LÍDER EN SOLITARIO DE LA LIGA

Flick firma el arranque perfecto de la Liga: 9 puntos de 9

Dani Olmo cambia el destino del Barça en Vallecas (1-2)

Hansi Flick, el técnico del Barça, en Vallecas durante el encuentro contra el Rayo.

Hansi Flick, el técnico del Barça, en Vallecas durante el encuentro contra el Rayo. / Afp

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A Hansi Flick no le gustan las rotaciones. Y masivas, menos aún. Solo hay que ver sus tres primeras alineaciones como entrenador del Barça. Un cambio introdujo en el once ante el Athletic (Pedri por Marc Casadó) con respecto al que ganó en Mestalla. Un solo cambio también efectuó en Vallecas (Gerard Martín por Balde) en relación al que se estrenó en Montjuïc. Ni rotaciones hizo, aunque terminó remontando para ganar en Vallecas (1-2).

Ni tampoco suele hablar en las pausas de hidratación a la media hora de partido. Observa, analiza, escruta y disecciona lo que sucede delante de sus ojos y emite, en inglés, por supuesto, mensajes cortos. Así ocurrió en Valencia.

Mala primera parte en el debut liguero resuelta después. Así se repitió, y para peor incluso, frente al Rayo Vallecano completando los peores 45 minutos de la ‘era Flick’. De la brevísima ’era Flick’. Y se enfadó el alemán en el descanso para despertar a su adormilado Barça.

Los jugadores del Barça felicitan a Dani Olmo tras marcar el 1-2 del Barça en Vallecas al Rayo Vallecano.

Los jugadores del Barça felicitan a Dani Olmo tras marcar el 1-2 del Barça en Vallecas al Rayo Vallecano. / Afp / Pierre-Philippe Marcoua

Dani Olmo multiplicó todo

A veces, el fútbol es más sencillo de lo que se cuenta. O lo que se ve. Un solo cambio (Dani Olmo por Ferran Torres en el descanso) ejerció, en realidad, un efecto multiplicador transformando a un equipo triste y perezoso en un conjunto alegre, divertido y con tanta presencia ofensiva que el Rayo levantó la bandera blanca. Había dominado en la primera mitad, pero claudicó en la segunda coincidiendo con la aparición del fichaje estrella del verano azulgrana.

A Olmo le habían quitado dos partidos (Valencia y Athletic) encarcelado en los problemas económicos siendo un espectador del juego del Barça. Emergió en Vallecas con una autoridad indiscutible, más allá de que estrelló un balón en el larguero con un imponente derechazo. No es lo que hizo sino lo que causó con su delicado fútbol, conectado al instante con la dulzura de Lamine, unido a la agresividad ofensiva de Raphinha. Entonces, todo se puso en orden. Los extremos ensacharon el estrecho Vallecas y el Rayo asistió al soberbio festival de Dani Olmo.

Gerard Martin debutó como titular en Vallecas ante el Rayo como lateral izquierdo del Barça.

Gerard Martin debutó como titular en Vallecas ante el Rayo como lateral izquierdo del Barça. / Afp

Y debutó como titular Gerard Martín

No estaba en los planes iniciales del Barça. Pero a Flick le gustaba tanto lo que vio en los primeros entrenamientos que se llevó a Gerard Martín a la pretemporada de Estados Unidos. Allí le convenció el exlateral zurdo del Cornellà que lo hizo debutar en Mestalla (26 minutos) y luego en Montjuïc contra el Athletic (un minuto y ya en el tiempo añadido jugó). De ahí a la titularidad para un defensa, de 22 años, que ha llegado al primer equipo, siendo titular en Vallecas sin haber pasado por la cadena de producción de La Masia.

Jugó la pasada temporada en el Barça Atlètic (41 partidos de 42 y en los 41 jugó los ¡90 minutos!), completando un Erasmus con Rafa Márquez que le abrió las puertas de la elite. Quiso Flick darle descanso a Balde y no le tembló el pulso poniendo en un campo angosto y complejo como es Vallecas a Gerard Martín, a quien suplió en la segunda parte para darle otra vez vuelo a Balde.

Pedri celebra su gol, que fue el 1-1 del Barça al Rayo en Vallecas.

Pedri celebra su gol, que fue el 1-1 del Barça al Rayo en Vallecas. / Afp / Pierre-Philippe Marcoua

Extremos abiertos, goles de segunda línea

Tras una lamentable primera mitad, Flick jugó con extremos para abrirle el camino a los jugadores de la segunda línea. Interiores que llegaron desde atrás para remontar un partido que tenía perdido el Barça. Pedri conectó con Raphinha en la banda izquierda para sellar el 1-1 pisando el área de forma furtiva sin que ningún jugador del Rayo lo detectara. Algo así ocurrió en el 1-2, en el tanto de Dani Olmo. La jugada nació de Balde transformado en un singular lateral derecho, dejando lapelota para que Lamine Yamal, el extremo derecho, descubriera a Olmo. El valor de los extremos y los goles de los interiores.