Nueva parada en España

Milei, el presidente viajero al que se le resisten las visitas de Estado

Ayuso condecorará a Milei en un encuentro oficial este viernes en Madrid

Los convulsos seis meses de Milei al frente del Gobierno en Argentina: penurias sociales, recesión, peleas y discursos mesiánicos

El presidente de Argentina, Javier Milei (izq.), y el líder del partido español de extrema derecha Vox, Santiago Abascal, hablan durante una reunión bilateral en Madrid el 18 de mayo de 2024.

El presidente de Argentina, Javier Milei (izq.), y el líder del partido español de extrema derecha Vox, Santiago Abascal, hablan durante una reunión bilateral en Madrid el 18 de mayo de 2024. / PRESIDENCIA ARGENTINA / AFP

Abel Gilbert

Abel Gilbert

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El último puente festivo de cuatro días ha sido catastrófico para el turismo interno en Argentina. Según la Confederación de la Mediana Empresa (CAME), viajaron 802.000 personas, un 64,3% menos que los mismos días de mayo de 2023. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) ha consignado que entre abril y mayo la cantidad de huéspedes en los hoteles fue un 14% menor que en similar período del pasado año.

"Argentina enfrenta una crisis turística sin precedentes debido a la virulencia y ferocidad del ajuste económico que está aplicando el Gobierno", consigna un informe del Frente Renovador, una de las facciones moderadas del peronismo. No son problemas ni dificultades que parecen preocuparle a Javier Milei, quien se ha convertido en el presidente que más ha viajado durante los primeros seis meses de su gestión desde que se recuperó la democracia, a fines de 1983.

La mayoría de esos periplos, como el que lo lleva este viernes a Madrid, donde recibirá una medalla de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, no están relacionados con políticas de Estado. Milei se ha subido a los aviones por asuntos que desconciertan a los analistas: van desde las motivaciones ideológicas, asuntos del orden personal, simpatías ideológicas y religiosas y, en contadas ocasiones, encuentros oficiales con autoridades ejecutivas. A su manera, es un presidente turista.

Pendientes de un exabrupto

Además de tomarse una fotografía con Ayuso, Milei recibirá un premio del Instituto Juan de Mariana. Los medios españoles y argentinos estarán pendientes de sus palabras y de la posibilidad de un exabrupto que abisme las distancias bilaterales. El anarcocapitalista le otorga suma importancia a las distinciones que provienen del espectro conservador. En este caso tiene un añadido especial: antes la recibió Alberto Benegas Lynch, un economista ultraliberal a quien el presidente califica de "prócer".

Su hijo, del mismo nombre, es diputado de La Libertad Avanza. 'Bertie', como se le conoce, ha adquirido notoriedad por proponer una ruptura de relaciones diplomáticas con el Vaticano y estar a favor de privatizar el mar argentino. Al dejar Madrid, el anarcocapitalista pisará suelo alemán y podrá saludar al jefe de Gobierno, Olaf Scholz. Posteriormente, permanecerá unas horas en la República Checa, y hará lo mismo con el primer ministro, Petr Fiala. Recibirá el Premio del Instituto Liberal en el Palacio Zofin de Praga, por su contribución al desarrollo del pensamiento liberal.

'Celebrity' mundial

El mandatario está convencido de que con sus salidas de Argentina expande su nombre y figura. Se considera a sí mismo una celebridad global. Una portada de 'Time' ha cimentado esa creencia, aunque el texto interior de la revista es lapidario, entre otras cosas por el recuento de sus excentricidades personales.

Milei fue uno de los invitados de la cumbre del G7, pero no tuvo ninguna reunión bilateral con los principales líderes: tan solo fotos de cortesía. Luego fue partícipe de la Cumbre de la Paz en Ucrania que se llevó a cabo en Suiza, oportunidad en la que se fundió en un nuevo abrazo con Volodímir Zelenski. Argentina es el único país latinoamericano que se ha incorporado al "Grupo de Contacto", o "Grupo Rammstein" que suministra apoyo militar a Kiev. Rusia acaba de advertir de que el envío de pertrechos al frente ucraniano sería considerado una "actitud hostil" a Moscú.

