Seguridad Social

La hucha de las pensiones vuelve a superar los 7.000 millones de euros, su nivel más alto desde 2018

El pago de nuevas cotizaciones sociales por parte de los trabajadores y el actual boom del empleo alimentan el fondo de reserva

La proporción de trabajadores que se jubila antes de los 65 años baja a mínimos históricos

Pensionistas, en una imagen de archivo.

Pensionistas, en una imagen de archivo. / EP

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El Fondo de Reserva de la Seguridad Social, o más conocido como la 'hucha de las pensiones', vuelve a superar los 7.000 millones de euros. Así lo ha anunciado este lunes el Ministerio dirigido por Elma Saiz, cuyo objetivo para este año es cerrar en una cifra cercana a los 9.000 millones de euros en depósito. Y finiquitar la legislatura con un saldo positivo de 25.000 millones de euros, lo que supondría menos de la mitad del pico alcanzado antes de la crisis del 2008.

Tras una década sacando dinero de la 'hucha' para pagar gastos presentes, desde el año pasado que el Ejecutivo vuelve a alimentar la esquilmada reserva. Esta alcanzó su pico de máxima bonanza en 2011, cuando llegó a acumular 66.815 millones de euros. Y, a fecha de 31 de mayo de este curso, reunía 7.022 millones de euros.

El Ejecutivo está logrando aportar de nuevo ingresos a ese depósito -diseñado para amortiguar parte de la jubilación del 'baby boom'- gracias a las nuevas cotizaciones sociales, introducidas en la última reforma de pensiones. En año y medio de vigencia, el conocido como Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) ha aportado a las arcas públicas un total de 1.373 millones de euros. Este consiste en un incremento de las cotizaciones sociales equivalente al 0,7%, que costean tanto trabajador como empresario, si bien mayoritariamente recae sobre el segundo.

No es el único gravamen que incorpora la reforma de las pensiones aprobada durante la pasada legislatura y enfocada a seguir alimentando la 'hucha' para cuando el número de jubilados vaya creciendo y creciendo, una vez la capa de empleados que hoy tienen entre 50 y 60 años pase al retiro. Y es que esta generación es sustancialmente más numerosa que las precedentes y requerirá de mayor esfuerzo económico para costear sus prestaciones.

Es por ello que, a partir del año que viene, entra en vigor la bautizada como 'tasa de solidaridad', que es un impuesto cobrado a los salarios más altos sobre la parte de su nómina que actualmente está por encima de las bases máximas y se queda sin cotizar.