Inditex

Marta Ortega reivindica el "alma" que representan sus 160.000 trabajadores como clave del éxito de Inditex

La Junta General de Accionistas del grupo fundado por Amancio Ortega aprueba por mayoría los diez puntos del día, entre ellos la elección de la expresidenta de Sareb, Belén Romana, como consejera independiente

La presidenta del gigante textil, Marta Ortega, y el CEO del grupo, Óscar García Maceiras.

La presidenta del gigante textil, Marta Ortega, y el CEO del grupo, Óscar García Maceiras. / CARLOS PARDELLAS

Manolo Rodríguez

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Si en Junta General de Accionistas de Inditex del año pasado, la palabra que resumió la intervención de la presidenta, Marta Ortega, fue magia -la repitió en siete ocasiones-, en la de hoy, fue alma. Insistió en ella ocho veces, durante su intervención de algo más de cinco minutos, para destacar que esa alma, representada por los más de 160.000 empleados que tiene la compañía, es la clave del éxito de la multinacional. Ortega comenzó su discurso destacando que en 2023, “la capacidad de superación que caracteriza a Inditex ha sido, una vez más, la clave para enfrentar los grandes retos de nuestro negocio intensificados por el complejo entorno en que vivimos”.

“Creemos firmemente que la clave para enfrentar estos retos no está por inventar, sino que es la misma que nos ha traído hasta aquí y que indiscutiblemente es el alma que tiene esta compañía. Una alma formada por más de 160.000 personas que miran al futuro aprendiendo del pasado. Una alma llena de contrastes que la definen. Una alma que nos llena a todos de orgullo”, destacó.

De nuevo, la presidenta de Inditex, en su tercera Junta General de Accionistas tras acceder al cargo, volvió a insistir sobre las personas que trabajan en la compañía y que representan ese “alma” de la empresa que fue el hilo conductor de su intervención. “Creemos en nuestra gente, tanto en la que se acaba de incorporar como, por supuesto, a los que llevan toda una vida con nosotros. Esa es el alma que la hizo nacer cuando la fundó el señor Ortega y la que la ha mantenido viva desde entonces por todos los que la han alimentado y hecho crecer. Y con esa alma seguimos adelante”, sentenció.

Al final de su intervención tuvo palabras de reconocimiento para Anne Lange, que abandona el consejo al concluir el 14 de julio su mandato de cuatro años, un periodo que la junta redujo a partir de ahora a dos ejercicios para los nuevos consejeros. Ni la presidenta ni el consejero delegado, Óscar García Maceiras, se refirieron a la salida, hace menos de un mes, de Pablo del Bado, director general de Pull&Bear, tras 45 años en la multinacional.

En su presentación, Maceiras destacó que Inditex es un tractor de la actividad de sus proveedores, más de 6.000 en España que les facturan casi 6.900 millones, y también como generador de trabajo: más de 155.000 empleos en España sumando los directos, indirectos e inducidos. En caso de Galicia, la cifra alcanza las 78.000 personas.

Como acostumbra a ser, la Junta General de Accionistas de Inditex, que duró 88 minutos, fue una balsa de aceite. Se aprobaron los diez puntos del orden del día por mayoría. No en vano, Amancio Ortega cuenta con casi el 60% del accionariado.

Los accionistas validaron el nombramiento de la expresidenta de Sareb, Belén Romana, como nueva consejera independiente, así como la renovación de Denisse Kingsmill, también como independiente. Además, se votó y aprobó el nombramiento como consejera dominical de Flora Pérez, que ha representado durante las dos últimas décadas en el consejo a Pontegadea, el brazo inversor de su marido Amancio Ortega. El cambio se debe a que, tras la modificación hace tres años de la ley de sociedades de capital, los consejeros de las compañías cotizadas tienen que ser personas físicas, por lo que la multinacional ha optado por nombrarla consejera dominical.

También se aprobaron las cuentas del pasado ejercicio, que fue el mejor año de la historia de Inditex. El beneficio superó los 5.000 millones y la facturación se acercó a los 36.000, casi 100 al día.

Y, por último, los asistentes a la junta autorizaron el reparto del dividendo correspondiente a 2023 por importe de 1,54 euros, cuyo primer pago -de 0,77 euros- se abonó el pasado 2 de mayo y el segundo está programado para el 4 de noviembre. En total, supondrá el pago a los accionistas de 4.800 millones, el más alto de la historia, de los que Amancio Ortega se embolsará 2.844.

En el salón de actos de la sede de Inditex en Arteixo estuvieron presentes 289 accionistas, aunque en la junta participaron 4.438, que representaban el 89,65% del accionariado.