ENERGÍA

España se asegura una avalancha de gas con 2.200 barcos ya contratados para los próximos quince años

Enagás exprime su red de plantas de gas y cierra una subasta de descargas de metaneros a largo plazo con la que refuerza la seguridad de suministro

Un barco metanero, junto a la regasificadora de Sagunto.

Un barco metanero, junto a la regasificadora de Sagunto. / Daniel Tortajada

David Page

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España consiguió durante lo peor de la crisis energética sacar partido de su amplia red de plantas regasificadoras (las que reciben y envían el gas en barco) para convertirse en una pieza clave del tablero gasista continental. En mitad del terremoto geopolítico y económico provocado por la invasión militar rusa sobre Ucrania y de la sacudida histórica en el sistema energético europeo, el sistema gasista español se erigió en un gran hub continental para la llegada y reexportación de gas natural licuado (GNL), el que se transporta congelado en buques, hasta alcanzar máximos históricos. Y pretende seguir haciéndolo durante años.

Enagás, el gestor de sistema gasista español y de la red de gasoductos, acaba de cerrar una subasta a largo plazo de descargas en las plantas de regasificación que refuerza la seguridad de suministro hasta final de la próxima década. El grupo ha organizado durante el mes de junio varias pujas de slots de descarga de barcos en las plantas para realizarlos entre octubre de 2024 y septiembre de 2039. El resultado ha si la asignación de 241 slots de descarga a 14 compañías energéticas (la demanda fue abrumadora y se presentaron 625 solicitudes, lo que muestra el interés del sector energético por seguir operando a largo plazo con el GNL).

Tras la asignación de estos nuevos derechos de descarga, España tiene ya asegurada la llegada de una avalancha de gas natural licuado al país al tener contratados un total de 2.189 descargas de barcos durante los próximos quince años, hasta el tercer trimestre de 2039. Esos más de dos millares de buques metaneros sirven para garantizar aproximadamente la mitad del todo el suministro nacional. Enagás seguirá completando la contratación de llegadas de barcos para descargar GNL en las plantas regasificadoras con las continuas subastas mensuales y anuales que organiza.

Centro global de reventa de gas

España ha conseguido erigirse en un gran centro global de reventa de gas en plena sacudida histórica del sector por la crisis energética y por el terremoto geopolítico desatado por la invasión de Rusia sobre Ucrania. Toda Europa se lanzó a buscar nuevos países de suministro de gas para reducir su dependencia del gas ruso y las grandes infraestructuras gasistas españolas se han convertido en pieza clave para garantizar el suministro continental, catapultando las reexportaciones hasta máximos históricos.

Las reexportaciones de gas desde España aumentaron el año pasado otro 10%, hasta un nuevo récord de 75.500 GWh equivalentes, según los registros de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores). Un incremento que marca un nuevo récord de reventa de gas y que llega después de que ya en 2022 España consiguiera catapultar la reventa de gas a otros países, casi duplicando la actividad de reexportación, con un crecimiento del 91%, hasta superar los 68.200 GWh.

España está exprimiendo su amplia red de plantas regasificadoras -que concentran un 33% de la capacidad de regasificación de toda la Unión Europea y un 44% del almacenamiento de GNL del continente- y sus conexiones por gasoductos con Europa para convertirse en un gran hub para la llegada y reexportación de gas. España fue el año pasado el país no productor que más gas vendió de todo el mundo.

Foco puesto en el gas ruso

El terremoto comercial en el sector mundial del gas y el uso intensivo de las infraestructuras españolas fueron motivados por el intento de la UE de reducir su exposición y su dependencia a los hidrocarburos rusos. Sin embargo, parte del gas que llega a España y a otros países de Europa sigue siendo de origen ruso.

Las importaciones españolas de gas ruso crecieron un 35% el año pasado, hasta rozar los 72.700 GWh equivalentes, y Rusia consolidó su posición como tercer mayor proveedor de gas del país con más de un 18% de las compras totales, sólo por detrás de Argelia y de Estados Unidos. Este año, las importaciones de gas ruso han caído un 20% entre enero y junio, pero Rusia sigue siendo el tercer mayor proveedor.

La Unión Europea aprobó el mes pasado un nuevo paquete de sanciones comerciales contra el régimen de Vladimir Putin que incluye la prohibición de reexportar fuera de la UE gas natural licuado (GNL, el que se transporta en barco). Los estados miembro -también España- podrán permitir a las energéticas revender GNL ruso a otros países de la UE, pero no a países terceros.