LA FIESTA DE LOS CAMPEONES

España celebra la Eurocopa perfecta de una generación a la que se le pide más: "Es solo el principio"

Los campeones de la Eurocopa se dieron un baño de masas en Madrid, donde lo único gélido fue el saludo entre Pedro Sánchez y Carvajal

240715EFE_Sergio P�rez_201645190.jpg

240715EFE_Sergio P�rez_201645190.jpg

Denis iglesias

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Después de una Eurocopa perfecta, a la invencible selección española se le pidió más. A un grupo capaz de derrotar a todos los campeones del mundo se le exigió durante la celebración que desbordó Madrid que cada dos años, cuando se celebran los grandes torneos de selecciones, las calles se tiñan de rojo. Se terminó el perfil bajo con el que el grupo de Luis de la Fuente afrontó el torneo de Alemania, a pesar de llegar al mismo como campeón de la Nations League.

"Queremos más", reivindicó Pedro Sánchez, presidente de España, a quien Carvajal saludó con un frío gesto. Lo único gélido en una noche donde la mejor selección de Europa encandiló a la afición que escoltó un autobús con este lema: "Solo es el principio". Queda escrita la ambición para una generación que volvió a coronarse doce años después. Demasiado tiempo para un país que solo se entiende a través del fútbol. Así lo demostraron las camisetas del pasado y presente, de clubes y selección, que representan la misma aspiración de conquistar el futuro que les pertenece a los Lamine Yamal y Nico Williams. Dos nombres propios de una selección difícil de definir con adjetivos.

Morata: "Gibraltar es español"

Pero fue "un padre de familia de 26 jugadores", Álvaro Morata, capitán de la selección, el maestro de ceremonias en Cibeles. "¡Somos campeones de Europa! Cuatro veces. Ha sido porque todos vosotros habéis creído y nosotros lo hemos notado", reivindicó el capitán, una condición de la que se siente "muy orgulloso". Un jugador siempre cuestionado quiso sacar pecho en el mejor de los escenarios, como líder de una escuadra única que ha maravillado al mundo.

"Mirando la cara uno a uno me siento representado con vosotros. A veces la meto, a veces no, pero siempre me dejo la vida para conseguir esto. Yo sabía que mis compañeros eran muy buenos. Gracias también a todos los que no han podido estar en Alemania, pero nos han ayudado. Todos hemos crecido viendo a Torres, a Xavi, a Iniesta... Ellos nos han enseñado cómo se lucha y cómo se trabaja para esto", finalizó Morata para después llamar uno a uno a sus compañeros.

Un desfile de talentos a la altura de la celebración que hizo las delicias de los miles de seguidores. Cada jugador con su canción, con el delantero reencarnado en Pepe Reina para presentar al 'Teniente' Vivian, 'Guante de oro' Raya, 'Puyol' Merino... Y un recuerdo para el rival al que vencieron en la final. "Gibraltar es español", fue el modo más directo y políticamente incorrecto que encontró Morata para dirigirse a los de Southgate.

La jornada festiva empezó desde que la selección aterrizó en Madrid alrededor de las 15:00 horas. Como ha sido habitual durante el torneo, encabezó la expedición Pedro Rocha, presidente de la Federación, escoltado por Álvaro Morata, capital de la selección, y Luis de la Fuente, técnico del combinado nacional. La primera parada tuvo lugar en La Zarzuela, donde la expedición fue recibida por la familia real española. "Hay futuro. Gracias por jugar como lo hacéis, no solo técnicamente, también por la alegría que os caracteriza como grupo", aseguró Felipe VI, acompañado de la reina Letizia y las dos infantas, Leonor y Sofía, ataviadas con sendas camisetas de la selección con el dorsal '10' que en Alemania portó Dani Olmo. Han renovado, como tantos de su edad, el recuerdo de la Eurocopa de 2012. 

"Gracias por cómo nos apoya siempre. Nos hace muchísima ilusión darle esta camiseta que es la de Reyes de Europa 4", respondió Morata. Fue uno de los jugadores más liberados con el triunfo de Berlín. Su madre, Susana Martín, dio la cara por él en la celebración. "He vivido, como cualquier madre, que hablen mal e injustamente de su hijo. Respeto que Álvaro no guste como jugador, pero como persona, sin conocerle, no lo admito. No conozco a nadie que hable mal de él. Me duele muchísimo. Es muy injusto", defendió.

