Hasta 35 años

Barcelona busca arquitectos jóvenes en un concurso mundial para remodelar paredes medianeras

El Ayuntamiento lanza una convocatoria con la Unesco y la Unión Internacional de Arquitectos para que los muros elegidos en cada uno de los distritos se decoren con vegetación y mejoren la eficiencia energética en 2026

Barcelona buscará artistas y arquitectos para decorar 10 grandes paredes medianeras con grafitis y vegetación

Pared medianera con vegetación plantada en un bloque del Poblenou, en Barcelona.

Pared medianera con vegetación plantada en un bloque del Poblenou, en Barcelona. / IRENE VILA

Jordi Ribalaygue

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Barcelona busca a arquitectos nacidos a partir del 1 de enero de 1989 -es decir, con no más de 35 años- para remodelar 17 paredes medianeras en 10 puntos de la capital. Con vistas a la Capitalidad Mundial de la Arquitectura de la que la ciudad será sede en 2026, el Ayuntamiento ha lanzado un concurso internacional junto a la Fundación Mies van der Rohe, la UNESCO y la Unión Internacional de Arquitectos para recabar proyectos hasta el 5 de agosto con los que decorar paredes de aspecto anodino, mejorar la eficiencia energética -por ejemplo, instalando placas fotovoltaicas- y la habitabilidad de los edificios elegidos frente a los efectos del cambio climático -se sugiere la posibilidad de crear ventanas- y plantar vegetación en esas fachadas traseras, desafiando a la gravedad. Algunos jardines colgados de bloques sirven de modelo de lo que se demanda, como uno en la calle Pallars, sembrado con ayuda del plan de remodelación de medianeras que el consistorio inició hace 25 años y que ahora quiere impulsar. 

“Podemos conseguir que la ciudad sea más bonita y también que esté más preparada para afrontar la emergencia climática”, ha manifestado la teniente de alcalde de Urbanismo, Laia Bonet, durante la presentación de la convocatoria para rastrear ideas con las que ennoblecer el flanco de los inmuebles que suele ignorarse. Barcelona contabiliza unas 6.000 paredes medianeras visibles desde la calle. Del total, 348 no quedarán cubiertas por edificios pendientes de erigirse y miden más de 100 metros cuadrados. 

Los inmuebles escogidos tras un acuerdo entre el Ayuntamiento y las comunidades de propietarios se reparten por cada uno de los 10 distritos de la capital, lo que Bonet ha definido como una muestra de “justicia social” y “equilibrio territorial”. Los muros comparten el rasgo de asomarse a una explanada, una plaza o un jardín, lo que las convierte en un gran escaparate para exponer lo que la teniente ha postulado que debe ser “el legado de la capitalidad de la arquitectura”. Están situados en las calles Quetzal, Dante Aliguieri, Agustí i Milà, Nàpols, Rosselló, Pare Rodés, Espronceda, la avenida de Madrid, la plaza de Martina Castells y los jardines de Marià Manent.   

“Pondrá en valor lo que conocemos como espacios olvidados, que hay muchos, pero tienen un potencial enorme para mejorar la calidad de vida y la experiencia de los vecinos que viven en el entorno”, ha enfatizado la concejala. Aparte, Bonet ha anticipado que el Ayuntamiento aspira a que las remodelaciones se extiendan por más bloques de la urbe. El gobierno del alcalde Jaume Collboni ultima un plan pendiente de concreción para promoverlas. La teniente ha expresado que el concurso de arquitectura será el “punto de partida de una apuesta para transformar más medianeras”.  

Operación de 5,3 millones

El Ayuntamiento destina 5,3 millones de euros a la operación. Los fondos sufragarán el 100% de los arreglos excepto en caso de que se abran ventanas y balcones. En ese caso, los dueños tendrán que asumir la mitad del gasto. Las reformas deben culminarse en dos años, con la inauguración de cerca de la veintena de los laterales de fincas rehabilitados “a partir de la primavera de 2026” y a lo largo de los 10 meses del evento mundial que Barcelona albergará aquel año, ha precisado la arquitecta jefe del consistorio, Maria Buhigas.

Detalle de la vegetación plantada en la pared medianera de una finca del Poblenou, en Barcelona.

Detalle de la vegetación plantada en la pared medianera de una finca del Poblenou, en Barcelona. / IRENE VILA

El jurado del concurso reunirá a arquitectos europeos, asiáticos, americanos, africanos y de Oriente Medio, a los que se añaden Buhigas y la directora de la Fundación Mies van der Rohe, Anna Ramos. Los galardonados se darán a conocer tras la Mercè, en una fecha posterior al 25 de septiembre. Se reconocerá a los tres mejores proyectos por cada uno de los 10 emplazamientos, aunque solo se materializará el que obtenga el primer premio en cada caso. “Es una forma de incentivar la participación de los jóvenes”, ha señalado la arquitecta jefe, que ha confiado en que el concurso concite “una gran participación”.  

Buhigas ha explicado que el Ayuntamiento planteó a la Unión Internacional de Arquitectos -organizadores de los actos de la capitalidad- lanzar un concurso para realzar esas paredes secundarias. “Nos parecía importante dejar una huella que reconociera de forma explícita la capacidad de la arquitectura para transformar la vida de la personas. Es como la transformación de la oruga en mariposa: dejamos de hablar de medianeras, que dan ida de provisionalidad, y de repente consiguen la categoría de fachada”, compara Buhigas.

Los daños en la García Márquez

Por otro lado, la arquitecta jefe ha quitado hierro a que la Biblioteca Gabriel García Márquez deba someterse a una rehabilitación estructural para corregir movimientos detectados en el edificio y que han provocado grietas en algunas cristaleras. El centro fue inaugurado hace dos años, la construcción se presupuestó en 9,3 millones de euros y fue galardonado como la mejor biblioteca pública del mundo en 2023. Las obras costarán 478.092,59 euros, contando el IVA, y el equipamiento tendrá que cerrar durante los primeros compases de la reparación, entre el 29 de julio y el 18 de agosto.

"Si revisáramos todos los edificios públicos o privados que se construyen, hay un período de ajustes y de mejora de cosas que no han funcionado. No le daría más importancia", ha rebajado Buhigas. La arquitecta ha subrayado que el inmueble fue construido con madera y ha aludido a las alteraciones que puede sufrir con las variaciones de temperaturas. "Seguramente es un material por el cual veremos que muchos edificios hayan de tener ajustes y mantenimientos porque, a diferencia de la piedra, tiene un comportamiento vivo", ha analizado.

Buhigas ha opinado que se ha reparado en las obras de la García Márquez por la notoriedad que ha adquirido gracias a los reconocimientos que acapara. "Ha chocado por los premios que tiene, pero está al orden del día en edificios que no tienen tantos premios y no tienen el mismo foco mediático. No me quita el sueño", ha zanjado la arquitecta jefe, que ha juzgado "demasiado estricto" calificar los defectos diagnosticados en algunos acabados como "patologías". En todo caso, es el término usado por Suma Arquitectura, autores del diseño de la biblioteca y ahora de los trabajos de rehabilitación.