La primera salida del país de Milei no fue a Brasil, como acostumbran a hacerlo los jefes de Estado desde hace décadas. La enemistad con Luiz Inácio Lula da Silvia, a quien no invitó para su toma de posesión (prefirió ser acompañado por Jair Bolsonaro), lo desalentaba. El 15 de enero se presentó en el Foro Económico Mundial. Allí Milei osciló ante la comunidad empresarial entre el profesor de economía y el predicador que avisa sobre el inminente peligro socialista.

Israel, el Vaticano e Italia

A comienzos de febrero aterrizó en Israel. Rezó y bailó frente al Muro de las Lamentacioness, estudió la cábala con su rabino de cabecera y se reunió con el 'premier' Binyamín Netanyahu, a quien le prometió mudar la embajada argentina a Jerusalén. Partió de inmediato al Vaticano y tuvo un breve encuentro con el papa Francisco. Más tarde en Roma, con la primera ministra Giorgia Meloni.

A fines de ese mes fue a la Conferencia Política de Acción Conservadora que se llevó a cabo en Estados Unidos. En abril se reunió con el magnate Elon Musk y con una organización del judaísmo ultraordodoxo. Mayo lo encontró primero en el Instituto de Michael Robert Milken, un economista norteamericano conocido por su papel en el negocio de los llamados "bonos basura". Cuando concluía la década de los 90 del siglo pasado, Milken fue condenado por crimen organizado y fraude y pagó 200 millones de dólares en multas para evitar la cárcel. Donald Trump le indultó en 2020.

Sin rendición de cuentas

De acuerdo con medios de prensa locales, los primeros cuatro periplos costaron miles de dólares, teniendo en cuenta de que lo acompaña una comitiva que se aloja en suntuosos hoteles. Diputados de centroderecha pidieron a través de un proyecto conocer los detalles financieros y las razones políticas de desplazamientos. No hubo respuestas sino más andanzas aéreas. El 19 de mayo fue protagonista del acto de Vox que agudizó una crisis diplomática con España que no se ha cerrado. Diez días más tarde volvió a subirse a un avión con destino a la costa oeste norteamericana.

En Los Ángeles fue recibido por parte de los referentes de Sillicon Valey Sam Altman, Tim Cook, Sundar Pichai, y Mark Zuckerberg, entre otros, mientras se sucedían los problemas críticos en Argentina, entre ellos la subida del precio del dólar y las desventuras de su superministra, Sandra Pettovello. Participó de los fastos de asunción del salvadoreño Nayib Bukele, cuya política de "mano dura" le provoca admiración y deseos de replicar.

El ultraderchista no suele estar mucho en la sede del Ejecutivo, conocida como la Casa Rosada. Prefiere que sus colabores viajen del corazón financiero de la ciudad de Buenos Aires a la periferia norte para discutir asuntos de Gobierno. La residencia de Olivos es su lugar ideal, entre otras razones porque convive con sus cinco perros clonados.

Anticomunismo retórico

Solo abandona esa rutina para ocasionales eventos en la capital y esporádicas estancias en el palacio presidencial. Las minucias de la Administración, incluso los esfuerzos para garantizar que el Parlamento apruebe por fin la Ley Bases que le otorgará facultades excepcionales para transformar radicalmente este país, las deja en manos de su jefe de ministros, Guillermo Francos.

Ha avisado de que el placer de atravesar los cielos no se lo quita nadie. Ya recorrió casi 200.000 kilómetros. Debe ratificarse una visita a China después de que Pekín renovara un préstamo de 5.000 millones de dólares. Las circunstancias financieras lo obligan a contener su anticomunismo retórico. A fines de julio presenciará la apertura de los Juegos Olímpicos en París. Cuando el canal de noticias TN le preguntó sobre semejante apego a ese tipo de excursiones, que, en un punto, descuidan los asuntos de una compleja gestión diaria, respondió: "Hago mi trabajo y viajo las veces que considero necesarias".

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