Rocío Carrasco, la "semilla del mal" y el fin de la relación con su hija

La hija de Rocío Jurado explica los motivos del nulo contacto que tiene con su hija.

Jesus Briones

Uno de los testimonios más esperados por fin ha empezado a ver la luz: por qué Rocío Carrasco y sus dos hijos, Rocío y David, no se hablan desde hace nueve años. La hija de Rocío Jurado lleva años callada respecto a este tema pero ahora está dispuesta a contarlo TODO y además apoyarlo con pruebas.

En el capítulo 6 de 'Rocio: contar la verdad para seguir viva', se ha centrado en la mala relación con su hijay cómo con 5 años ya veía en ella signos de manipulación por parte de su padre, Antonio David Flores.

En el propio documental, Rocío ha enseñado un informe psicológico pericial que se hizo su hija con cinco años cuando todavía estaba luchando con Antonio David por la custodia. "Seguridad en la relación, temores de separación con rechazo de figuras sustitutivas.... Esa era la imagen que mi hija tenía de mi con 5 años... Mi hija con 5 años se sentía protegida, elegida, querida, esa era la imagen que ella tenía", explica emocionada.

"En este informe queda constancia, es un SOS, de que puede estar siendo influenciada negativamente por el padre y se ve obligada a mentir o a encubrir... Yo nunca le hablo mal a mis hijos de su padre", sigue contando.

Rocío Carrasco seguía leyendo el informe muy emocionada dejando claro que su hija cuando tenía esa edad ya empezaba con "signos de ansiedad e impulsividad, que pueden influir en su rendimiento global". "Ahí ya estaba empezando la semilla del mal, ahí ya estaba haciéndole daño a su hija", explica refiriéndose a la supuesta manipulación de Antonio David Flores hacia sus hijos.

"Es el análisis psicológico de una niña de 5 años que está viviendo una situación terrorífica... Lo fuerte es que mis hijos han crecido con la versión del mundo entero, con esa versión", continúa.

"Ha pasado lo que no tenía que haber pasado nunca, ha conseguido lo que me dijo cuando me separé. Me ha quitado a lo más importante que yo tengo en mi vida que son mis hijos. Me los ha quitado y ha hecho que me odien y que tengan esa imagen de mí, que es mucho más cruel. Les ha hecho partícipes de cosas que no tienen que ser partícipes, ensuciando su mente.... Eso no se hace con dos criaturas pequeñas, con una madre y con nadie", termina Rocío Carrasco.