ESPAÑA - INGLATERRA (2-1)

España regresa al paraíso

La selección española conquista la Eurocopa tras derrotar a Inglaterra con goles de Nico y Oyarzabal y se entroniza en Europa por cuarta vez

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Celebración de Oyarzabal y sus compañeros de la selección española tras ganar la Eurocopa ante Inglaterra.

Celebración de Oyarzabal y sus compañeros de la selección española tras ganar la Eurocopa ante Inglaterra. / Christopher Neundorf

José Sámano

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España le tiró el fútbol a la cara a su inventor y se entronizó por cuarta vez en una Eurocopa, registro único. Nadie tuvo más motivos para fardar, porque ningún rival tuvo mayor encanto que el equipo de Luis de la Fuente. Nunca hubo un campeón más goleador, nunca hubo un ganador con siete victorias consecutivas, cuatro de ellas ante campeones mundiales.

Un himno al fútbol más recreativo sellado en una noche gloriosa en Berlín por Nico Williams y Oyarzabal, goleadores para la eternidad. España, esa España mancomunada y diversa en la que no hubo quien perdiera el paso, supo gestionar un partido engorroso de entrada, frente a una Inglaterra hermética. Pero esta Roja no padece mal de altura y despegó cuando cogió vuelo con Nico, Lamine y Olmo. Siempre bien arropados por el resto de colegas, hasta que Palmer, en el único momento de apretón inglés, certificó un empate invalidado por Oyarzabal. Inglaterra sigue con una abstinencia de 58 años.  

España se encontró de inicio en una habitación cerrada. A esta Inglaterra no le espanta asumir un papel de equipo crudo, por más que ello desluzca a jugadores como Foden, Bellingham o Kane. Gareth Southgate los prefiere como legionarios. La Roja frente a un dique, con Foden al arresto de Rodri, Bellingham en tareas de intendencia por el sector de Carvajal y Lamine. Por las alas, donde Nico y Lamine ejercen de ventiladores, dos huesos: Walker y Shaw como ventosas de los extremos españoles. Una España más sombría de lo habitual, sin forma de dar puntadas al juego por las orillas, bloqueada por el eje central por Rice y Mainoo como pinzas de Fabián y Olmo.

Una Inglaterra rigurosa

El primer acto transcurrió sin otro aviso en alguna de las áreas que un remate final de Foden que interceptó Unai. De Pickford, el meta inglés, solo había noticias por su recurrente juego en largo. Lamine, inopinadamente timorato tras perder los primeros asaltos con Shaw. Y Nico más agitador, pero con fogueo. Nico y Lamine, Lamine y Nico, estaban por llegar. Llegaron al torneo alemán como novilleros y se fueron con todas las puertas abiertas.

Mikel Oyarzabal celebra su segundo gol con Nico Williams

Mikel Oyarzabal celebra su segundo gol con Nico Williams / Fútbol Fútbol - Euro 2024 - final - España contra Inglaterra - Berlin Olympiastadion, Berlín, Alemania - 14 de julio de 2024 El español Mikel Oyarzabal celebra su segundo gol con Nico Williams REUTERS/Annegret Hilse

Al grupo de De la Fuente le faltaba perspectiva ante un adversario enchiquerado, poco excitante pero muy riguroso con los mandamientos castrenses de Southgate. Una Inglaterra decidida a anularse a sí misma con tal de derogar al rival. Solo lo consiguió en el primer acto.

En la caseta, alguien dio con la tecla en el intermedio. Y eso que el asunto pintaba mal, con Rodri, espinazo español, sin continuidad. Al relevo Zubimendi. Antes de tener carrete el donostiarra, en un parpadeo una España ya con osadía, la Roja más reconocible. Un estupendo servicio de Carvajal permitió a Lamine girarse y dejar a rueda a su carcelero. El azulgrana conectó con su camarada Nico, Olmo, pillo, dejó que la pelota siguiera su curso, y el navarro dio un pase a un rincón de la red de Pickford. Primera ocasión española y bingo.

Como el fútbol es un estado de ánimo, en un santiamén tuvo Olmo el 2-0, pero no afinó el remate. Otra España, ya la España de Nico y Lamine, hoy encumbrados en un fútbol en el que los extremos ya parecían herejes. Al del Athletic se le fue un disparo desde el balcón del área por un dedo, como antes a Morata, jabato pero desajustado ante el gol. Lamine le citó con Pickford, pero al capitán le falta optimismo.

Remar con entereza

De repente, tan angustiada se vio Inglaterra que su técnico operó sin titubeos. A la hora, Kane al cuarto oscuro en favor de Watkins, héroe de la semifinal ante Holanda. Lo del capitán inglés merece un simposio. A unos días de los 31 años, uno de los goleadores más reputados del universo jamás ha levantado un título, ni con sus clubes ni con la selección. Kane, un coleccionista de congojas.

UEFA EURO 2024 final - Spain vs England

UEFA EURO 2024 final - Spain vs England / HANNIBAL HANSCHKE

Mientras el ariete del Bayern rumiaba su mal fario, Pickford fue exigido por Lamine, que, como Nico y Olmo, ya eran esos jugadores expansivos que han lanzado a la Roja. Pero quedaba el descabello. No llegó y se dio un cambio de agujas. Inglaterra se sostuvo hasta que, sin otro remedio, sus jugadores más desequilibrantes por fin hicieron prevalecer lo que valen, se liberaron de las fajas de su seleccionador. Saka, Bellingham y el arrinconado Palmer tocaron los tambores. En un desajuste español, Bellingham asistió a Palmer, que ajustó en la red de Unai un disparo seco. Un azote para la Roja, forzada de nuevo a remar con entereza ante un adversario con distinto colmillo. Nacho tuvo que sustituir al renqueante Le Normand poco antes de que otra vez Pickford frustrara a Lamine. Nada pudo hacer ante la estampa del 2-1.

Olmo enchufó a Oyarzabal, que descargó la pelota hacia el costado de Cucurella. El lateral le devolvió el hilo y el vasco desgarró a Inglaterra. A España le quedaba apretar la mandíbula. Y bien que lo hizo cuando Unai rechazó un cabezazo de Rice y el posterior de Guéhi lo rebañó Olmo bajo el larguero. Un soplido de alivio sentido en toda España. Una España de regreso al paraíso del que se descolgó a partir de 2012. Y que no figuraba en los mejores pronósticos. Quizá hubiera quien googleara para dar con algunos convocados. Hoy no hay quien no sea capaz de recitarlos de carrerilla. Otra España para siempre.