Las madres, un pilar fundamental en cualquier éxito deportivo, reforzado en el caso de la selección española. "Nico Williams tiene mucho respeto por todo y por todos. Eso me gusta mucho. Iñaki no le echará más broncas después de la medalla", dijo con orgullo Maria Williams, la madre del jugador del Athletic. Uno de los miembros de una cuadrilla en la que estuvieron Lamine Yamal, Fermín y Gavi, presente en los festejos, como en la final, pese a no participar en la Eurocopa por lesión.

La Cibeles se llenaba a pesar de las altas temperaturas. En cuanto se permitió el acceso al perímetro se desataron las carreras para conquistar el mejor sitio desde varias horas antes de la llegada de los campeones. Pero también todos los puntos de un recorrido sembrado de muchas camisetas recientes, donde el dorsal '19' era el mayoritario, porque el grueso de la hinchada que se echó a la calle se aproximaba a la edad de Lamine Yamal, con el que más empatizan. Un referente generacional, pero no el único de un grupo asentado en la polifonía de voces. La clave de un nuevo triunfo continental doce años después de la Eurocopa 2012, de la que sobrevive Jesús Navas, quien ha cerrado su propio círculo.

Frío saludo

Antes de la esperada reunión con la afición en Cibeles, la selección acudió a La Moncloa, donde los internacionales fueron recibidos por Pedro Sánchez y un grupo compuesto, según RTVE, por familiares de funcionarios de La Moncloa. Tuvieron el privilegio de sacarse fotos con los campeones, algo que ningún otro aficionado pudo hacer más que desde la distancia. Como la que hubo entre Dani Carvajal y el presidente español. Su frío saludo fue la imagen del último de los actos protocolarios. No hubo contacto visual entre el mandatario y el jugador del Real Madrid. El gesto fue repetido por Joselu, cuñado del que fue su compañero el año pasado en el Bernabéu.

Carvajal, uno de los capitanes de la selección, fue cuestionado en una entrevista con 'Cadena Ser' por las declaraciones de Mbappé, con quien compartirá vestuario esta temporada, por su llamada a votar en las elecciones francesas para frenar la ultraderecha. "Como jugador me mantengo al margen de mi ideología política. En toda mi carrera lo he hecho y lo voy a seguir haciendo. Al final el voto de cada uno es privado", argumentó.

"Gracias por haber dado la mejor versión de España. Por las remontadas, por el espíritu de equipo. Hay veces en las que no gana el mejor, pero esta vez la selección ha jugado de cine. Sois los primeros con cuatro Eurocopas y con pleno de victorias ante las grandes potencias europeas", aseguró Pedro Sánchez, quien calificó como "formidable" la victoria frente a Inglaterra. "El deporte transmite muchos valores, y lo más relevante que hemos visto es el espíritu de equipo. El problema es que queremos más. Tenemos el Mundial en España. Os deseo lo mejor", finalizó el presidente, contra el que también algún cántico aislado en Cibeles.

Pero la alegría fue el sentimiento dominante en una plaza donde algunos hicieron negocio con la venta de banderas y bebidas. De un simple vistazo se plasmó la convivencia de clubes que ha reinado durante esta Eurocopa. Camisetas del Real Madrid, FC Barcelona, Atlético o la de Mikel Oyarzabal, capitán de la Real Sociedad y autor del tanto de la victoria en Alemania.

En el autobús descapotable, euforia contenida con la que asimilar un éxito absoluto que vendrá cargado de exigencia. "Es sólo el principio", rezó el mensaje que presidió el vehículo de la celebración. Un claro mensaje para el Mundial 2026, Eurocopa 2028 y el Mundial 2030 del que España será anfitrión. Para entonces, Lamine Yamal tendrá 23 años y Nico Williams no llegará a la treintena. Imposible no ilusionarse y pedir que Alemania sea el principio de otra maravillosa trilogía como la que entre 2008 y 2012 enamoró a todo un país.