Comicios legislativos

Francia elige su Parlamento con la extrema derecha a las puertas del poder

Así están las encuestas de las elecciones en Francia 2024

Leticia Fuentes

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Francia encara hoy unas elecciones legislativas anticipadas a la que están llamados a las urnas cerca de 49 millones de votantes y en las que no hay sondeo que no dé la victoria a la extrema derecha. El primer departamento del que ya hay datos, el de Nueva Caledonia, donde la jornada electoral ha terminado (por la diferencia horaria), se ha registrado una participación del 32,39% frente a la del 13,06% que llevaba a la misma hora en los comicios de 2022, y la del 15,76% en los de 2017.

Hasta ahora las encuestas le daban a Reagrupamiento Nacional una mayoría relativa, pero desde el pasado viernes, algunas, como Elabe, empiezan a hablar de una posible mayoría absoluta de la extrema derecha junto con la alianza de Los Republicanos, la derecha tradicional francesa. Reagrupamiento Nacional obtendría entre 220 y 260 escaños, mientras que sus aliados, Los Republicanos de Éric Ciotti, tendrían entre 20 y 35. Suficientes, en la estimación más alta, para alcanzar los 289 diputados necesarios para obtener la mayoría absoluta.

Aunque está opción empieza a sonar con fuerza, el Elíseo mantiene la esperanza de que la extrema derecha se quede en una mayoría relativa. En ese caso, y como ya prometió el líder ultraderechista, Jordan Bardella, no se presentaría como candidato a primer ministro. Aún así, Emmanuel Macron se convertiría en el tercer presidente de la República en gobernar bajo una cohabitación. Ya lo hizo Jacques Chirac entre 1997 y 2002, cuando tuvo que cohabitar con Lionel Jospin, primer ministro socialista, tras convocar elecciones legislativas adelantadas. Una jugada que, como la del macronismo, también le salió mal. 

En el caso de François Mitterrand, el presidente tuvo que gobernar dos veces bajo este sistema: entre 1986 y 1988 con Jacques Chirac como primer ministro, y entre el 93 y el 95 con Edouard Balladur.  

Aun así, ahora estaríamos ante un momento histórico, ya que sería la primera vez que la extrema derecha llega al gobierno francés mediante el voto de la ciudadanía, y según los expertos, la subida de la ultraderecha y la posible cohabitación, complicaría aún más las cosas a Macron, quien se enfrentaría a un bloqueo parlamentario, más acentuado que hasta ahora, para aprobar leyes y presupuestos. 

Una izquierda unida pero agrietada

Tras la debacle macronista en las elecciones europeas del pasado 9 de junio y la posterior convocatoria de elecciones legislativas adelantadas, la izquierda mostró rápidamente su capacidad para unirse en un Nuevo Frente Popular, a pesar de las diferencias internas, con el objetivo de hacer barrera a la extrema derecha.

A medida que han ido pasando las semanas y que la primera vuelta se acercaba, las grietas se han ido acentuando con desencuentros que llevan el nombre de La Francia Insumisa. La figura de su líder, Jean-Luc Melénchon, genera ciertas molestias y divisiones internas, y a pesar de que ha mostrado su voluntad de ser Primer Ministro, esta decisión no convence en las filas de la unión de izquierdas. 

La estrategia de los socialistas dentro del Nuevo Frente Popular sobre apostar por la figura del ex presidente François Hollande, para sentar una base de votantes, parece que no ha generado el atractivo esperado. A pesar de eso, el Nuevo Frente Popular se posiciona como segunda fuerza con más intención de voto, por detrás de la extrema derecha, y como la única que puede combatir al lepenismo. 

Una responsabilidad que cae sobre los hombros de la izquierda, que por el momento, no ha presentado su posible candidato a primer ministro, en caso de que consigan una victoria y tengan que gobernar en cohabitación con Emmanuel Macron. 

Una fuerte participación

Los últimos sondeos auguran una participación casi histórica para unas legislativas con un 63%, 15,5 puntos por encima que en las anteriores elecciones legislativas de 2022. A las 17.00 de este domingo la participación alcanzaba el 59,39 por ciento, una diferencia de casi 20 puntos porcentuales por encima de la registrada hasta esta misma hora en los comicios de 2022 (un 39,4 por ciento), según los datos del Ministerio del Interior.

El presidente francés, Emmanuel Macron vota en las elecciones legislativas en París.

El presidente francés, Emmanuel Macron vota en las elecciones legislativas en París. / Yara Nardi

El voto joven y el voto de la Francia rural han sido claves durante toda esta campaña, donde la extrema derecha ha sabido cosechar su voto con un lider joven y con una gran habilidad para acercar la política a las nuevas generaciones, y la experiencia de Marine Le Pen, conocedora del sentimiento de abandono en las zonas rurales. En las pasadas elecciones europeas, Reagrupamiento Nacional lideró las listas del 93% del territorio francés.

Hasta el viernes por la tarde, antes de iniciar la jornada de reflexión, los sondeos daban una victoria a Reagrupamiento Nacional con un 36%, seguido del Nuevo Frente Popular con un 28-29%, y la mayoría presidencial con un 19,5-21%. Por primera vez, los sondeos dan la posibilidad al macronismo de pasar a la segunda vuelta, y aunque el sentimiento del fin de la era macronista desde hace semanas se ha instaurado en las calles de Francia, algunos aún tienen la esperanza: “Aún tengo esperanzas de que el Nuevo Frente Popular haga una remontada histórica, como la del Barça, ya sabes”, nos cuenta un parisino de Saint Ouen entre risas.