Mel Gibson estaba demasiado gordo para interpretar a Papá Noel

Atiende.

El último proyecto profesional de Mel Gibson le ha llevado a meterse en la piel de un Papá Noel alcohólico y desencantado con su trabajo, que además tiene que lidiar con el sicario contratado por un niño vengativo como parte del argumento de la comedia navideña 'Fatman'.

La gran ventaja de este papel es que el actor sabía que no tendría que ponerse en forma ni afeitarse su barba antes del rodaje, pero jamás se imaginó que en realidad su aspecto desaliñado acabaría resultando excesivo.

"Estoy razonablemente gordo. Le pregunté a los directores [Eshom y Ian Nelms] si debería de comer más galletas y helado, pero me contestaron que no, que ya estaba perfecto. Me dijeron que la película se llama 'Hombre gordo' y que no hacía falta que estuviera obeso", ha desvelado Gibson en declaraciones al periódico The Sun.

En el fondo, el actor de 64 años no les guarda rencor por sus comentarios porque no se engaña a sí mismo acerca de su actual forma física, que ha cambiado mucho desde la época de 'Braveheart', y sabe que su barriga no tiene nada envidiar a la de Papá Noel. “Estoy lo suficientemente orondo, puedes creerme”, ha bromeado.