Según la OIT

Las olas de calor provocan cada año la muerte de 4.200 trabajadores en todo el mundo

La OIT alerta de que las probabilidades de sufrir un accidente en el trabajo aumentan un 17,4% durante los episodios de altas temperatura

MULTIMEDIA | ¿Cómo será trabajar a medida que avance la crisis climática?

La crisis climática multiplica los riesgos de morir de calor en el trabajo

Un trabajador bebe agua en una finca de perales de Lleida.

Un trabajador bebe agua en una finca de perales de Lleida.

Gabriel Ubieto

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Unas 4.200 personas en todo el mundo mueren cada año mientras trabajan debido a las olas del calor. O bien por dolencias directamente relacionadas con el estrés térmico, como un golpe de calor que deriva en un infarto, o por errores que cometen debido a la pérdida de la concentración o una mayor fatiga y que acaban provocando accidentes fatales. Así lo recoge un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que también alerta que el número de empleados afectados por las altas temperaturas se ha disparado en lo que va de siglo. Especialmente en Europa, territorio donde sus gentes están menos acostumbradas a temperaturas como las actuales, disparadas por la crisis climática. "Necesitamos medidas para proteger a los trabajadores, basadas en los derechos humanos", ha declarado el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.

El calor es una amenaza cada vez más directa para un mayor número de seres humanos. Y la economía no escapa a la lógica climática. La OIT lleva alertando durante los últimos años a través de sus estudios de las diferentes derivadas que el calentamiento del planeta tiene y tendrá sobre el mundo del trabajo. Mediante los mismos ha divulgado que la crisis climática amenaza directamente la salud del 70% de trabajadores, generará pérdidas de productividad laboral equivalentes a 80 millones de empleos en 2030 o que trabajar a pleno sol causa un tercio de las muertes por cáncer de piel no melanoma. En su último informe pone el acento en las olas de calor y sus efectos sobre la salud laboral.

"231 millones de trabajadores estuvieron expuestos a olas de calor en 2020, lo que supone un aumento del 66% respecto a 2000", alertan desde la OIT. El aumento de las temperaturas incrementa, per se, las posibilidades de sufrir un accidente, hasta el punto de que por cada grado que sube el termómetro, el riesgo de percance laboral aumenta un punto. Esto es especialmente acusado durante los episodios de temperaturas extremas, cuando la posibilidad de siniestro aumenta un 17,4%

Si bien “el calor excesivo está creando desafíos sin precedentes para los trabajadores de todo el mundo durante todo el año, y no sólo durante los períodos de olas de calor intensas”, según ha afirmado Vera Paquete-Perdigao, directora del departamento de gobernanza de la OIT y coordinadora del informe. Dos de cada 10 lesiones directamente vinculadas con el calor a lo largo del año se producen concretamente durante olas de calor.

Un coste creciente para las empresas

En Europa las patologías relacionadas con el estrés térmico son todavía un porcentaje muy minoritario del total de dolencias profesionales. Según los datos de la OIT, representan el 1,7% del total de enfermedades laborales, cuando la media en todo el mundo se eleva hasta el 6,1%. En África es donde más afecta esta cuestión, con un 7,2% del total de patologías profesionales. Si bien ha sido en Europa donde más rápidamente ha crecido la proporción de lesiones profesionales relacionadas con el calor desde 2000, con un incremento del 16,4%.

Una de las más comunes es la nefropatía crónica o insuficiencia renal crónica. Según los cálculos del organismo internacional, 26,2 millones de personas conviven con ella una vez la desarrollaron debido a su práctica profesional. Aunque el calor también puede derivar en una pierna rota o una amputación, dado que a medida que la temperatura sube la concentración baja y los trabajos peligrosos se vuelven más peligrosos. “El estrés térmico es un asesino invisible y silencioso que puede causar rápidamente enfermedad, insolación o incluso la muerte”, insisten desde la OIT.

El estrés térmico no solo es un riesgo para la salud de los trabajadores, sino también un coste para los balances empresariales. Estudios precedentes de la OIT han cuantificado que la productividad disminuye un 50% cuando la temperatura asciende por encima de los 34 grados. “La mejora de las medidas de seguridad y salud para prevenir las lesiones derivadas del calor excesivo en el lugar de trabajo podría ahorrar hasta 331.000 millones de euros en todo el mundo”, apuntan desde la OIT. Dicho cálculo parte de restar la pérdida de ingresos por dejar de trabajar horas y sumar los gastos de los tratamientos médicos a empleados afectados.