10 medidas

El RACC urge a mejorar el transporte público metropolitano para descongestionar Barcelona

El club pide “replantear” la Superilla, una “red potente” de park&ride, incentivar la compra de vehículos eléctricos y resolver el encaje de taxis y VTC

Autobuses en una calle del centro de Barcelona

Autobuses en una calle del centro de Barcelona / FERRAN NADEU

Meritxell M. Pauné

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El RACC no ve con buenos ojos las políticas de movilidad públicas desarrolladas en Barcelona los últimos 4 años, o como mínimo no aprueba sus resultados. El presidente del club de movilidad, Josep Mateu, ha regañado a las administraciones y en especial al consistorio de la capital catalana por no haber logrado un incremento significativo del uso del transporte metropolitano este mandato, la única vía que considera efectiva para reducir el tráfico motorizado y la contaminación en la ciudad.

En un acto público este miércoles en la Pedrera, y con el periodista Xavi Coral como maestro de ceremonias, Mateu ha pasado revista a las actuaciones realizadas y sin realizar para luego desglosar las 10 recetas del RACC para mejorar la movilidad en el próximo cuadrienio. Para empezar ha contrapuesto el claro crecimiento de la red de carriles bici de Barcelona –70 km nuevos– y zonas de velocidad limitada a 30km/h –unos 200 km–, con el descenso del 10% en el transporte público a causa de la pandemia y la moderada reducción del 4% del tráfico de vehículos privados.

Un contraste que, según el RACC, invita a reflexionar sobre la idoneidad de las políticas implantadas por el gobierno de Ada Colau. No es el único reproche a la alcaldía, a 10 semanas de las elecciones municipales: la corporación se opone también a la Superilla en el Eixample, que pide “replantear”. Sostiene que hay más de 20 obras en perspectiva en arterias de la ciudad hasta 2030 y augura que “aumentarán la congestión y empeorarán los trayectos diarios” si no se coordinan mejor.

El presidente del RACC, Josep Mateu, en la conferencia sobre la movilidad en la Gran Barcelona en la Pedrera

El presidente del RACC, Josep Mateu, en la conferencia sobre la movilidad en la Gran Barcelona en la Pedrera / Manu Mitru

Mateu asume que "en los centros de las ciudades europeas, los coches están desapareciendo poco a poco" y que també sucederá en Barcelona, pero advierte que "hay que acompañar a la gente" en este cambio y en la intermodalidad creciente. "Una persona que antes venía en coche ahora usa tres transportes, quizás coche, tren y bici", ejemplifica.

Más duro ha sido con la superilla y pacificaciones como la de Via Laietana, que ha tildado de "precipitadas" y "sin informar de sus efectos". "No estamos de acuerdo con bloquear la circulación sin dar alternativas", ha zanjado. "El 80% del tráfico en el Eixample viene de fuera la ciudad: a esta gente no se le han dado alternativas y la ciudad no pertenece solo a los residentes", ha afeado. "La superilla será muy buena solución para los que viven en esas calles pero no por los del alrededor –ha añadido–, por ejemplo la calle València recibirá 20.000 coches más".

El presidente del RACC, Josep Mateu, en la conferencia sobre la movilidad en la Gran Barcelona

El presidente del RACC, Josep Mateu, en la conferencia sobre la movilidad en la Gran Barcelona / Manu Mitru

El gran pecado

No obstante, el gran pecado barcelonés de este mandato, ha remarcado Mateu, ha sido el impulso insuficiente del transporte público. Una responsabilidad que comparten Estado, Generalitat, AMB y Ayuntamiento. En este sentido, el RACC propone que en 2030 la “Gran Barcelona”, es decir, la capital y su entorno metropolitano, logre que los días laborables el transporte público cubra el 30% de los desplazamientos. Con especial énfasis en las tres modalidades ferroviarias: Rodalies, FGC y metro. Reconoce el gran potencial del Plan de Rodalies, ya en marcha y con una previsión de inversión de 6.300 millones de euros en 10 años, pero advierte que no se empezarán a notar sus efectos hasta 2025 como mínimo. Por ello, pide apretar el acelerador y desencallar proyectos de todo tipo.

Tanto este plan como la unión de FGC deberían acompañarse, según el RACC, de “una red potente de aparcamientos en las estaciones de tren para captar nuevos usuarios”. El camino lo ha allanado el reciente plan de park&ride de la Generalitat, pero queda lo más importante, que es concretar cada estacionamiento con calendario y presupuesto.

Ciclistas y motoristas desamparados

Asimismo, el RACC reclama también un mejor acompañamiento a los ciclistas y motoristas. Recuerda que el 65% de los que pedalean aseguran sentirse inseguros y un tercio admite desconocer la normativa vial. También recrimina que el Plan de la Moto prometido por el consistorio está pendiente de desarrollar pese a la grave siniestralidad que sufren. En cuanto a la electrificación progresiva del parque automovilístico, apusta por “incentivos a la compra” y más puntos de recarga “dentro y fuera” de la capital.

También pone el dedo en dos llagas. Una: los sharings, materia en la que Barcelona acumula varios fiascos. Propone consensuar un carsharing, modalidad que no ha acabado de cuajar; solventar la atomización del motosharing; unir el bicing metropolitano con el capitalino; y potenciar los patinetes compartidos. Y dos: resolver de una vez el encaje entre taxis y empresas VTC como Uber y Cabify. “Con frecuencia somos cautivos de las amenazas de huelgas cada vez que se acerca un gran congreso”, dice el RACC, que rechaza “expulsar” las VTC. Finalmente urge a mejorar el reparto de mercancías y la última milla y que las administraciones pacten y aceleren grandes obras de futuro como “un aeropuerto intercontinental”, el corredor mediterráneo, los accesos al puerto o las estaciones de Sagrera y Sants.

Suspenso al programa 2019-23

Mateu también se ha evaluado el mandato que ahora acaba en base al grado de cumplimiento de las 45 medidas que el RACC propuso en 2019 para mejorar la movilidad en Barcelona. Considera que la mayoría (el 53%) no se han abordado o no han evolucionado lo suficiente y que una docena (27%) solo se han impulsado un poco, mientras que solo 9 propuestas (el 20%) se han hecho realidad. En definitiva, que el gobierno de BComú y PSC no le hace caso al RACC. "He asistido a muchas reuniones pero hablamos poco, no ha sido fácil hablar con el Ayuntamiento en los últimos años", ha reconocido Mateu. "Nos podemos poner de acuerdo en lo que hay que hacer, pero no coincidimos en el cómo ni en el cuándo", ha resumido.

5 datos sorprendentes sobre los desplazamientos en BCN

El RACC propone reflexionar sobre las necesidades de movilidad en la capital catalana también a partir de 5 datos sobre los desplazamientos de proximidad.

  • Nos movemos más: Hoy 7 de cada 10 vecinos no trabajan en el distrito donde viven. Desde 2015, los que deben alejarse de su domicilio cada día son un 8% más, de los cuales un 5% van a otro lugar de la ciudad y un 3% a otro municipio.
  • Caminar es el transporte rey: 52% de los trayectos en laborable de promedio, que suben al 61% en el Eixample.
  • El coche particular ya es minoría: el 51% de los hogares no tiene ningún automóvil porque no lo necesita o no puede pagarlo.
  • Flota vieja: más de la mitad del total de vehículos empadronados, lo que incluye tanto turismos como motos y ciclomotores, tienen más de una década de antigüedad.
  • Aparcar, qué lío: el aparcamiento está dentro del top8 de preocupaciones de la ciudadanía en todos los distritos de Barcelona menos Nou Barris y Ciutat Vella