Programa de hospitalidad

El NNYY American Magic abre su base para disfrutar de la Copa América y dar a conocer su tecnología punta

El equipo prepara un programa con tres tipos de visitas, que permiten desde seguir la competición desde la terraza de la base hasta subirse en el Chase Boat, el barco de hidrógeno que vuela a la misma velocidad que el AC75

Tom Slingsby (American Magic): "La presión de ganar la Copa América de vela es para el defensor del título"

Paul Goodison, regatista del equipo norteamericano, en el momento de la salida del equipo o 'dock out'.

Paul Goodison, regatista del equipo norteamericano, en el momento de la salida del equipo o 'dock out'. / American Magic

Glòria Ayuso
Cristina Buesa
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El American Magic New York Yacht Club abrirá su base en Barcelona durante toda la competición de la Copa América de vela, en un programa de visitas que permitirá ver “las tripas” del equipo: su AC75 y cómo se trabaja a diario para mantener en su punto óptimo la velería, los mástiles y demás.

Los visitantes podrán observar a los atletas, ingenieros y diseñadores y el constante esfuerzo de un equipo, uno de los más innovadores de la Copa América, por mejorar el diseño y la aerodinámica del barco

El objetivo del equipo en esta 37 edición de la competición no es solo pelear al máximo para devolver la jarra de las Cien Guineas al New York Yacht Club, sino también “conectar con la ciudad de Barcelona”. Algo que, según explica el canario José Luis Wood “Woody”, miembro del equipo comercial y tres veces olímpico de vela, ya está sucediendo: desde hace dos años, 160 familias norteamericanas están instaladas en Barcelona, y se muestran “enamoradas de la ciudad”. Wood sugiere incluso que, si el equipo estadounidense gana, podrían considerar a Barcelona como una posible sede para la competición nuevamente.

Imagen de las instalaciones de American Magic que abrirá en su programa de hospitalidad.

Imagen de las instalaciones de American Magic que abrirá en su programa de hospitalidad. / American Magic

Programa de hospitalidad

Ahora toca el turno a la base de enamorar también a sus visitantes, para lo que prepara un programa de hospitalidad que ofrece tres experiencias distintas. La primera permite la entrada a la terraza de la base americana, con vistas al campo de regatas, para seguir la competición con explicaciones detalladas de expertos. Una segunda opción consiste en un tour por la base para conocer los detalles del trabajo diario de las 150 personas que integran el equipo, ver la salida de la embarcación hacia el campo de regatas y seguir la competición desde un barco con capacidad para 90 personas. La tercera opción, la más exclusiva, ofrece la posibilidad de almorzar con el equipo, pilotar el simulador y navegar con el Chase Boat, el barco de hidrógeno de acompañamiento, que vuela a la misma velocidad, de hasta 50 nudos, que el AC75.

Los precios de cada opción, eso sí, son para bolsillos aventajados, ya que van desde los 750 a los 5.000 euros en el caso de la experiencia más exclusiva.

El Patriot, el AC75 de American Magic, navegando en el litoral barcelonés.

El Patriot, el AC75 de American Magic, navegando en el litoral barcelonés. / AM

El AC75 más distinto

El AC75 del American Magic es uno de los que marca más la diferencia en diseño: los ciclistas van en posición reclinada y mirando hacia popa, al revés que el resto de los equipos. Con ello, los diseñadores han logrado reducir 25 centímetros el casco, también más fino, para eliminar al máximo la fricción con el agua. “La posición tumbada genera menos potencia en el pedaleo, pero los ingenieros indican que el diseño lo compensa”, explica Woody.

Ingenieros y diseñadores siguen trabajando durante toda la competición para realizar correcciones y mejorar constantemente el rendimiento de la embarcación. “Durante las salidas, las cámaras instaladas van midiendo el comportamiento de las velas y vamos ajustando los sables”, que son el costillar de los paños, así como el mejor encaje con el mástil, con el fin de encontrar la mejor aerodinámica.

La visita permite conocer la fábrica que hay dentro de la base, dirigida por ingenieros del MIT: la máquina usada para coser las velas, la fabricación continua de sables, la zona de harware y de software.

El Chase Boat, la embarcación de hidrógeno de American Magic que alcanza los 50 nudos.

El Chase Boat, la embarcación de hidrógeno de American Magic que alcanza los 50 nudos. / AM

Tecnología y artesanía

“Si los ingenieros requieren una pieza, la fabricamos aquí mismo, con la ayuda de la última tecnología. Se obtienen piezas de carbono que se acaban de forma manual para ajustarlas a los mínimos detalles”, explica Wood. Salir a navegar cada día es esencial para que los ingenieros obtengan nuevos datos y ajusten cada elemento. “En tecnología, por encima de la Copa América no hay nada”, asegura el miembro del equipo.

El hangar donde descansa el AC75 domina la instalación. Cada día el personal prepara la embarcación, a partir de las 6:00 de la mañana, para poder salir a navegar hacia el mediodía. Al regresar, se somete a una minuciosa limpieza y luego se desmontan velas, mástil, foils... para de nuevo ajustar nuevos detalles, que se probarán al día siguiente.