Catalunya ingresará 30.000 millones más, hasta los 60.000 con el nuevo modelo

Catalunya recaudará el impuesto de la renta (IRPF), el gran tributo estatal que pagan más de 20 millones de personas en toda España, de los que casi 4 millones están en Catalunya, a partir de 2026, a tenor de lo establecido en el acuerdo de investidura entre el PSC y ERC. Es la parte más llamativa del aqcuerdo que, según los republicanos, reportará unos 30.000 millones adicionales, sin descontar la parte que financiará con una parte de los tributos los servicios no transferidos que presta el Estado, como la Defensa o las embajadas; ni la cuota de solidaridad con otros territorios, que habrá que negociar. Como consecuencia de ello y en base a los presupuestos de 2023, prorrogados este año, la recaudación total puede ascender hasta los 60.000 millones, el doble que en la actualidad.

¿Qué autonomía tiene más contribuyentes del IRPF? ¿En cuál pagan más?

Todo ello se ha encargado de resaltarlo en un tuit la 'consellera' de Economia en fuciones, Natàlia Mas, que afirma que Esquerra ha logrado sus objetivos: salir del régimen de financiación común, en el que está en la actualidad con otras 14 autonomías; y la recaudación plena. Esta meta comienza con el IRPF. A juicio de ERC, la principal diferencia con el concierto vasco es la cuota de solidaridad prevista, que habrá que negociar, pero, en todo caso, "no irá en perjuicio del principio de ordinalidad", es decir, evitar que las comunidades que más aportan desciendan muchos puestos con respecto a aquellas que más reciben una vez que se reparten los recursos del sistema, cono sucede en la actualidad, aunque a Madrid y Baleares aún les afecta más.

"El primer tributo en el que se avanzará en la aplicación de los objetivos de implementación del nuevo modelo de financiación será el IRPF", según el pacto. Será uno de los primeros temas que se pondrán sobre la mesa de la Comisión Mixta de Asuntos Económicos Estado-Generalitat durante la primera mitad del ejercicio próximo. De esta manera, el objetivo es que los catalanes ya paguen el gravamen a la Agència Tributària de Catalunya correspondiente a 2025, que se liquida en la primavera del ejercicio siguiente. El pacto explicita que "se tomarán los acuerdos correspondientes para asegurar su ejecución a lo largo del año 2026".

La idea es que el traspaso de recursos materiales de la agencia tributaria estatal se haga como con los Mossos o Ensenyament. Admiten que pueden producirse reticencias, pero no esperan grandes problemas por ello.

El pacto también establece que los impuestos de sucesiones y de patrimonio, que prácticamente no se pagan en comunidades gobernadas por el PP, se mantendrán en los tipos actuales. A la vez que se descarta deflactar la tarifa del IRPF, es decir, ajustarla a la inflación, se establece el compromiso de rebajar el IRPF para las rentas de menos de 35.000 euros, tal como se fijó en el proyecto de Presupuesto de la Generaliutat para 2024, que finalmente no salió adelante después de que lo pactaran ERC y el PSC. La idea era rebajar un punto, hasta el 9,5% el tramo autonómico del IRPF, para estos ingresos. Con esta medida, el tipo mínimo agregando el tramo estatal pasaría del 20% actual al 19% a partir de 12.450 euros.

El Govern plantea rebajar el IRPF a las rentas de menos de 33.000 euros

Esta es una de las cuestiones incluidas en el acuerdo que recoge la reclamación de ERC de que la Generalitat recaude, gestione e inspecciones todos los tributos. En la actualidad solo pueden hacerlo con el torno al 3% de sus ingresos totales, por los impuestos propios y cedidos a las comunidades.

También se ha pactado que el IVA de las pymes se recaude en función del domicilio social, no basándose en la actual fórmula de cesión de una parte según estadísticas de consumo. Se analizará, a su vez, la extensión de este mecanismo a otros tributos.

Otro de los compromisos consiste en que cuando se apruebe la directiva comunitaria se modifique la ley del IVA para que Catalunya pueda decidir la aplicación del IVA a los alquileres turísticos en su territorio o en parte.

Los pilares del modelo acordado son la relación bilateral con el Estado, al igual que el concierto económico vasco; y la "singularidad". La ATC, que funciona desde 2008, recaudará todos los impuestos, incluidos los estatales. Los gastos de competencias centralizadas o no transferidas, como los de Defensa o las embajadas en otros países, se financiarán mediante una participación en los tributos. En vez de mediante transferencias se determinará a cuánto asciende el coste de estos servicios y se calculará la proporción en algunos de los impuestos de los que se detraerá, según fuentes de ERC.

Y se creará una aportación "explícita y transparente para contribuir a la solidaridad con otras autonomías para que los servicios prestados por los gobiernos autonómicos a sus ciudadanos "puedan asumir niveles similares, siempre que lleven a cabo un esfuerzo fiscal similar".Ese es uno d elos aspectos más diferenciales con el concierto vasco, destacan desde Esquerra.

En todo caso la solidaridad quedará limitada por el principio de ordinalidad, es decir, a diferencia d elo que sucede en la actualidad, que las comunidades que más aportan no queden muy por debajo de las que más reciben una vez hecho el reparto de recursos.

Catalunya sigue tercera en aportación y décima tras la distribución de recursos de la financiación