Turismo

Agosto se desinfla como mes favorito de los españoles para las vacaciones

Un 38% lo siguen eligiendo como periodo de descanso, dos puntos menos que el año pasado. El mes que más adeptos gana es septiembre, que crece cinco puntos

El cambio climático y la expansión del teletrabajo alargan la temporada turística en España

Turistas en las inmediaciones del Hotel W, el pasado 5 de agosto de 2024, en Barcelona.

Turistas en las inmediaciones del Hotel W, el pasado 5 de agosto de 2024, en Barcelona. / David Zorrakino / Europa Press

María Jesús Ibáñez

María Jesús Ibáñez

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Lo de tomarse las vacacaciones en agosto es cada vez menos tendencia. Un 38% de los españoles han escogido este mes como periodo de descanso laboral frente al 29% de los que lo hicieron en julio y el 12% de los de junio. El predominio de agosto, que hasta 2023 superaba siempre el 40% de las preferencias vacacionales, empieza a desinflarse, mientras crece la opción de septiembre, que escala cinco puntos respecto a 2023 y se sitúa ya en el 17%, según recoge el informe que elabora cada verano el Observatorio Nacional del Turismo Emisor (ObservaTur).

Se trata, según subraya este organismo integrado por expertos de la universidad y de empresas del sector, del "máximo histórico" alcanzado por septiembre, en un momento en el que los turistas (no solo los extranjeros, también los que viven aquí) apuestan cada vez más por la desestacionalización de las vacaciones. Este nuevo comportamiento se justifica, entre otros factores, por la expansión del teletrabajo en cada vez más empresas y porque el aumento del número de hogares formados por adultos sin hijos. Pero también por el cambio climático, que trae más olas de calor y hace que las condiciones meteorológicas en verano sean más extremas.

Agosto es el mes de vacaciones elegido sobre todo por los viajeros de entre 18 y 49 años (41%-42%), mientras que septiembre los es para los mayores de 65 años, con un 30% de apoyos. En esta franja de edad, cada vez más activa y más numerosa, el noveno mes del año supera por la mínima a agosto, con un 27% de las preferencias.

"Desde la pandemia, se está viviendo un claro cambio de tendencia en este sentido y los flujos de viajeros se están redistribuyendo a lo largo de todo el año, desde enero a diciembre. No podemos hablar de un fenómeno puntual", afirma David César Heymann, economista de CaixaBank Research y autor de otro estudio, este titulado 'El impacto del cambio climático en el turismo en España', con datos que recogen el gasto realizado por los visitantes a partir de tarjetas de crédito. Uno de los primeros beneficiados es el empleo, apunta Heymann, "porque al alargarse la temporada, también se alargan los contratos a los trabajadores que refuerzan esa temporada".

En septiembre se gasta más

El presupuesto medio por persona para estas vacaciones de 2024 es de 677 euros, indica el estudio de ObservaTur, que solo analiza los hábitos y previsiones de los ciudadanos españoles, no de los visitantes extranjeros. "El gasto medio previsto registra una tendencia al alza, creciendo en 51 euros por persona respecto a 2023", señala. "Excluyendo a los que se alojarán en una segunda residencia [muchas veces ya pagada, porque es la casa del pueblo o el apartamento de la playa o la montaña], el presupuesto medio por persona será de 706 euros", agrega el informe.

Por segmentos de edad, el gasto aumenta a medida que los viajeros cumplen años, de manera que "entre los más jóvenes el presupuesto es de 634 euros y alcanza los 845 euros de gasto medio entre los mayores de 65 años". Así las cosas, y dado que septiembre gana terreno entre el sector sénior, no es descabellado afirmar en ese mes el gasto per cápita es mayor que el de agosto. Y por tanto, también resulta más interesante para los operadores del sector turístico.

Por partidas, el presupuesto en alojamiento es el que se lleva la mayor parte, con un tercio del gasto previsto. Tras ello, el 24% del dinero reservado para las vacaciones va a gastos en restauración y el 19% al transporte. Ya en un segundo nivel, por debajo del 20%, se sitúan las actividades de ocio y culturales que se realizan en el destino (11%) y las compras (10%). 

El Banco de España, que el pasado mayo publicó un informe corroborando que se está produciendo un cambio de patrón (que, en su caso, atribuye sobre todo al cambio climático), entiende que las consecuencias de lo que está ocurriendo son por ahora positivas. El nuevo modelo, aseguraba el organismo regulador en su análisis, es más desestacionalizado (porque los visitantes viajan más allá de la temporada alta de julio y agosto), más diversificado (porque no solo se opta por el sol y playa, sino que afloran nuevos destinos) y más rentable (porque se produce más gasto en vez de más turistas).

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