Programas económicos

La coalición de izquierdas y el lepenismo proponen rescatar a Francia de su declive económico sin cortar el grifo

El órdago electoral de Macron pone en jaque el futuro de Francia (y el de Europa)

Francia, sancionada por Bruselas por su "excesivo déficit" en medio de la crisis política

El líder de Reagrupación Nacional, Jordan Bardella, en un acto en París.

El líder de Reagrupación Nacional, Jordan Bardella, en un acto en París. / JULIEN DE ROSA / AFP

Leticia Fuentes

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El líder de la extrema derecha de Reagrupamiento Nacional, Jordan Bardella, se presenta como "la única alternativa creíble y responsable" en estas elecciones legislativas de Francia, que empezarán con la primera vuelta, el próximo 30 de junio. Del mismo modo, lo hace la coalición de izquierdas, Nuevo Frente Popular, como “la única alternativa para combatir a la extrema derecha”. Similitudes en los discursos, pero también en sus programas económicos, la clave para captar los votos de los franceses. 

El poder adquisitivo, junto con la inseguridad, es uno de los temas que más preocupan al ver que, tras la pandemia, el país no logra remontar económicamente. El último informe de Bruselas otorgó a Francia un déficit del 5,5%, muy por encima del límite establecido por las autoridades europeas, un 3% fijado por el pacto de estabilidad y eso centra la disputa entre la extrema derecha y la izquierda.

Hasta ahora, ninguna de las propuestas presentadas por el actual gobierno macronista han ayudado a reducir los números. Mientras, el ministro de economía, Bruno Le Maire, anunciaba hace unos meses recortes de 10.000 millones de euros para sanear cuentas, sus rivales Reagrupamiento Nacional y el Nuevo Frente Popular rechazan esta idea. “La gestión de las finanzas públicas y de los sistemas sociales ya era execrable con Bruno Le Maire, será desastrosa con los extremos”, predice para Le Point, el economista alemán, Markus C. Kerber.

"Macron está acabado. (…) Solo quedan los fascistas frente al Nuevo Frente Popular", sentenció hace unos días el líder de los insumisos, Jean-Luc Mélenchon. En efecto, los últimos sondeos dan una victoria a la extrema derecha con un 36% de intención de voto, seguido del Nuevo Frente Popular con un 27%, y en un tercer lugar, la mayoría presidencial con un 20%. Pero, ¿qué proponen exactamente para frenar el declive económico? 

Una misión común

Las propuestas económicas de la extrema derecha y de la izquierda reflejan ciertas similitudes. Mientras Bruselas pide cortar el grifo, ambos programas se centran en abrirlo -particialmente-. El lepenismo busca bajar los impuestos y mejorar el poder adquisitivo de los ciudadanos a través de la reducción del IVA en los productos de primera necesidad. Algo parecido a su rival, que también coincide en eso y en derogar la polémica reforma de las pensiones de Macron y volver a la edad de jubilación de 62 años, y para las profesiones más duras, 60 años. 

Por el lado de la izquierda, el presidente de la comisión de finanzas del Nuevo Frente Popular, Eric Coquerel (LFI), detalló el pasado viernes un plan de relanzamiento mediante el gasto de 25 mil millones de euros para “apagar el fuego social” y aumentar un 10% el funcionariado. 

Otro de los puntos que une a la extrema derecha y a la izquierda es su crítica a Macron por el gasto "irresponsable" y por llevar a Francia a un “caos presupuestario sin precedentes”. Para ello, Jordan Bardella afirmó hace unos días, y ha reiterado este lunes frente a la prensa, que llevará a cabo una “auditoría de las cuentas de la Nación” para conocer de primera mano la situación del país. “Tanto la agenda de la extrema izquierda como la de la extrema derecha conducirían muy rápidamente a una crisis en los mercados de capitales”, insiste el economista, Kerber.

Sobre los impuestos en la energía ambos coinciden en reducir la factura de energía de los ciudadanos. La coalición de iziquierdas busca eliminar el "impuesto Macron" del 10% sobre las facturas de energía, y cancelar el aumento previsto de los precios del gas para el próximo 1 de julio, entre otros.

Jordan Bardella busca con su principal propuesta reducir el IVA sobre la electricidad, el gas y los carburantes, aunque el líder de RN no habló de una bajada del 5,5%, sólo mencionó un “realineamiento” de la fiscalidad francesa “con la media europea”, basándose en el ejemplo de Polonia. Un coste que podría situarse en 7.000 millones de euros hasta final de año para Francia.

Las diferencias

La extrema derecha ve necesario, para ahorrar en las cuentas del Estado, privatizar los medios de comunicación públicos, mientras que, la coalición de izquierdas se opone firmemente a esta privatización como medida para ahorrar, afirmando que son “esenciales para una democracia saludable”. 

Sobre la riqueza, el joven ultraderechista centra su programa en la “preferencia nacional”, eliminando las ayudas sociales a inmigrantes irregulares. Además, de una derogación de la regla europea de fijación de los precios de la energía, para dar paso a un “precio francés” único. Dentro del aspecto de la riqueza, para Reagrupación Nacional, es básico suprimir el impuesto de herencia en las "clases modestas y medias".

La izquierda, por su lado, propone redistribuir la riqueza con la reinstauración del impuesto sobre la fortuna y "derrogar los privilegios de los millonarios", explica su programa. En el caso de las herencias, la izquierda busca reformar el impuesto de sucesiones para hacerlo más progresivo apuntando a los activos más altos y estableciendo una herencia máxima.

Además de incidir en políticas que reduzcan las desigualdades sociales cada vez más acentuadas en Francia, y aumentar el salario mínimo, a 1.600 euros, actualmente en 1.398,69 euros. La coalición asegura que, con este plan, el 92% de los franceses no pagará más impuestos y que el déficit público no aumentará.

Los economistas son algo escépticos con ambos programas. "No es posible financiar todos estos nuevos gastos simplemente señalando a los ricos y a los grandes grupos", afirmó el economista Xavier Jaravel, a través de la red X. Horas después de que Macron anunciase la disolución de la Asamblea Nacional y como consecuencia, el adelanto de las elecciones legislativas, la bolsa de París sufrió una importante caída.

El uso y la gestión de la energía es otro tema que divide a los partidos políticos franceses. Las izquierdas buscan hacer de Francia un líder europeo en energías marinas con energía eólica marina y desarrollo de energía maremotriz, mientras que la extrema derecha aboga por la energía nuclear, y la energía geotérmica. "La reindustrialización y el auge de las tecnologías del mañana, como la inteligencia artificial, requieren el retorno de una energía competitiva, libre de carbono y abundante, que durante mucho tiempo ha dado a Francia una ventaja competitiva", se puede leer en el programa de RN.

Francia ha entrado en la recta final de su campaña de las elecciones legislativas que darán el pistoletazo de salida este domingo 30 de junio, con la primera vuelta, y el 7 de julio con la segunda. Las agrupaciones necesitan 289 diputados -de 577- para tener la mayoría absoluta y poder gobernar tranquilamente. En el caso de Bardella, ha dejado claro que solo aceptará ser primer ministro si consigue la mayoría, mientras que por el lado de la izquierda, aún sigue sin presentar a su posible candidato a Primer Ministro, aunque el líder insumiso, Jean-Luc Melenchon, se postula como preferido y eso acentúa las grietas internas en la coalición.

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