Un funeral por la cultura popular sustituye la masiva 'cercavila' de las fiestas de Gràcia 2024

Un funeral por la cultura popular que protagonizan las ‘colles de diables’, ‘geganters’, ‘trabucaires’ ‘tabalers’ y varios etcéteras más ha recorrido las calles de Gràcia en protesta por el sorpresivo final que ha tenido el conflicto que enfrenta a la Colla Vella de Diables con la coordinadora que agrupa al resto de protagonistas de pasacalles. Una quizá malmedida solución por parte de la dirección política del distrito (lanzó un últimatum para que zanjaran sus disputas, que a nadie gustó) ha dejado la multitudinaria fiesta mayor del barrio sin programa de cultura popular, algo tan inesperado como insólito.

El Ayuntamiento de Barcelona decidió no desdecirse de su amenaza y se vio en el brete de no conceder permisos para este tipo de actuaciones, imprescindibles, como es obvio, si son espectáculos con fuego.

Para la escala del barrio, la protesta ha sido, sin duda, multitudinaria, entre otras razones porque con los manifestantes se han solidarizado miembros de ‘colles de diables’ de otros puntos de la ciudad (Horta, Clot, Verneda, Sants, Carmel…) e incluso de más allá de los límites del término municipal, como L’Hospitalet de Llobregat.

Con estos mimbres, el funeral ha ido dirigido, por supuesto, contra las autoridades municipales, pero también, que no es poca cosa, contra la postura desafiante de la Colla Vella. Esta, claro, no ha participado en ese desfile que encabezaban una pancarta, Gaudiamus, la bestia icónica de los demonios de la Malèfica del Coll, y un incesante redoble de tambores de entierro.

La protesta no permite vislumbrar en el horizonte cercano, es decir, antes de que finalice la fiesta mayor, una solución. El sentir general de los participantes es que el distrito ha errado el tiro al ignorar que fue la Colla Vella de Diables la que decidió salirse de la coordinadora por desavenencias que, vistas desde fuera, parecen menores.