Establecimientos cerrados

Barcelona solo logra adjudicar ocho de los 28 puestos de mercado subastados para ser reabiertos

El gobierno Collboni admite que los puestos cerrados de la Boqueria crean “sensación de dejadez”

"Nadamos contra corriente": los tenderos de los mercados de Barcelona se debaten entre el derrotismo y la renovación

Una balanza en un puesto cerrado en el mercado de Sarrià, en Barcelona.

Una balanza en un puesto cerrado en el mercado de Sarrià, en Barcelona. / FERRAN NADEU

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

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La última tentativa del Ayuntamiento de Barcelona para reocupar los puestos cerrados que nutren la sensación de vacío en algunos mercados se ha quedado corta. El Instituto Municipal de Mercados sometió a subasta durante un mes la reapertura de 28 espacios sin uso en 10 de las 43 plazas de la capital. En esta ocasión, se han otorgado ocho vacantes, mientras que los otros 20 incluidos en la puja han quedado sin adjudicarse. El consistorio concreta que los que se han concedido son seis tiendas y dos almacenes.  

Se trata del primer concurso que el gobierno del alcalde Jaume Collboni organiza para hacer revivir comercios en los mercados. Se convocan periódicamente, aunque este partía con más locales en liza que los cinco que salieron a la búsqueda del mejor postor el abril pasado. El plazo para optar por alguno de los 21 negocios y siete almacenes en disputa acabó el 4 de diciembre.   

La concejal de Mercados, Raquel Gil, avanzó las primeras cifras este miércoles en la comisión municipal de economía, a preguntas del PP. El Ayuntamiento concreta que, excepto en un puesto traspasado en el Guinardó, los otros cinco que ha colocado los tomarán "emprendedores que hasta ahora no tenían ningún otro negocio en mercados de Barcelona". 

Los precios de salida fluctuaban entre 3.825 euros por un almacén de 8,5 metros cuadrados en el mercado del Ninot y 21.840 euros por una carnicería de 36.40 metros cuadrados en el Bon Pastor. Al margen quedan los pagos del canon mensual y las diferentes tasas.

El Instituto de Mercados indica que ningún licitador se ha presentado por los 20 puestos que se han declarado desiertos. Recalca que, en esos casos, "se empieza un proceso en el que, de manera directa, se pueden adjudicar estos puestos si una persona demuestra interés y presenta la documentación". La condición es ceñirse a los mismos requisitos marcados en la subasta, como el coste, la duración del contrato o los tipos de productos a vender.

El organismo municipal destaca que, mediante esa vía, se puede disponer del establecimiento "en un término rápido de tiempo". De todas formas, Gil agregó en la comisión que seguirán celebrándose subastas para dar salida a los tenderetes vacíos.  

Comida italiana, una tocinería, una pollería...

El consistorio concreta que los puestos que ha logrado ceder son un negocio de especialidades italianas en la Llibertat, una tocinería-charcutería en el Besòs, un establecimiento de productos cárnicos en el Guinardó, así como otro idéntico en Sants, y una pollería con huevería en la Trinitat. También se incluye una tienda de artículos no alimentarios en los exteriores del Ninot.

En ese mismo mercado del Eixample se han concedido dos almacenes. El Instituto de Mercados detalla que pasan a ser de vendedores del Ninot que, "atendiendo al incremento de volumen de sus negocios, tienen nuevas necesidades de incrementar la dotación logística de almacenamiento".

En el capítulo de los que no han encontrado postor, se cuentan una charcutería en el Besòs; una panadería-pastelería, una pescadería, una frutería y un establecimiento sin especialidad prefijada en el Bon Pastor; una pescadería en el Guinardó; un negocio de comida asiática en la Guineueta y otro de la misma clase en el Ninot; una carnicería-charcutería y una pescadería en la Llibertat; una tienda de artículos no comestibles en Sant Andreu; dos almacenes en Sant Antoni y otro par en la Trinitat, así como una frutería y un puesto de encurtidos y pesca salada en ese mercado.

'Paradas' no son tiendas

Los ocho locales subastados concentran 17 ‘paradas’, el vocablo catalán con que el Instituto de Mercados identifica una superficie de cuatro metros de largo por dos y medio de ancho destinado a usos comerciales. Por el contrario, otras 35 han quedado sin concederse. 

Cada negocio suele ocupar de media de dos a tres de esos espacios. No obstante, se ha tendido a agrandar establecimientos en los últimos años, a medida que se desmantelaban puestos. De hecho, 2.091 negocios de alimentación desaparecieron entre el 2000 y el 2022. El Instituto de Mercados defiende que ganar espacio para ampliar tiendas e instalar nuevos servicios es la estrategia a seguir para que las plazas sobrevivan y resulten atractivas frente a los supermercados y las ventas por internet.

“Todo es mejorable y seguramente tenemos que ser más ágiles en la tramitación de las adjudicaciones, pero que no haya duda de que los mercados están funcionado y funcionan bien”, blandió Gil en la comisión. En ese sentido, la concejal defendió la utilidad de montar aulas de cocina en los mercados. “Es un elemento de tracción de gente joven, que garantiza el funcionamiento de los mercados en el futuro”, argumentó.

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