Pensiones

¿Cómo funciona la jubilación activa y cómo quiere cambiarla el Gobierno?

La Seguridad Social quiere incentivar a aquellos trabajadores que quieran y puedan combinar pensión y salario a largo plazo

Los jubilados que sigan trabajando podrían combinar el 100% de pensión y salario a los cinco años en activo

Un fontanero trabajando en una cocina de una casa

Un fontanero trabajando en una cocina de una casa / Lucarelli Temistocle / 123RF

Gabriel Ubieto

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El Gobierno está negociando con patronal y sindicatos una nueva reforma de las pensiones y dentro de la misma un elemento destacado es la jubilación activa. Esta es una fórmula que permite a aquellos profesionales que ya han alcanzado la edad de jubilarse pasar a cobrar la pensión, pero seguir realizando trabajos más o menos puntuales e ingresar por ello un salario.

Actualmente, unas 64.000 personas practican en España la jubilación activa, según datos facilitados por la Seguridad Social. Lo que equivale al 1% del total de 6,5 millones de pensionistas jubilados. El Gobierno quiere sumar a más gente y, para ello, pretende cambiar las reglas de acceso a esa jubilación activa e incentivar que aquellos que apuesten por esa dualidad, lo hagan a largo plazo.

¿Cómo funciona la jubilación activa?

Actualmente la jubilación activa es una modalidad que principalmente la ejercen trabajadores autónomos, si bien está disponible también para asalariados. A los primeros les permite mantener una fuente de ingresos adicional vía salario a una pensión que no siempre es boyante en el caso de los trabajadores por cuenta propia. En el caso de los asalariados, es menos frecuente, pero se concentra en profesiones altamente cualificadas, valoradas y difícilmente sustituibles dentro de una compañía.

Para acceder a la jubilación activa el interesado no puede solicitar la jubilación y ya empezar a combinar salario y pensión, sino que debe dejar pasar un año como jubilado para luego poder empezar a ingresar también un salario. Otros requisitos son no haber anticipado la edad de jubilación y haber cotizado los años suficientes para tener derecho a percibir el 100% del importe de la pensión.

Una vez se accede a este status, el trabajador-jubilado puede ingresar toda o parte de su pensión. Si no tiene asalariados a cargo, ingresará un 50% de su pensión; si sí tiene al menos uno, ingresará el 100%.

¿Qué tipo de trabajadores acceden a la jubilación activa?

Hay dos requisitos indispensables actualmente para poder acceder a esta modalidad. Por un lado, no haber anticipado a la edad legal permitida la jubilación, actualmente fijada en 66 años y medio. Y, por el otro, tener cotizados los años suficientes para poder cobrar el 100% de la pensión que le correspondería al interesado.

Aunque más allá de estos requisitos formales, la jubilación activa está pensada para ampliar los ingresos de una persona que está en condiciones físicas para seguir trabajando y a la que le viene bien complementar la pensión.

Es por ello que, según coinciden distintas fuentes consultadas, el colectivo de autónomos es uno de los practicantes de la misma. Habitualmente porque las aportaciones de este colectivo durante su vida laboral, que hasta ahora no estaban ligadas al volumen de ingresos, eran reducidas.

Pocas cotizaciones se traducen en pobres pensiones y escasas para profesionales con altos ingresos y acostumbrados a un nivel de gasto acorde al mismo. Médicos, informáticos, consultores o arquitectos son clientes habituales para gestionar este papeleo que enumera la responsable laboral del Col·legi de Gestors de Catalunya, Aurora Rodés.

¿Qué plantea cambiar el Gobierno?

Desde el Gobierno no están satisfechos con ese pobre alcance del 1% de jubilados que ejercen la jubilación activa y quieren hacer más atractivas sus condiciones. Es por ello que están negociando con patronal y sindicatos una reforma y cuyas últimas propuestas pueden estar sujetas a cambios.

Según lo remitido a los agentes sociales, el esquema que plantea el Ministerio liderado por Elma Saiz pasa por recortar los ingresos a los jubilados activos en los primeros compases, para aumentárselos a medida que se mantiene en activo, según explican fuentes conocedoras de las conversaciones. 

El esquema que plantea es el siguiente: un jubilado activo empezaría cobrando un 30% de pensión y la integridad de su salario en el primer año. Lo que son 20 puntos por debajo de lo que cobraría ahora. Ese porcentaje irá subiendo y en el tercer año se situará en el 50%, tal como está ahora. Y a partir de ahí seguirá subiendo, hasta coronarse en el 100% de pensión y 100% de sueldo.

A ello se añaden dos modificaciones más. Por un lado, se eliminaría la obligación de haber alcanzado el equivalente en cotizaciones al 100% de pensión, lo que permitiría a más gente, sobre todo mujeres a acceder antes a la jubilación activa. Además, el Gobierno quiere permitir a los jubilados activos acceder a los beneficios de la jubilación demorada, es decir, a un plus del 4% sobre su pensión por cada año que decidan seguir trabajando más allá de la edad legal de jubilación. Lo que al principio compensa parte del recorte y al final amplia los ingresos.

Ejemplo práctico: un jubilado que accede a un empleo u ocupación como autónomo con unos ingresos de 2.000 euros al mes y tiene derecho a una pensión de 1.441 euros (la actual pensión media). Dicho jubilado no tiene asalariados a cargo.

  • Ahora, antes de la reforma, cobraría siempre un total de 2.720 euros brutos (2.000 euros de ingresos laborales y 720,5 euros de pensión).
  • Tras la reforma, si las condiciones fueran las que ahora se plantean y partiendo de cálculos muy aproximativos, el primer año cobraría 2.449 euros al mes, el tercero 2.779 euros y a partir del quinto 3.685 euros.

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