Los demócratas cambian las reglas del juego para adelantar la nominación de Kamala Harris

Será la semana que viene y no dentro de un mes cuando Kamala Harris se convierta en la candidata oficial de los demócratas. Tal y como ya se había anunciado, el partido ha acordado este miércoles cambiar las reglas del juego y pasar el proceso de nominación a una vídeollamada en lugar de esperar al tradicional evento de la Convención Demócrata, que se celebrará de todos modos en Chicago del 19 al 22 de agosto. 

De esta manera, se adelanta la votación aprovechando el impulso que Kamala Harris ha dado a la campaña desde que tomara el liderazgo con la renuncia a la nominación del presidente Joe Biden. También así se asegura el apoyo de los delegados, los representantes designados en cada circunscripción electoral para transmitir el voto popular, que recabó mayoritariamente Biden durante las primarias pero que los delegados han accedido a su petición de traspasar el voto a la vicepresidenta.

Los pasos a seguir

El proceso que se inicia ahora, si bien acelerado, consta de varios pasos. En primer lugar, los candidatos que lo deseen deben declarar su intención de presentarse entre este jueves, 25 de julio, y el sábado, 27 de julio, según las nuevas reglas del comité del partido. Por el momento, nadie ha manifestado la intención de retar a Harris.

El segundo paso será que los candidatos reúnan el apoyo necesario de los delegados, antes del martes 30 de julio. Antes de esa fecha deberán demostrar la "viabilidad" de su candidatura, con un mínimo de 300 delegados (máximo 50 por estado).

Solo entonces se pasa a la votación de los delegados, el jueves 1 de agosto. Si un candidato obtiene la mayoría de los apoyos en esa primera votación, será designado candidato del partido. En caso contrario, los dos más votados pasarán a la segunda vuelta, prevista para ese mismo día.

Finalmente, la persona que obtenga la candidatura oficialmente deberá designar al llamado 'compañero de carrera a la Casa Blanca', su segundo de a bordo, que optará a la vicepresidencia. Para eso tendrá hasta el 7 de agosto, de forma que todo estará decidido antes de la convención de Chicago.

Quejas de irregularidad

Las prisas y el cambio de normas han levantado suspicacias dentro y fuera del partido. El expresidente Barack Obama, en su carta abierta agradeciendo a Joe Biden por su servicio al país, añadió que confiaba en que el partido sería "capaz de crear un proceso del que surja un candidato sobresaliente". Así, se mantenía de perfil en lugar de apoyar directamente a la vicepresidenta, como la mayoría de primeras espadas hicieron inmediatamente. 

También el movimiento en defensa de los derechos de los afroamericanos Black Lives Matter ha emitido un comunicado exigiendo al partido que organice inmediatamente unas primarias virtuales en todo el país antes de la convención. "El panorama político actual no tiene precedentes", ha dicho la organización en un comunicado, donde insiste en que no es un posicionamiento en contra de Harris. "Este momento exige una acción decisiva para proteger la integridad de nuestra democracia y las voces de los votantes negros", añade.

Donald Trump, por su parte, ha aprovechado estas desavenencias del partido rival. La campaña republicana presentó este martes una queja ante la Comisión Federal Electoral, argumentando que Harris no tiene derecho a hacerse cargo de los fondos recaudados por la campaña de reelección de Biden. La demanda, sin embargo, no tiene perspectivas de prosperar ya que los fondos recaudados eran para la campaña 'Biden-Harris', por tanto también iban a su nombre.