Mercado laboral

Los salarios empiezan el segundo semestre ganándole (por poco) el pulso a la inflación

La moderación de precios registrada en julio hasta el 2,8% beneficia a los trabajadores, que ven como los salarios pactados por convenio crecen al 3%

La mitad de los países de la OCDE ya han recuperado los salarios que tenían antes del covid y España no es uno de ellos

Trabajadores en una oficina, en una imagen de archivo.

Trabajadores en una oficina, en una imagen de archivo. / MANU MITRU

Gabriel Ubieto

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Los salarios han empezado el segundo semestre del año ganándole, por el momento y por poco, el pulso a la inflación. La moderación de los precios registrada este pasado julio (2,8%), explicada por una contención de la electricidad y los alimentos, beneficia a los bolsillos de los trabajadores, que ven como los salarios pactados por convenio ganan algo -muy poco- de ritmo y crecen al 3% interanual. Así lo constatan los últimos datos publicados este jueves por el Ministerio de Trabajo, que permiten vislumbrar una cierta recuperación del poder adquisitivo, sin bien el balance desde 2021, cuando los precios empezaron a escalar, sigue siendo negativo para los trabajadores.

La economía se van recomponiendo después de la espiral de precios -ahora contenida- que se desató a principios del 2022, coincidiendo con la invasión rusa de Ucrania. Por primera vez en décadas el IPC se disparaba hasta los dos dígitos, algo que sacudió a las empresas y hogares españoles y de la mayoría de estados occidentales. Dos años después, esa tormenta está estabilizada, pero el balance de daños tras la recuperación sigue saliendo a deber para la mayoría de trabajadores.

Los salarios firmados por convenio colectivo entre patronales y sindicatos registran a mes de julio un alza acumulada del 3%. Actualmente los agentes sociales pueden presumir de estar cumpliendo el acuerdo salarial firmado en 2023 y que proyectaba que los sueldos subieran precisamente el 3% este año, un 4% el pasado y un 3% el que viene. Dicho acuerdo está sirviendo como referencia a los diferentes sectores. Como muestra, la banca, que firmó hace pocas semanas un incremento acumulado del 11% hasta 2026.

Mientras los sueldos cumplen con ese escenario pactado entre empresarios y los sindicatos mayoritarios, los precios enfilan una senda de cierta moderación, bajo la incógnita de si la mantendrán durante los próximos meses. Lo que permite decir que los salarios están ganando algo de poder adquisitivo este año, si bien si se amplía el foco, la mayoría de trabajadores en España son más pobres hoy que antes de la escalada de precios.

En porcenatajes acumulados, todavía existe un diferencial negativo de casi siete puntos entre lo que han subido los precios y los sueldos desde 2020. Ello se explica por la gran brecha registrada en 2022, cuando el IPC subió un 8,4% interanual y los sueldos 'solo' un 3,2%. Ese agujero no se ha rellenado lo suficiente durante los ejercicios posteriores, en los que si bien los sueldos han subido más que los precios, el diferencial entre unos y otros ha sido exiguo.

La nota negativa, para el bolsillo de los trabajadores, es ese diferencial negativo respecto a la inflación acumulada. La positiva es que la inercia futura es a positivo y que, históricamente, la negociación colectiva siempre ha ido con un cierto desfase. Lo que, a modo de ejemplo, habilitó que en 2009, mientras muchas empresas acometían despidos masivos ante una de las mayores crisis de la historia, los convenios colectivos registraran alzas salariales por encima de la media de los años anteriores.

Ese desfase se observa en las cifras recopiladas por el Ministerio de Trabajo. Si bien la variación media de los sueldos es del 3%, ello incorpora tanto los convenios firmados hace años y cuyos efectos rigen hoy, como los convenios recién firmados. Si se observan solo estos, el incremento salarial pactado es del 4%, un punto por encima. Lo que, presumiblemente, seguirá empujando hacia arriba los incrementos salariales medios a futuro. En ese sentido, los datos de otro indicador, como el que recaba CaixaBank Research a través de las nóminas de sus clientes, muestran un ritmo de evolución del 3,3%.

En pleno debate sobre la reducción de jornada a las 37,5 horas semanales, los datos de convenios colectivos también recogen la actual duración media de las jornadas. Si bien los convenios fijan el tiempo de trabajo en duración anual. El actual tope de 40 horas a la semana equivale en cómputo anual a 1.826 horas al año y la jornada media pactada se sitúa a día de hoy en las 1.759 horas, lo que a la semana equivaldría a unas 38,6 horas. El objetivo gubernamental de las 37,5 horas semanales equivaldría a 1.712 horas.