Adiós a la política

"Hoy no os diré 'que us bombin'": Trias deja el Ayuntamiento de Barcelona con humor y "sin reproches"

El exalcalde pone punto y final a cuatro décadas de carrera con una renuncia definitiva al Ayuntamiento y repartiendo agradecimientos, también a Collboni y Colau, no sin obviar que un pacto "extraño" le negó el mando

Xavier Trias: "Habrá bastante gente que puede optar a ser alcaldable de Junts en 2027"

Trias se despide: "Hoy no os diré que os den"

Jordi Ribalaygue

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"A diferencia de la toma de posesión, no será un día de reproches. Hoy no os diré 'que us bombin'". Xavier Trias, irónico y sosegado en su despedida definitiva de la política, no ha podido obviar el exabrupto con el que desbravó la ira tras cristalizar el pacto entre el PSC, Barcelona en Comú y el PP que le arrebató la Alcaldía en un giro de guion repentino hace un año, después de que Junts ganara las elecciones municipales de 2023. El alcalde de Barcelona entre 2011 y 2015 ha puesto fin este viernes a su periplo en el Ayuntamiento y a una trayectoria que se remonta a la década de los 80 del siglo pasado, declarándose "contento y agradecido", incluso con el alcalde Jaume Collboni y su antecesora, Ada Colau, si bien no ha soslayado la pirueta imprevista que le impidió retomar el mando de la ciudad.

"No pensaba irme ahora, sino dentro de tres años y después de ser alcalde, pero esto no ha sido así", ha admitido. El histórico dirigente ha asegurado que hay gente que lo para en la calle para suplicarle que siga. "Pero hace mucho tiempo que decidí que no sería Biden. No tendría sentido que, si no soy candidato en 2027, me quedé más tiempo aquí", ha aducido.

El exalcalde ha confesado que interrumpir su retiro para presentarse en 2023 fue una decisión "arriesgada", justificada solo porque el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont y otros dirigentes de Junts se lo rogaron. "Me presentaba también porque quería demostrar que podía hacer política de una forma diferente. La verdad es que eso ya no tiene sentido", ha zanjado. "No ha sido así por alianzas extrañas, que aún se me hacen difícil de entender. Esas cosas me hacen dudar de la política", ha advertido.

Xavier Trias se despide del Ayuntamiento de Barcelona

Xavier Trias, durante su último pleno en el Ayuntamiento de Barcelona / Foto: David Zorrakino / EP | Vídeo: EFE

Trias no ha ido más allá de ese desquite. A las antípodas de la rabia que no reprimió tras malograrse su victoria, ahora ha trufado el discurso de cordialidad. Primero, hacia su mujer y sus hijos, presentes entre el público, rodeados del presidente del Parlament, Josep Rull, el secretario general de Junts, Jordi Turull, y otros responsables de la formación. "La política castiga en muchos casos a las familias", ha alertado, sin olvidar que se le acusó falsamente de ocultar 12 millones de euros en Suiza.

También se ha declarado agradecido con trabajadores municipales, escoltas, colaboradores, cargos de Junts y exconcejales de otras fuerzas, como Jordi Portabella y los exalcaldes Joan Clos y Jordi Hereu, entre otros. No ha excluido a Collboni de los parabienes.

"Le quiero dar las gracias. En política tenemos que cultivar que las formas son importantes y mantener las buenas formas", ha defendido. El nuevo presidente del grupo municipal de Junts, Jordi Martí, ha sugerido entregar la Medalla de Oro de Barcelona a Trias. "Es una propuesta pertinente", ha respondido Collboni, que ha alabado a su antecesor por representar "lo bueno y mejor de la política".

Descargado, Trias se ha permitido reconocer que ha comenzado a cultivar afecto por Colau. "Empieza a ser peligroso", ha bromeado. La exacaldesa ha destacado que el nacionalista haya sido "una voz firme en favor de la convivencia" y se ha comprometido a invitarle en la próxima ocasión que se reúnan para comer.

Del acuerdo a la renuncia

En julio de 2023, Trias se preparaba para volver a ser alcalde de Barcelona y gobernar con Ernest Maragall, entonces líder de ERC. Un año después, ninguno de los dos veteranos ediles están ya en el Ayuntamiento. Así de mudable e impredecible puede ser la política: el exdirigente republicano renunció al acta en diciembre pasado y la semana pasada rompió el carné de ERC, tras el feo asunto de los carteles que lo atacaban a costa del Alzheimer que padece su hermano, Pasqual Maragall, el alcalde referencial de la ciudad olímpica.

"Maragall es un señor, un caballero", ha elogiado Trias este viernes. A diferencia del exrepublicano, ha podido protagonizar un adiós menos dramático y plagado de un infrecuente y unámime tono afable, desde los comunes hasta Vox. Pospuesto por los vaivenes del carrusel de elecciones, la renuncia se venía anunciado desde que el nacionalista se desahogó con el sonoro “que les den a todos” en la sesión de investidura, bajo el impacto de que el PSC triangulase una alianza circunstancial a izquierda y derecha para abortar un bipartito independentista

Es la segunda vez que el dirigente de Junts se despide del Ayuntamiento. Ya lo hizo en 2019. Parecía que entonces no habría vuelta atrás. "Les juro que esta es la definitiva", ha prometido Trias, tras una carrera repleta de altos cometidos: fue conseller de Salut y Presidència en los gobiernos de Jordi Pujol, diputado en el Parlament, jefe de filas de CiU en el Congreso durante la mayoría absoluta de José María Aznar y, ante todo, alcalde de Barcelona en los cuatro años que van de la caída del PSC a la irrupción política de Colau.

Trias se marcha del Ayuntamiento con incógnitas por despejar en el futuro de Junts en Barcelona, como ha admitido en una entrevista con EL PERIÓDICO. El edil deja al grupo municipal en manos de Martí y la exvicepresidenta de la Generalitat Neus Munté, nombrada portavoz. Más allá de pilotar el día a día en el Ayuntamiento hasta completar la legislatura, el partido tendrá que resolver quién será el próximo alcaldable después de entregarse por una última vez al liderazgo incuestionable de Trias para relanzarse en la capital.