Investigación abierta

El FBI confirma que una bala hirió a Trump y aplaca las sospechas de montaje

Las acusaciones sobre si el ataque estuvo orquestado para ganar apoyos surgieron en las horas inmediatas por la inmediata reacción heroica del expresidente

Trump asegura que tiene "una buena relación" con Netanyahu tras pedir un alto al fuego en Gaza durante meses

El FBI confirma que una bala hirió la oreja de Trump y aplaca las sospechas de montaje

El FBI confirma que una bala hirió la oreja de Trump y aplaca las sospechas de montaje / LAP

Irene Benedicto

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Las primeras luces de la investigación sobre el ataque contra Donald Trump le han dado a este una pequeña victoria: el FBI confirmó en la madrugada del sábado que la herida en la oreja del expresidente la causó “una bala o fragmento de bala”. Pierden fuerza así las acusaciones sobre si el intento de magnicidio fue un montaje, alegando que se acumulaban demasiadas irregularidades entre los improbables fallos del Servicio Secreto, y la pronta reacción heróica de Trump. Mientras, las voces de la derecha acusan al presidente Joe Biden de no haber protegido a su rival a propósito.

El director del FBI, Christopher A. Wray, ha sido blanco de las críticas de Trump desde que prestó declaración en el Congreso de EEUU, este miércoles. “Hay algunas dudas sobre si es o no una bala o metralla lo que golpeó su oreja”, dijo ante los legisladores. El médico de Trump cuando estaba en la Casa Blanca, Ronny Jackson, apoyó al expresidente, tachando los comentarios del director del FBI de “inapropiados” y acusándolo de “equivocarse”.

La sugerencia de Wray de que podría haber sido metralla enfureció a Trump por poner en duda la versión de los hechos que defendió desde antes del inicio de la investigación. Según su relato, se salvó por los pelos de morir gracias a una “intervención divina”. El expresidente respondió en las redes sociales a la confirmación del FBI: “No, desgraciadamente fue una bala la que me dio en la oreja, y me dio de lleno. No había cristales ni metralla”. Y añadió: “¡No me extraña que el otrora ilustre FBI haya perdido la confianza de Estados Unidos!”.

Desafiando el peligro

Trump ha anunciado este sábado que volverá al lugar del mitin del 13 de julio en Butler, Pensilvania. Seguirá programando eventos similares por todo el país, desoyendo las peticiones de limitar actos masivos y al aire libre, donde es más difícil proteger las inmediaciones del recinto que en estadios deportivos, como es habitual.

Mientras, los republicanos acusan al Servicio Secreto, la agencia federal responsable de proteger a presidentes y expresidentes, de haber denegado peticiones de protección extra a la campaña republicana. La agencia asegura haber elevado la protección del candidato, pero alega que este se encuentra cada vez más amenazado – algo que se debe en parte al clima de violencia política que alimenta su discurso al odio.

La Administración Biden ya ha empezado a pagar el descrédito de su agencia de seguridad a raíz de los graves fallos que posibilitaron este incidente. La dimisión de la directora del Servicio Secreto de EEUU, Kimberly Cheatle, tras el duro interrogatorio en el Congreso, ha sido solo la primera de las consecuencias institucionales en una investigación en la que todavía falta mucho por esclarecer.