ENERGÍA

Enagás vende por 1.000 millones su filial en EEUU para invertir en hidrógeno en España y Europa

El grupo acelera su política de desinversiones en activos de fuera de Europa con la venta de su 30% en Tallgrass al gigante Blackstone y hace caja para asegurar las inversiones milmillonarias en la revolución del hidrógeno verde.

La operación supondrá un golpe al beneficio de este año de la compañía española por unas minusvalías de 360 millones, a la espera de la decisión del arbitraje que le enfrenta con el Estado de Perú y en el que se juega unos 470 millones.

Archivo - Sede central de Enagás y logo de la compañía

Archivo - Sede central de Enagás y logo de la compañía / ENAGÁS - Archivo

David Page

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Enagás, el gestor del sistema gasista español y de la red de grandes gasoductos, centra su nueva estrategia de futuro en abrazarse a la revolución del hidrógeno verde. La compañía ha volcado su hoja de ruta para los próximos años en alinearse con los objetivos estratégicos marcados por la UE para garantizar su seguridad de suministro energético y para acelerar la transición energética y la descarbonización. Y por eso el grupo ya había anticipado su intención de centrar a medio y largo plazo su actividad en Europa y en España, y se abría a desinversiones en sus actuales negocios en Estados Unidos y en Latinoamérica. La primera gran operación en este sentido ha llegado.

Enagás ha alcanzado un acuerdo con el coloso de los fondos de inversión Blackstone para vender su participación accionarial del 30,2% en la compañía Tallgrass Energy -hasta ahora el puntal de toda su actividad en Estados Unidos- por un importe de 1.100 millones de dólares (unos 1.018 millones de euros).

La operación provocará un golpe al beneficio en las cuentas de Enagás de este año al cerrarse con una minusvalía contable de unos 360 millones de euros, pero le permitirá hacer caja para afrontar con solidez en ciclo de inversiones milmillonarias que pretende ejecutar en el nuevo negocio del hidrógeno verde. Enagás está a la espera de la inminente decisión de la corte arbitral del Banco Mundial sobre la batalla legal que le enfrenta con el Estado de Perú por el fallido gasoducto GSP, con la que se juega inversiones realizadas por 511 millones de dólares (unos 470 millones de euros).

Enagás y Blackstone prevén cerrar la transacción a finales de este mismo mes, aunque del importe de acordado una parte (50 millones de dólares) no se recibirán hasta que se obtenga una autorización administrativa en curso. La operación busca convertirse en uno de los puntales para afianzar la estrategia inversora del grupo español en la revolución del hidrógeno y para reforzar su liquidez para garantizar su política de dividendos a largo plazo (la compañía acaba de rebajar la retribución al accionista para el próximo trienio y sus previsiones de beneficio para este año para afrontar las inversiones milmillonarias en hidrógeno).

Enagás prevé que el hidrógeno será su vía principal de crecimiento de futuro, debido al progresivo declive de su negocio como operador de redes de gas natural y la creciente pérdida de los ingresos regulados que percibe por operar los gasoductos. El plan de Enagás a largo plazo es pasar de explotar gasoductos a gestionar hidroductos, los grandes corredores por los que circulará el hidrógeno verde. La hoja de ruta de Enagás pasa por afrontar inversiones por 3.200 millones de euros para la construcción de los grandes corredores del hidrógeno verde tanto dentro de España como para conectarlos con Europa.

Enagás impulsará en los próximos años una red troncal de hidrógeno verde dentro de España que conectará los centros de producción y los grandes polos industrial que consuman el combustible y también la construcción del farónico H2Med, el gran corredor europeo que llevará el hidrógeno español a Francia y Alemania. Estas infraestructuras supondrán una inversión total bruta estimada en España de alrededor de 5.900 millones de euros. En torno a un 40% de las inversiones se financiarán con ayudas públicas, fundamentalmente de la Unión Europea, por lo que Enagás calcula que asumirá una inversión neta de aproximadamente 3.200 millones de euros en el periodo 2026-2030. La estimación de Enagás es que en 2030 el peso de los activos vinculados al hidrógeno verde en el balance de la compañía ya superen al de los activos de gas natural (con un valor de 3.000 millones y 2.000 millones, respectivamente).

Vender en América, crecer en Europa

Enagás ha puesto en marcha un proceso de rotación de activos como parte de su plan estratégico, en el que se enmarcan otras operaciones de venta como la de su participación en la terminal GNL Quintero, en Chile, y las del Gasoducto de Morelos y la Estación de Compresión Soto La Marina, en México.

El grupo comando por Arturo Gonzalo Aizpiri también ha realizado operaciones de compra en España y Europa como la adquisición de un 4% adicional en Trans Adriatic Pipeline (TAP) -hasta alcanzar el 20% del accionariado-, la entrada con un 15% de participación en el consorcio Hanseatic Energy Hub (HEH) para la construcción de la primera terminal terrestre de gas natural licuado de Alemania, o el acuerdo con Reganosa para la creación de un hub energético en el noroeste de España.