Condiciones de trabajo

El auge de la economía lo estira un mercado laboral con más ocupados, pero más pobres

La Cambra mejora sus previsiones y eleva cuatro décimas, hasta el 2,5%, su estimación de crecimiento del PIB para 2024

Los turistas extranjeros no paran de crecer y las estancias en hoteles baten récords

Archivo - Un camarero preparando un café en un bar

Archivo - Un camarero preparando un café en un bar / JESÚS HELLÍN - EUROPA PRESS

Gabriel Ubieto

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La economía catalana vive momentos de intenso crecimiento, impulsada por un auge de las exportaciones –vende más fuera productos fabricados aquí y a un mayor precio- y sostenido por el consumo interno de la población, que pese a ser más pobre que hace dos años, cuando estalló la crisis de precios, continúa gastando y gastando más que años anteriores. Y es que ese motor de gasto lo va alimentando un mercado laboral más grande, con más ocupados que compensan que los que ya tenían trabajo tengan, de media, un menor poder adquisitivo que cuando el IPC empezó a dispararse.

Así lo corroboran los datos publicados este miércoles por la Cambra de Comerç de Barcelona, que apuntan en la misma dirección que los actualizados por el INE de la encuesta de costes laborales. Mientras los precios en Catalunya han subido un 11,7% entre 2021 y 2023, los sueldos han aumentado un 10,5%. Es decir, los catalanes, de media, son 1,2 puntos más pobres. No obstante, atendiendo a los últimos datos de afiliación a la Seguridad Social, hay 347.308 catalanes más ocupados hoy de los que había a mediados de 2021. “Cuando la gente tiene trabajo, la gente consume”, ha sintetizado el director de Estudios Económicos de la Cambra, Joan Ramon Rovira.

Ese flujo de nuevos ocupados, que no da señales de remitir a corto plazo, es uno de los argumentos que utiliza la Cambra para mejorar sus previsiones de crecimiento de la economía catalana para este año y el que viene. El PIB aumentará cuatro décimas más de lo estimado por el organismo hace unos meses, hasta el 2,5% este año y dos décimas para el que viene, hasta el 2,4%. El organismo atribuye también esa mejora de la coyuntura a unos mejores resultados del turismo y una mayor contribución de la inversión. 

Sueldo medio: 2.400 euros

El INE ha publicado este miércoles cuál fue el salario medio en Catalunya en 2023. Este rozó los 2.400 euros brutos o, lo que es lo mismo, 28.724 euros en 12 pagas. Ha crecido un 4,75% respecto al 2022, más de lo que han crecido los precios en ese mismo periodo (3,4%), pero no lo suficiente para compensar la fuerte pérdida de poder adquisitivo acumulada desde 2021, cuando el IPC empezó a desbocarse y llegó a alcanzar los dos dígitos.

Para este año desde la Cambra auguran que los sueldos seguirán recuperando poder adquisitivo, por segundo año consecutivo. No obstante, también reconocen que el brío experimentado el año pasado no será igual en el presente y que el saldo positivo será menor, lo que probablemente no acabe de corregir todo el poder de compra perdido. "Los salarios deberían crecer ligeramente por encima del IPC durante los dos próximos años", ha afirmado Rovira.

No obstante, existen dudas sobre cuál acabará siendo el comportamiento real de las nóminas. Los registros del INE, a través de la encuesta trimestral de costes laborales, muestran que durante el primer trimestre de este año los sueldos subieron un 4,2% interanual. Una cifra superior a la inflación, pero inferior a la registrada en los trimestres precedentes. Lo que apunta hacia una cierta desaceleración.

Desaceleración que agravan otros indicadores, como los que recaba CaixaBank Research a través de las nóminas de sus clientes y que señalan que en junio las nóminas ya estaban perdiendo poder adquisitivo, subiendo un 2,8%, frente a un IPC del 3,4%. En esa misma dirección coinciden los salarios pactados por convenio colectivo, que, según datos recopilados por el Ministerio de Trabajo, están avanzando a un ritmo del 3% en el conjunto de España, cuatro décimas por debajo de la inflación.

Déficit comercial a la baja

Otro foco de buenas noticias es el saldo entre exportaciones e importaciones. Sigue siendo negativo (ronda un 2%), como lo ha sido históricamente en Catalunya, pero dicha brecha se ha ido cerrando con especial intensidad durante el poscovid. La diferencia entre lo que se exporta desde Cataluinya y lo que se importa se va reduciendo, hasta el punto de que el déficit comercial se ha reducido casi un 50% en los últimos cuatro años, impulsado especialmente por una mayor venta al exterior del sector químico y automovilístico. 

Lo que podría sintetizarse con el símil ‘Seat-Cupra’. Catalunya ha pasado de vender Seats a vender Cupras, un modelo más caro. Como muestra, Rovira ha destacado que el precio unitario de las exportaciones ha aumentado un 36,2% respecto a 2019, antes del covid, mientras que el de las importaciones ha hecho lo propio un 19,5%. 

En este sentido desde la Cambra aguardan con inquietud las elecciones estadounidenses de noviembre, en las que se medirán la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump. Y es que dependiendo de la victoria de una u el otro pueden acentuarse las posibiidades de una guerra comercial entre EEUU y China, que pudiere torpedear las buenas expectativas comerciales de Catalunya en el medio plazo.