La no-novia de Iker Casillas es, a lo mejor, un roneo que va a más

María José Camacho estaría intentando desmentir de nuevo a su supuesto churri.

GTRES

Hace solo unos días, tanto Iker Casillas (41) como María José Camacho, viuda del exportero del FC Barcelona Francesc Arnau, salieron rápidamente a sus redes sociales para desmentir los rumores que apuntaban a un roneo entre ellos basado en una serie de fotos que les mostraban en actitud cariñosa a bordo de un barco. El que fuera el portero del Real Madrid quiso desmentir estas informaciones con un contundente mensaje: "¿Nueva ilusión? No. ¿Nueva invención? Sí", escribía en sus redes. Pero... ¿Qué pasa ahora? Ella ha hablado.

La exfutbolista también reaccionó con mucha indignación a las habladurías, pero ahora ha compartido en Instagram una bonita reflexión sobre los sentimientos que ha ido experimentando en las últimas semanas (¿por Iker?). Estas bonitas palabras no han pasado desapercibidas para sus seguidores, quienes las han interpretado como una especie de confesión sobre la supuesta relación sentimental que mantendrían con el ex de Sara Carbonero (38). Uy, uy, uy...

D.R.

"Conocer sin querer y acabar queriendo, sentir mucho en poco tiempo, cruzar miradas, abrazar fuerte… Los reencuentros, dejarte la garganta cantando. Todo vale la pena, incluso lo que duele, son momentos y si no los disfrutas, seguro que algo aprendes. Vivir intensamente la tranquilidad", ha reconocido la que fuera jugadora del Terrassa y de las categorías inferiores del Barça en su insta.

De momento solo se ha pronunciado al respecto María José Camacho mientras Iker Casillas sigue sin decir nada... ¿Aparecerá de nuevo para desmentir?

Hace solo un año, María José Camacho se sinceraba sobre la dura pérdida que sufrió tras la muerte de su marido, de quien se especula que se lanzó a las vías del tren para poner fin a su vida voluntariamente.

"Ojalá hubiese podido despedirme de él. Le diría mil veces te quiero", contaba emocionada en conversación con el diario La Nueva España, poco antes de reconocer que Arnau estaba especialmente estresado en medio de unas semanas de mucho trabajo. "Era ya casi mercado de fichajes y sé cómo funciona, el nivel de llamadas que hay y el estrés que puedes tener. Mi marido era muy perfeccionista. Empezó a dormir peor y yo le veía agobiado, aunque el equipo ya se había salvado. Me comentó algún problema en el trabajo, pero eran cosas normales", reveló sobre el que fuera director deportivo del Real Oviedo.