Guerra de Ucrania

La comunidad ucraniana en Catalunya se revuelve contra los intentos de equiparar a Ucrania con Israel

Guerra entre Rusia y Ucrania: última hora del conflicto, en directo

Última hora de la guerra enre Israel y Gaza, en directo

En una carta abierta, ciudadanos ucranianos acusan a algunos activistas del movimiento propalestino de "encubrir un delito" deliberadamente en sus eventos al negarse a hablar de "invasión" rusa, y exigen ser escuchados en cualquier foro en el que se hable de su país

Dos imágenes de destrucción por las bombas israelís y rusas: a la izquierda, Gaza, y a la derecha, Ucrania.

Dos imágenes de destrucción por las bombas israelís y rusas: a la izquierda, Gaza, y a la derecha, Ucrania. / AGENCIAS

Marc Marginedas

Marc Marginedas

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La comunidad ucraniana en Catalunya ha difundido una carta abierta en la que critica en términos muy duros las tentativas de un sector del movimiento pacifista y pro palestino en España de equiparar a su país con Israel, y de establecer paralelismos entre el envío de armas a uno u otro país. En la misiva, los firmantes informan que activistas ucranianos acudieron recientemente a un evento que tuvo lugar en el marco de la Fira Literal de Barcelona bajo el título 'Palestina, Ucrania y la militarización de Europa', acusan a los ponentes del acto de ignorar "la voz ucraniana" y de hacerle "el juego a Rusia" con las demandas del cese de envío de armas al Gobierno de Volodímir Zelenski, al tiempo que les conminan a "reconsiderar su posición" y a "reconocer el carácter criminal de la agresión rusa a Ucrania".

"Intentar equiparar la situación de Ucrania con el conflicto en Israel y Palestina no es solo incorrecto, sino peligroso", se lee en el texto. Karina Feka, una ucraniana asentada en Barcelona que acudió al acto, recuerda con amargura a EL PERIÓDICO que en el debate, tanto su país como Israel fueron presentados en términos de estados belicistas, dándose a entender que ni uno ni otro estaban buscando la paz. "Los ucranianos se enfrentan ellos mismos a una agresión brutal y son capaces de sentir empatía por las víctimas civiles", recuerda el documento, un sentimiento ante el dolor ajeno que los asistentes de nacionalidad ucraniana, en cambio, no percibieron por parte de los participantes en el debate. "La discusión ignoró al agresor; la palabra 'invasión' nunca se utilizó; esto no es solo una negligencia, es un encubrimiento deliberado de un delito", recrimina la misiva.

La voz de los ucranianos

En el texto se exige a los organizadores de este evento y de otros similares que, en el futuro, en cada ocasión en que se hable de Ucrania, puedan expresar su voz los propios ciudadanos del país eslavo que están sufriendo los efectos de la invasión iniciada por Rusia hace ya más de dos años, y no gentes totalmente ajenas a la realidad ucraniana. "Lo que ustedes llaman una discusión en realidad no fue más que una simulación, no hubo oportunidad de hacer preguntas o expresar un punto de vista diferente", continúa el documento. "No solo tenemos el derecho" de hablar, sino que aquellos que hablan públicamente de Ucrania tienen "el deber" de escuchar a los ucranianos, insiste. Karina Feka admite que el evento empezó tarde y que ante la premura del tiempo "nadie del público" pudo intervenir, aunque, al igual que los firmantes de la carta, percibió "falta de voluntad" de los ponentes "de escuchar opiniones contrarias con las que no estaban de acuerdo". El texto concluye destacando que la "doctrina abstracta del pacifismo ya no funciona" e insistiendo en que "un ataque y un genocidio contra otro país no puede quedar sin respuesta".

La simultaneidad de las guerras de Ucrania y de Gaza está propiciando en España agrios debates y acusaciones cruzadas entre activistas que ponen el énfasis en uno u otro conflicto. Mientras unos destacan lo que consideran como "doble rasero" de Occidente, cuyos dirigentes políticos ignoran las acciones del Ejército israelí y dificultan que los responsables israelíes deban responder ante la justicia por lo que consideran un acto de "genocidio", otros acusan exactamente de la misma doble moral a políticos y activistas de extrema izquierda por negarse a condenar a Rusia y al régimen de Vladímir Putin. En abril, la escritora hispano siria Leila Nachawati publicó un artículo de opinión en el diario 'Público' bajo el título 'Las solidaridades selectivas' en el que denunciaba que el mundo se hubiera convertido en "un gran partido de fútbol en el que hay que elegir un equipo al que mostrar un apoyo incondicional.