Para salivar

Los mejores restaurantes para una breve escapada al Maresme

Los mejores restaurantes para acercarse a Badalona

Allium: cebolla cremosa

Allium: cebolla cremosa / Sergi Conesa

Cata Mayor

Cata Mayor

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Te proponemos una escapadita gastronómica al Maresme. Da igual si es un sube-baja o si vas de paso. Porque te aseguramos que estos buenos restaurantes justificarán el desplazamiento. ¿Por cuál empezarás? Ah, ¡de nada!

Cuina Sant Pau (Sant Pol de Mar)

Ceviche de vieira con maracuyá y mango.

Ceviche de vieira con maracuyá y mango. / Ferran Nadeu

Raül Balam y su socio Murilo Rodrigues han reabierto el Sant Pau (Sant Pol de Mar) como casa de comidas, con regreso a los orígenes y platos con sello propio. Los platos que concentran y explican la situación son la 'moqueca' de rape (Murilo nació en el interior de São Paulo) y el pulpo a la 'santpolenca' (Raül es jugador local), que en la carta aparecen por separado pero que resulta conveniente comer ambos. Ingenio de pescadores, modos distintos de conjugar jugos y carnes en una cazuela. Pero hay más. Estas son las elaboraciones más destacadas de Cuina Sant Pau.

Allium (Mataró)

El 'pithivier' de pichón de Allium.

El 'pithivier' de pichón de Allium. / Sergi Conesa

Luca Marongiu, que estuvo en Els Garrofers y después en Zero Patatero, ambos en compañía de Gonzalo Rivière, ya ex socio e instalado en La Bendita, combina en su restaurante lo popular con platos singulares con los que demuestra una gran personalidad. Esta la propuesta gastronómica de Allium.

Bar Ocata (El Masnou)

La butifarra negra a la brasa de Bar Ocata (El Masnou).

La butifarra negra a la brasa de Bar Ocata (El Masnou). / Alberto García Moyano

En este lugar de El Masnou al que llaman cariñosamente "el chungo", la oferta es variada y sin florituras narrativas: butifarra clásica, negra, carrillera, lomo, panceta y pollo. Ni todos los días se encuentran lugares con brasa de segundo ni aún menos esos lugares ofrecen semejante calidad de brasa en un menú. Una calidad asimilable perfectamente a cualquiera de los platos ofertados a la carta de los muchos y muy buenos restaurantes de brasa que tenemos en Catalunya. Así se come en Bar Ocata.

La Morera (Mataró)

El bogavante con patatas y huevo.

El bogavante con patatas y huevo. / Anna Mas

En Mataró, en el número 507 de la avenida del Maresme (forma parte del último bloque de viviendas, con la riera de Sant Simó como frontera), este restaurante inesperado a pie de carretera que llevan los hermanos Quintana, con mariscos, grandes botellas y cazuelas de la madre. Así es La Morera.


La Marineta (Mataró)

'Gyozas' de pollo a la catalana. Restaurante La Marineta

periodico

Hace cuatro años, Pere Patuel homenajeó a su madre y a su abuela con este restaurante que recuerda el nombre de su madre y de su abuela, Marina). Desde su pequeño restaurante de Mataró, da a los platos populares un chispazo viajero y refinado. Estos son los platos que probamos en nuestra visita a La Marineta.


El Racó d'en Binu (Argentona)

El Racó d'en Binu, el tiempo detenido: un mini documental

El restaurante que todos dieron por cerrado y que triunfa 54 años después. Un modelo de resistencia y de fe en la propia oferta, sin dejarse contaminar por la cocina dominante de las dos últimas décadas. Así se come en El Racó d'en Binu.


Tresmacarrons (El Masnou)

El chef de Tresmacarrons, Miquel Aldana, con sus padres, Miquel y Chelo.

El chef de Tresmacarrons, Miquel Aldana, con sus padres, Miquel y Chelo. / ALBERT BERTRAN

Situado en un lugar extraño e hiperrealista, en un párking desde el que se otea el mar del Masnou, este restaurante es una propuesta moderadamente clásica en la línea de El Jardí del Vellard, en Caldes d'Estrac, la salita de Rubén Calvo, condiscípulo de Miquel Aldana. El maestro de ambos es Nandu Jubany. Así se come en Tresmacarrons.


El Jardí del Vellard (Sant Vicenç de Montalt)

El Jardí del Vellard, en Sant Vicenç de Montalt.

El Jardí del Vellard, en Sant Vicenç de Montalt. / Josep García

Un pequeño establecimiento con la cocina a la vista, ventanal enorme por el que espiar el atareamiento del chef y su única ayudante. Rubén Calvo (1979) se crió en Sant Pol, estudió en la escuela de hostelería local, se ahumó en cocinas durante una década y regresó a casa. Y esto es lo que hace en El Jardí del Vellard.


Hostal de la Plaça (Cabrils)

Un hotel tranquilo y de trato familiar a apenas media hora de Barcelona. El establecimiento cautivará a quien le guste el 'vintage' auténtico y a quien le pirre la cocina tradicional sin pretensiones pero bien hecha. Aquí te contamos qué platos vale la pena probar en Hostal de la Plaça.

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