Elecciones decisivas en Latinoamérica

Maduro es proclamado presidente por el Consejo Electoral y Venezuela vuelve a entrar en zona de conflicto interno

El presidente de la CNE se desentiende de todo reparo al proceso que desembocó en la discutida victoria de Maduro y subraya que algunos pretendieron general violencia" durante la jornada electoral del domingo

El presidente Nicolás Maduro junto a Elvis Amoroso, presidente de la Comisión Nacional Electoral.

El presidente Nicolás Maduro junto a Elvis Amoroso, presidente de la Comisión Nacional Electoral. / GABY ORAA / BLOOMBERG

Abel Gilbert

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Ajeno a las controversias e impugnaciones opositoras e internacionales, el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó este lunes formalmente a Nicolás Maduro como presidente reelecto de Venezuela. De acuerdo con Elvis Amoroso, la principal autoridad electoral, la ciudadanía expresó "su voluntad absoluta" de mantener en el Palacio de Miraflores al hombre que lo habita desde 2013 en medio de un conflicto interno que amenaza con reactivarse porque las fuerzas principales de la oposición no reconocen el resultado y piden un recuento de las actas. María Corina Machado fue más lejos y dijo en la noche del domingo, a sabiendas de que el pronunciamiento del CNE sería previsible, que Edmundo González Urrutia, el candidato de la Plataforma de Unidad Democrática era el "legítimo" ganador de la contienda.

Amoroso se desentendió de todo reparo al proceso que desembocó en la discutida victoria de Maduro. Subrayó no obstante que "algunos pretendieron generar violencia" durante el domingo y tuvieron lugar "muchos los ataques a nuestro sistema" informático que provocó retrasos en el escrutinio. Sin embargo, "la capacidad moral y ética de personas" de que integran el Consejo Nacional Electoral "venció todos los obstáculos". El presidente participó de la ceremonia. Llegó acompañado del propio Amoroso, para que reverdezcan las sospechas de que las relaciones entre el Gobierno y el CNE son más que porosas.  Al momento en que comenzó la ceremonia resonaron cacerolas en distintos puntos de Caracas. Una primera expresión estruendosa del desacuerdo.

"Maduro escogió el peor camino, desconocer y apropiarse de la soberanía que reside en el Pueblo y le votó en contra. Yo les confieso que era de los optimistas que, frente al resultado de una avalancha tan abierta, Maduro iba a reconocer y aceptar los resultados. Definitivamente, siempre nos sorprende, pero para mal", sostuvo el excandidato presidencial Henrique Capriles, derrotado por el actual mandatario en 2013 por una diferencia de dos puntos que fue objeto de polémicas. "Las calles de Venezuela están a esta hora hablando con su silencio. No hay fiesta, no hay celebración".

Guaidó 2.0

La oposición apelará a la presión internacional y tal vez a la movilización para generar condiciones políticas que permitan un recuento de los sufragios. Maduro bloqueó el domingo esa posibilidad. "No podrán jamás con la dignidad del pueblo de Venezuela. El fascismo en Venezuela, la tierra de (Simón) Bolívar y (Hugo) Chávez, no pasará ni hoy, ni nunca", dijo, en otra recurrente asociación entre su destino personal y el del país. "No volverán", lo complacieron sus seguidores durante los festejos en las primeras horas del 29 de julio. "Dije que iba a llegar en paz y en paz llegó. Si hay algo que preservar y defender es la paz, la armonía, la convivencia de los venezolanos". Según el presidente, esa "paz" tan mentada se basa en la aceptación sin objeciones de los resultados. "Se está intentando imponer en Venezuela un golpe de Estado nuevamente, de carácter fascista que yo llamo (Juan) Guaidó 2.0", dijo en referencia a la autoproclamación del entonces diputado como "presidente encargado" en enero de 2019 con el aval de Donald Trump y el acompañamiento de parte de la UE y América Latina. "Ls digo a los complotados, involucrados y los que avalen esta operación contra la democracia, que la película ya la sabemos y esta vez no habrá ningún tipo de debilidad".

El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, acompañó la admonición presidencial. Tras anunciar que el CNE presentará todas las actas electorales, mesa por mesa, sseguró que las demoras del domingo fueron consecuencia de una acción externa que habría sido realizada "desde Macedonia del Norte, y habría tenido la intención de manipular los datos" que recibía el organismo. Saab, una de las principales espadas del madurismo, dijo además que esa maniobra apunta contra Machado y dos integrantes de Voluntad Popular, Leopoldo López y Lester Toledo, ambos fuera de Venezuela. "Esta acción fue detenida, fue evitada, pero lograron pausar" la recepción de datos. "Ellos no querían ralentizar, sino adulterar las actas de transmisión del sistema". Saab no ofreció evidencias. No obstante dijo que ha abierto una investigación y advirtió que la fiscalía general está alerta ante eventuales convocatorias "de un sector radical con un largo historial de llamados a la insurrección" en las próximas horas. Los potenciales participantes podrían ser imputados por los delitos de instigación pública, obstrucción de vías públicas, instigación al odio y resistencia a la autoridad.

El Gobierno recibió con beneplácito que algunos de los candidatos testimoniales que participaron de las elecciones en calidad de extras de una historia con final conocido, saludaron su triunfo. El aspirante de la minúscula Primero Venezuela, José Brito, pidió por la paz. Benjamín Russeo, de Confederación Nacional Democrática (Conde), fue más entusiasta y agradeció a los "millones y millones" que se inclinaron en las urnas por "el candidato ganador y por los otros candidatos, porque todos contribuyeron con su voto a formar el destino de nuestra Venezuela". El mismo júbilo expresó Luis Eduardo Martínez, el abanderado de Acción Democrática (AD), un tradicional partido socialdemócrata que ha sido intervenido judicialmente años atrás.

Números de la desafección

El "presidente obrero", como le gusta definirse, aunque nunca pisó una fábrica, apenas manejó buses, obtuvo 5.150.092 votos contra un padrón electoral que habilitaba a 21.323.253 personas, de las cuales no participaron de la contienda unos cinco millones que no pudieron registrarse porque viven en el exterior y carecieron todas las facilidades para hacerlo. Votaron, según el CNE, 10.058.770 ciudadanos. La participación fue del 59%. De ese total, 51,2% fueron al candidato oficial, apenas un cuarto de los venezolanos que técnicamente estaban en condiciones de sufragar. El 44% optó por González Urrutia, de acuerdo con el CNE. Un 41% se quedó en sus casas. El número de la desafección ha sido grande, pero no perturbó los festejos del Partido Socialista Unificado (PSUV).

"En Venezuela, la masa laboral que quería una revolución social con Chávez, la dejo de querer con Maduro. Hoy aspira a sobrevivir", señaló el chavista crítico Modesto Emilio Guerrero en un artículo publicado por el portal de izquierdas ´Aporrea`. El candidato oficial, añadió, "no necesitaba ofrecer un cambio". Le bastaba "mantener una inflación estable con un crecimiento del 4,2%" de la economía previsto para 2024. Maduro figura a su vez como "garante del consumo nacional". Ambos beneficios "reposan sobre una destrucción del salario medio nacional y de los derechos laborales sin memoria desde 1985". Otro factor que explica en su opinión el resultado es el cambio de la edad promedio de los votantes. La mayoría de los migrantes son jóvenes. Quedó en el país una población trabajadora "con mayor sentido conservador". Para Guerrero, quien no vive en Venezuela, es dudoso que la patronal y las empresas extranjeras se sumen al coro de la indignación. Cita el ejemplo de la petrolera norteamericana Enron, que ha recibido el beneficio de una concesión hasta 2050. 

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