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Los mejores restaurantes de Catalunya para montar una excursión

Seleccionamos varios establecimientos más o menos lejos de Barcelona donde disfrutar de una gran mesa

Estos son los restaurantes de Catalunya que debes visitar para una escapada gastronómica

Los mejores restaurantes de hoteles de Catalunya para una escapada de descanso y placer gurmet

El lomo de corzo de Ferreruela.

El lomo de corzo de Ferreruela. / Pau Arenós

Cata Mayor

Cata Mayor

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Muchas veces se pueden combinar dos grandes placeres: escaparse de la gran ciudad y una comida memorable. En este artículo seleccionamos buenos restaurantes más o menos lejos de una urbe como Barcelona para disfrutar de una gran mesa. Son estos.

La cebolla en texturas de Casa Nova.

La cebolla en texturas de Casa Nova. / Pau Arenós

Casa Nova (Sant Martí Sarroca)

El cocinero Andrés Torres, que dirige la ONG Global Humanitaria, y la ceramista Sandra Pérez han convertido su finca con restaurante en el Penedès en un modelo de sostenibilidad. El suyo es un ejercicio de alta cocina cercana que deslumbra aún más si se tiene en cuenta que Torres ha aprendido solo. Esto es lo que cocina en Casa Nova.


El tartar de zanahoria de L'Indret.

El tartar de zanahoria de L'Indret. / Jordi Otix

L'Indret (Terrassa)

El mérito de Pol Pratcorona es enorme: en 50,2 metros cuadrados de una callecilla de Terrassa defiende una cocina importante que irá a más. "No he necesitado hacer croquetas ni servir jamón para que funcione. Los platos son un recorrido por mi vida. Son de mi trayectoria. Son de mi libreta", explica. Y esto es lo que hay en su libreta, es decir, en la carta de L'Indret.


El tartar con huevo de mostaza del Colmado 1917.

El tartar con huevo de mostaza del Colmado 1917. / Jordi Otix

Colmado 1917 (Terrassa)

Marc Dinarés y Belén Lapeña defienden en Terrassa uno de los espacios gastro más pequeños que existen (dispone solo de 18 metros cuadrados, baño incluido) con platos de alta satisfacción. Aquí te contamos cuáles nos han gustado más de la carta de Colmado 1917.


El salmonete con hinojo del Hotel Mas d'en Bruno.

El salmonete con hinojo del Hotel Mas d'en Bruno. / Jordi Otix

Mas d'en Bruno (Torroja del Priorat)

Rodeado de viñedos en el Priorat, Josep Queralt asume el mando de este restaurante con platos vigorosos cortejados por estupendas botellas. "Defendemos el producto de temporada y una cocina catalana de interior", describe el chef sobre la propuesta de Mas d'en Bruno.


Los puerros con tartar de cigala de L'Antic Molí.

Los puerros con tartar de cigala de L'Antic Molí. / Carme Calafat

L'Antic Molí (Ulldecona)

Alta cocina en Ulldecona entregada al proyecto Mans, con una finca de 7.000 m² que abastece al complejo, que en agosto sumará dos décadas y que tiene como gancho gastronómico imbatible el restaurante L'Antic Molí.


El cordero con curri de Ferreruela.

El cordero con curri de Ferreruela. / Pau Arenós

Ferreruela (Lleida)

El restaurante de Gonzalo Ferreruela, que fue jefe de partida de El Celler de Can Roca, cuenta con un amplio y placentero interior en la ciudad de Lleida y con una parrilla que manejan con estrategia y reflexión. Así se come en Ferreruela.


El 'calçot' de Malena convertido en una 'mousse'.

El 'calçot' de Malena convertido en una 'mousse'. / Pau Arenós

Malena (Gimenells)

A una veintena de kilómetros de Lleida, Xixo Castaño y Maria Elena Ruiz siguen en la fe de la vanguardia gastro y han incorporado a los hijos al singular establecimiento. Esto es lo que hacen (y muy bien) en Malena.


El falso tomate de 'mató' de Montserrat y albahaca de La Vella Farga.

El falso tomate de 'mató' de Montserrat y albahaca de La Vella Farga. / Ferran Imedio

La Vella Farga (Lladurs)

Este restaurante forma parte de un hotel de 15 habitaciones rodeado de bosques y prados de Lladurs, en el Prepirineo de Lleida, a un cuarto de hora de Solsona. Ubicado en uno de los varios edificios de arquitectura medieval de este lujoso y tranquilísimo complejo, ofrece un menú degustación ideado por Jordi Llobet y ejecutado por el equipo de Teresa Badrenas. Está basado en la cocina tradicional catalana elaborada con ingredientes de proximidad y temporada; eso sí, con técnicas y presentaciones modernas, de ahí que haya algún que otro trampantojo. Entre los platos destacados, el falso tomate de 'mató' de Montserrat y albahaca, la alcachofa 'coulant' de huevo y trufa, el arroz de pato con cremoso de 'foie' y avellanas, y la costilla a baja temperatura con seta de cardo, remolacha y cacao. El menú cuesta 95 €, pero se pueden pedir platos de la carta.

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