Torre Baró aplaude la película del histórico 'secuestro' de un bus en el barrio: “Que sepan que existimos y que seguimos luchando"

El preestreno de 'El 47', la película de Marcel Barrena sobre el histórico secuestro del bus 47 en el barrio de Torre Baró (Nou Barris) fue un evento destacado con la presencia de altos cargos políticos como el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. No obstante, los verdaderos protagonistas de la premier fueron los propios vecinos del barrio, muchos de ellos figurantes en el 'film', directamente implicados o descendientes de las personas que, en la vida real, formaron parte de la icónica lucha vecinal que relata la película.

'El 47' es una adaptación de la historia de Manolo Vital (interpretado por Eduard Fernández), "héroe de pocas palabras", sindicalista y conductor de TMB que, en el contexto reivindicativo de los años 70, 'secuestró' su propio autobús, el 47, para llevarlo a su barrio, a Torre Baró. Con ese acto de rebeldía, Vital demostró que el transporte público sí podía llegar a esa zona de la ciudad, desabastecida por el Ayuntamiento de la época bajo el pretexto de que las calles eran demasiado empinadas, estrechas e inseguras. Este gesto, que trascendió más allá del distrito de Nou Barris, fue un catalizador para los movimientos y luchas vecinales de la época.

Así lo recuerda Mari Loli Ávalos (56), antigua vecina de Torre Baró invitada a la premier, quien, con 10 años, vivió “el secuestro” en primera persona. “Mi madre dejó a medias la paella y nos metimos todos en el autobús”, relata Ávalos. Después de 46 años, la historia sigue igual de nítida en su memoria: “Cuando vinieron los antidisturbios, nos apuntaron con metralletas. Pensaban que les estábamos tirando piedras porque caían al desprenderse de la carretera cuando pasaba el bus”. Pese a que la policía insistió en que bajaran mujeres y niños del vehículo, nadie lo hizo: “Todos acompañamos a Manolo a comisaría”.

“Ha sido como volver a mi niñez”, explica Ávalos con una mezcla de “emoción, nostalgia y alegría” tras ver en la gran pantalla aquella aventura que tanto marcó a su antiguo barrio. Desde hace 31 años vive en Barberà del Vallès, aunque su familia aún reside en Torre Baró. Además, acudir al preestreno en un autobús -el número 47, no podía ser de otra manera- cortesía de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), junto a su familia y otros vecinos, “se ha sentido como volver a secuestrar el 47”.

El sentimiento general de Ávalos respecto a la película es de “agradecimiento”. Sin embargo, ella y otros vecinos sienten que “al final le han faltado detalles”:“Me gustaría que hubiese sido más larga. Los que vivimos los hechos hemos echado de menos algunas cosas”. Igualmente, Ávalos está “muy contenta” y destaca, entre otras cosas, lo “bien retratada” que está Carmen, la mujer de Vital (interpretada por Clara Segura), quien en la vida real enseñó a su madre a leer y a escribir. En Torre Baró, los vecinos destacan la excepcionalidad de Carmen por su bondad y su labor vocacional de alfabetizar a muchas mujeres en el barrio.

Los vecinos, protagonistas de la historia

Como ya informó este diario, 900 personas se presentaron al primer casting para participar en 'El 47', que, además de filmarse en el distrito de Nou Barris, también se rodó en otras zonas de la ciudad como Collserola, Horta, el Carmel y el propio ayuntamiento de la capital catalana. José Antonio Martínez Vicario (33), antiguo vicepresidente de la Asociación de Vecinos y Vecinas de Torre Baró y uno de los fundadores de Acció Perifèrica, la primera librería transfeminista de Nou Barris, tuvo la suerte de ser figurante “en el día más emocionante, cuando llega el bus al barrio”.

Martínez no estuvo en el secuestro real, pero su padre sí: “Él ya no vive, y ha sido una forma de homenajearlo. Siempre me contaba una y otra vez la historia”. Miembros de su familia paterna, como Vital y muchos de los inmigrantes que llegaron a Torre Baró en la década de los 50 y 60, construyeron “con sus propias manos" sus hogares.

“Hay gente mayor que, tras ver la película, ha llorado al revivir todo aquello”, explica Martínez. “Ellos, los vecinos, son los protagonistas de esta historia. Buscamos referentes fuera cuando los tenemos en el mismo barrio". En relación a su hogar, Martínez remarca la ironía de que al volver a casa del preestreno, la luz estuviera cortada: “Es alucinante. El barrio sigue olvidado”.

Cristina Gutiérrez (52), vecina de Torre Baró y figurante en cuatro escenas de la película, alude a las “muchas mejoras” que sigue necesitando el barrio, entre ellas la movilidad digna que tanto reivindicó Manolo: “En Torre Baró Sud hemos vuelto a los años 70. Hay sitios en los que sigue sin llegar el autobús, otros en los que no hay aceras y también sufrimos cortes constantes de luz".

Con el estreno de la película, Gutiérrez espera visibilidad para su barrio: “Que sepan que existimos y que vamos a seguir luchando.¡Que nos oigan por toda España!”. Seguramente así sea, considera Cristina, pues “hay una gran cantidad de escenas buenísimas” que harán empatizar al espectador con la lucha vecinal de un barrio cuyos vecinos, “con mucho orgullo”, siguen sacando adelante.

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