Tras una avería en abril

Mal olor y depósitos desbordados en el Poblenou por un nuevo fallo en la recogida neumática de basura de Barcelona

Una incidencia "puntual" que puede alargarse hasta el viernes obliga al cierre provisional de los buzones de residuos en calles del distrito de Sant Martí

Atasco de basura en edificios y calles de Barcelona por un cambio en la recogida neumática

Basura acumulada junto a unos depósitos de recogida neumática en la calle de Ramon Turró, en Barcelona.

Basura acumulada junto a unos depósitos de recogida neumática en la calle de Ramon Turró, en Barcelona. / J. R.

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un fallo ha vuelto a dejar inoperativo parte del sistema de recogida neumática de basura del distrito de Sant Martí, en Barcelona. Ya ocurrió a finales de abril, coincidiendo con el cambio de operador al que Urbaser -encargada de la limpieza en Sant Martí y Sant Andreu- subcontrata el mantenimiento y la retirada de residuos del circuito de depósitos subterráneos.

La avería se concentra ahora en el entramado de calles donde el Poblenou y el Front Marítim confluyen. Allí, todos los buzones donde arrojar desperdicios estaban precintados con cintas este lunes por la mañana, también cubiertos con adhesivos que avisaban que las papeleras están “fuera de servicio temporalmente”. 

El Ayuntamiento señala que, en esta ocasión, se trata de una "incidencia puntual" en una subcentral de la red, que ha obligado a anular 68 buzones repartidos en 21 ubicaciones. El consistorio prevé que el sistema se restablezca el viernes, si bien apostilla que se recuperará antes "si el diagnóstico y el nivel de afectación lo permiten".

Hace tres meses, las cañerías del circuito quedaron atascadas dentro de algunos edificios y también en las aceras de diferentes barrios de la franja próxima al Besòs. Entonces, el Ayuntamiento lo atribuyó a la "implantación de un servicio altamente tecnológico" para que la recogida neumática sea "más eficiente" al pasar de manos de la empresa Envac a Urban Refuse Development (URD).

"Es un proceso de cambio muy relevante", destaca el gobierno local. Agrega que la actualización "requiere adaptar todos los procesos" y exige un "período de implantación y consolidación". "Durante estos meses, se han detectado algunas incidencias puntuales que se han solucionado", sostiene el ejecutivo.

Responde que, por ahora, no ha abierto expediente ni ha impuesto sanciones a la compañía prestadora. Alega que aún está "dentro del proceso de implantación de la nueva tecnología". En todo caso, matiza que ha instado a la firma a "cumplir los plazos previstos".

Contenedores provisionales

Vecinos y comerciantes consultados coinciden en que las bocas están clausuradas desde el viernes pasado. Solo en la calle Bilbao hay una veintena de depósitos fuera de uso.

“Pasa con frecuencia. El viernes tuvieron que traer contenedores”, explica el encargado de un bar. El gobierno municipal indica que se han colocado "para continuar dando servicio" y minimizar perjuicios. En cambio, los cajones instalados en algunos bloques -como unos del paseo Taulat- han seguido absorbiendo los residuos sin alteración.

Buzones de recogida neumática desbordados en el cruce de la calle Espronceda con Ramon Turró, en Barcelona.

Buzones de recogida neumática desbordados en el cruce de la calle Espronceda con Ramon Turró, en Barcelona. / J. R.

Contenedores de color gris -para los desechos que no se pueden reciclar- han reaparecido en el Poblenou, cerca de los sumideros inutilizados, pegados a ellos en algún caso. “Pues en mi zona no han puesto. Y hay gente tan incívica que deja la bolsa en el suelo”, se queja una vecina de la calle Lope de Vega. “Es al menos la segunda vez que pasa este año y no me genera mucho problema, pero es una guarrada que haya quien deje la basura en la calle. No me gustaría vivir estos días justo delante de los buzones”, admite otro residente en la zona.

Calor y peste

No cuesta mucho encontrar bolsas de basura arrinconadas junto a los conductos sellados de la retirada neumática en puntos del Poblenou y el Front Marítim. “Vivo justo encima de unos buzones. Con el calor, se genera peste. El mal olor llega a mi habitación”, lamenta una vecina.

Asegura que ha presentado al menos seis reclamaciones al Ayuntamiento en dos meses por el funcionamiento defectuoso del circuito de recogida. “Dicen que está estropeado, sin más. Es verdad que vienen el mismo día o al día siguiente a hacer la retirada, aunque deben hacerla de forma manual”, comenta. La evacuación habitual es por aspiración. “Es una molestia y quiero que la arreglen, no estar llamando cada dos por tres. Y aún suerte que en la escalera contratamos un servicio de desratización… No hemos visto ratas, pero sí cucarachas”, alerta.

Buzones precintados y con basura acumulada en la calle Bilbao, en Barcelona.

Buzones precintados y con basura acumulada en la calle Bilbao, en Barcelona. / J. R.

“¿Mal olor? No es una novedad en el Poblenou", puntualizan en un negocio del barrio. "Ha habido problemas en las dos últimas semanas y los técnicos han venido dos o tres veces”, añaden.

Central de recogida

El movimiento vecinal también se ha percatado del engorro. La Asociación de Vecinos de Front Marítim expresa “preocupación” y reclama que la incidencia “se resuelva lo más pronto posible”. Por su parte, la Asociación de Vecinos del Poblenou afirma que la central de recogida neumática situada en el cruce de la avenida Diagonal con la calle Bilbao desprende una “peste inaguantable” desde “hace semanas”. “El mal olor es más fuerte que el que ya había antes”, compara la entidad.

Uno de los carteles de aviso de buzones de recogida neumática sin servicio en el Poblenou, en Barcelona.

Uno de los carteles de aviso de buzones de recogida neumática sin servicio en el Poblenou, en Barcelona. / J. R.

El Ayuntamiento esgrime que ha exigido que las deficiencias "se solucionen con la menor afectación posible". "Todas se han solucionado con un tiempo de respuesta que no ha requerido poner en marcha un sistema alternativo", agrega.

No todos los habitantes de la zona perciben el percance como una incomodidad. “Me di cuenta el sábado pasado. No genero mucha basura y, al ir a tirarla, me encontré con que los depósitos estaban cerrados. No tuve que caminar mucho para lanzarla. Fue un pequeño contratiempo”, observa el responsable de una relojería.

La trabajadora de una farmacia se muestra más contrariada. “Unos buzones en Ramon Turró llevan tiempo sin funcionar. Hay quien acaba tirando todo en el mismo buzón, hasta que la basura se sale. Provoca mal olor. Supongo que, si se reciclara bien y no se mezclaran las basuras, no pasaría”, deduce.