Redes sociales

Pone una pizza en el microondas, se incendia y los bomberos le reclaman 1.500 euros

La española que la lió con una pizza en Australia cubre la mitad de su deuda gracias al 'crowdfunding': "Para nada me lo esperaba"

Australia permite por ley a los trabajadores desconectar del trabajo fuera de su jornada

Invierno a 41,6 grados: Australia registra su temperatura más calurosa en su estación más fría del año

Una persona preparando una pizza en una imagen de archivo

Una persona preparando una pizza en una imagen de archivo / PIXABAY

Lola Gutiérrez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Te dispones a cocinar una pizza en tu residencia de estudiantes durante una estancia en otro país y terminas evacuando todo el edificio, con los bomberos en la puerta y una factura de alrededor de 1.000 euros por pagar de tu bolsillo.

Parece una pesadilla, pero eso es exactamente lo que le ocurrió a Natalia Álvarez, una periodista que se encontraba en Sídney (Australia) durante la realización de su Trabajo de Final de Grado sobre Eurovisión.

Reconstrucción de los hechos

Los hechos se remontan a un domingo cualquiera, después de una jornada de trabajo: "Solo tenía una pizza, ponía que se tenía que hacer ocho minutos al horno y, como no me apetecía ir a la cocina porque está en otra planta, dije '¿Ocho minutos en el microondas será igual, no?'. Ya me ha quedado bastante claro que no", reconoce entre risas contenidas la protagonista de esta historia en declaraciones para EL PERIÓDICO. "Cuando abrí la puerta del microondas, comenzó a salir humo", prosigue Álvarez, que deja claro que "nunca hubo fuego".

Pese a ello, la humareda fue suficiente para activar los dispositivos de seguridad y provocar el caos en el edificio: "Al instante, sonó la alarma de incendios". Las puertas comenzaron a cerrarse y el sonido estridente de la sirena desató el pánico de las personas que se encontraban en alguna de las 12 plantas que conforman el edificio. "Bajé corriendo para decirles que había sido yo, que no había fuego; que lo sentía, que había sido sin querer y que no llamasen a los bomberos, que no había pasado nada", explica Álvarez, cuyos intentos por calmar la situación no fueron suficientes para evitar la movilización de las brigadas de incendios. "En cuanto las alarmas se activan, vienen los bomberos".

"Me dijeron que no contase que había sido yo porque había gente que estaba haciendo exámenes, había gente que estaba en la ducha y tuvo que salir en toalla, gente que estaba cocinando que tuvo que salir con las sartenes en la mano... Entiendo perfectamente que fue un problema para muchos", continúa el relato.

Letra pequeña del contrato: una factura de 1.000 euros

Lejos de quedar en un simple susto, lo peor estaba por llegar. "Me dijeron que al día siguiente mirarían las cámaras de seguridad y me contactarían". Dicho y hecho. El día posterior al accidente, Álvarez tuvo una reunión con la jefa de la residencia en la que recibió la peor de las noticias: "Me dijo que hay una cláusula en el contrato en la que pone que si por mi culpa tienen que venir los bomberos, lo mínimo que se les tiene que pagar son 1.600 dólares (976 euros)". Los precedentes indicaban que las cantidades serían todavía mayores (2.000 y 2.600 dólares), así que la periodista utilizó dicha cifra (1.500 euros) como referencia a la hora de crear un 'crowdfunding' y buscar ayuda para afrontar la situación.

Hilo viral

La protagonista de la historia reconoce a este medio que lo pasó "bastante mal", ya que el accidente la obligó a buscar "todos los trabajos posibles" -de limpiadora o repartiendo folletos, entre otros- para hacer frente a la deuda. "Lo pasé mal, pero dije 'es lo que hay, hay que pagarlo y no hay otra opción'".

Con todo, Álvarez cuenta cómo decidió dar a conocer su experiencia: "Ya que tengo esta experiencia horrible, voy a subirla a Twitter y si a alguien le sirve para reírse, por lo menos ha servido para algo. [...] Al final es bastante cómico que esté arruinada por un trozo de pizza". La decisión fue todo un éxito, pues el hilo con los vídeos y el relato de lo acontecido acumula casi 40.000 'Me gusta' en cuestión de menos de un día.

En cuanto a los comentarios, la comunidad de usuarios se divide entre aquellos que comparten muestras de apoyo a la joven e incluso empatizan con su situación por alguna vivencia similar, y quienes la critican por su error.