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Inditex se asocia con el fundador de ChatGPT para cultivar algodón sostenible en laboratorios

Marta Ortega reivindica el "alma" de los 160.000 trabajadores como clave del éxito de la compañía

La presidenta de Inditex, Marta Ortega, durante la junta de accionistas de la compañía

La presidenta de Inditex, Marta Ortega, durante la junta de accionistas de la compañía / EP

EFE | M. R.

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El grupo textil español Inditex ha anunciado su entrada en el capital de Galy -una 'start-up' o empresa emergente fundada en 2019 en Estados Unidos por el creador de ChatGPT, Sam Altman- que está desarrollando un innovador proceso de cultivo de algodón en laboratorio con el objetivo de producir material sostenible.

Así lo ha revelado este martes el consejero delegado de Inditex, Óscar García Maceiras, durante su intervención en la junta general de accionistas celebrada en Arteixo (A Coruña), donde ha destacado el compromiso de la compañía en materia de sostenibilidad e innovación.

García Maceiras ha recordado que el objetivo que persigue Inditex es que el 100 % de sus materias primas, de sus fibras, sea más sostenibles a 2030.

Por lo pronto, a finales de 2023, más del 50 % de las materias primas que incorporaba a sus colecciones procedían del reciclaje o del cultivo orgánico o regenerativo.

Para alcanzar esta meta, Inditex ha accedido al capital de Galy, que "está desarrollando un innovador proceso para el cultivo en laboratorio de algodón a partir de células de la citada plantas", ha añadido.

"No es posible la transformación sostenible de nuestro sector sin innovación y no es posible la innovación sin colaboración", ha añadido García Maceiras, que se ha referido a otros acuerdos, como el suscrito con la finlandesa Infinited Fiber para comprar fibra textil reciclada.

En su página web, Galy se autodefine como una iniciativa que pretende salvar el planeta a través de la transición hacia una agricultura celular, con un método para cultivar algodón de forma artificial.

Fundada en la primavera de 2019, la 'start-up' sufrió un año más tarde los efectos de la pandemia del coronavirus, a pesar de lo cual consiguió establecer su primer laboratorio en propiedad, y llegó a ser premiada por la Fundación H&M.

Galy, que ha tenido que ampliar oficinas en EE.UU. y Brasil al pasar de ocho a más de 50 empleados, también ha sido reconocida en los premios a la innovación organizados por el grupo francés de artículos de lujo LVMH en la categoría de sostenibilidad. 

Marta Ortega reivindica el “alma” de la plantilla como clave del éxito de la compañía

Si en Junta General de Accionistas de Inditex del año pasado, la palabra que resumió la intervención de la presidenta, Marta Ortega, fue magia -la repitió en siete ocasiones-, en la de hoy, fue alma. Insistió en ella ocho veces, durante su intervención de algo más de cinco minutos, para destacar que esa alma, representada por los más de 160.000 empleados que tiene la compañía, es la clave del éxito de la multinacional. Ortega comenzó su discurso destacando que en 2023, “la capacidad de superación que caracteriza a Inditex ha sido, una vez más, la clave para enfrentar los grandes retos de nuestro negocio intensificados por el complejo entorno en que vivimos”.

“Creemos firmemente que la clave para enfrentar estos retos no está por inventar, sino que es la misma que nos ha traído hasta aquí y que indiscutiblemente es el alma que tiene esta compañía. Una alma formada por más de 160.000 personas que miran al futuro aprendiendo del pasado. Una alma llena de contrastes que la definen. Una alma que nos llena a todos de orgullo”, destacó.

De nuevo, la presidenta de Inditex, en su tercera Junta General de Accionistas tras acceder al cargo, volvió a insistir sobre las personas que trabajan en la compañía y que representan ese “alma” de la empresa que fue el hilo conductor de su intervención. “Creemos en nuestra gente, tanto en la que se acaba de incorporar como, por supuesto, a los que llevan toda una vida con nosotros. Esa es el alma que la hizo nacer cuando la fundó el señor Ortega y la que la ha mantenido viva desde entonces por todos los que la han alimentado y hecho crecer. Y con esa alma seguimos adelante”, sentenció.

Al final de su intervención tuvo palabras de reconocimiento para Anne Lange, que abandona el consejo al concluir el 14 de julio su mandato de cuatro años, un periodo que la junta redujo a partir de ahora a dos ejercicios para los nuevos consejeros. Ni la presidenta ni el consejero delegado, Óscar García Maceiras, se refirieron a la salida, hace menos de un mes, de Pablo del Bado, director general de Pull&Bear, tras 45 años en la multinacional.

En su presentación, Maceiras destacó que Inditex es un tractor de la actividad de sus proveedores, más de 6.000 en España que les facturan casi 6.900 millones, y también como generador de trabajo: más de 155.000 empleos en España sumando los directos, indirectos e inducidos. En caso de Galicia, la cifra alcanza las 78.000 personas.

Nuevos consejeros

Como acostumbra a ser, la Junta General de Accionistas de Inditex, que duró 88 minutos, fue una balsa de aceite. Se aprobaron los diez puntos del orden del día por mayoría. No en vano, Amancio Ortega cuenta con casi el 60% del accionariado.

Los accionistas validaron el nombramiento de la expresidenta de Sareb, Belén Romana, como nueva consejera independiente, así como la renovación de Denisse Kingsmill, también como independiente. Además, se votó y aprobó el nombramiento como consejera dominical de Flora Pérez, que ha representado durante las dos últimas décadas en el consejo a Pontegadea, el brazo inversor de su marido Amancio Ortega. El cambio se debe a que, tras la modificación hace tres años de la ley de sociedades de capital, los consejeros de las compañías cotizadas tienen que ser personas físicas, por lo que la multinacional ha optado por nombrarla consejera dominical.

También se aprobaron las cuentas del pasado ejercicio, que fue el mejor año de la historia de Inditex. El beneficio superó los 5.000 millones y la facturación se acercó a los 36.000, casi 100 al día.

Y, por último, los asistentes a la junta autorizaron el reparto del dividendo correspondiente a 2023 por importe de 1,54 euros, cuyo primer pago -de 0,77 euros- se abonó el pasado 2 de mayo y el segundo está programado para el 4 de noviembre. En total, supondrá el pago a los accionistas de 4.800 millones, el más alto de la historia, de los que Amancio Ortega se embolsará 2.844.

En el salón de actos de la sede de Inditex en Arteixo estuvieron presentes 289 accionistas, aunque en la junta participaron 4.438, que representaban el 89,65% del accionariado.