lula, señala el mensaje oficial, "ha estado monitoreando constantemente el proceso electoral a través de su asesor especial, Celso Amorim, que fue enviado a Caracas". El exministro de Exteriores se reunió con Maduro y González Urrutia y reiteró que la "normalización del proceso político en el país vecino" tendrá "efectos positivos para toda la región".

Lula por el momento no ha reconocido formalmente la victoria de Maduro, como sí lo hizo su partido, el de los Trabajadores (PT). "Fue un proceso normal y tranquilo", señaló no obstante respecto de la contienda y reonoció que "es normal que haya una pelea" tras el escrutinio. "Hubo unas elecciones, hubo alguien que dijo que tenía el 51%, hubo alguien que dijo que tenía el 40% y pico. Uno está de acuerdo, el otro no. Se va a los tribunales y se hace justicia". El ministerio de Exteriores defendió la publicación por parte del CNE de "datos desglosados por mesa electoral". Colombia insistió en que se presenten las actas oficiales. Diosdado Cabello, el número dos del madurismo, descree que la presentación de esos datos oficiales destraben el conflicto. "Pondríamos todas las actas firmadas por Jesucristo y ellos nos hacen lo mismo. Su plan no es electoral, es la violencia".

La posición de la UE

El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, dijo que Europa no reconocerá los resultados de las elecciones presidenciales hasta que los actas sean públicas y verificadas. "Las autoridades de Venezuela deben garantizar la transparencia y la integridad del proceso mediante la verificación independiente de las actas de las mesas electorales". En democracia, añadió, "los resultados deben ser completos". En cuanto a las recientes manifestaciones, recordó que las expresiones de deben ser "pacíficas" y que las fuerzas de seguridad "deben garantizar el pleno respeto de los derechos humanos, en particular los derechos de manifestación y de reunión".

Mientras tanto, China y Rusia salieron a apoyar a Maduro. Maduro comentó en el marco de su alocución que Pekín y Moscú asesorarán a su país en materia de bioseguridad.

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