Mario Casas ligaba más cuando estaba 'rellenito'

Kiko Rivera frotándose las patitas.

INSTAGRAM

Mario Casas (31) está en plena promoción de su nueva peli 'Bajo la piel de lobo' y ¿qué mejor lugar para promocionar algo que en 'El Hormiguero'? Con esta ya son dieciséis las veces que el actor ha visitado el programa de Pablo Motos convirtiéndose en el famoso que más vecesha pasado por el formato, donde ha hablado de su peli, de sus tatuajes o de lo mucho que ligaba cuando estaba un poco más rellenito.

Mario ha llegado al programa de lo más elegante para contarnos cositas de su nueva peli, pero al final la cosa se ha ido desviando y ha acabado hablando de sus cambios de peso. Y es que en los últimos meses le hemos visto pasar por diferentes volúmenes de cuerpo, de hecho fue para esta peli para la que el actor tuvo que engordar 10 kilos, ganar masa muscular y dar el pego para su personaje, un alimañero que es el último habitante de un pueblo por ahí perdido.

CORDON

Y además confiesa que fue durante esos meses en los que había ganado peso, los meses que más ha ligado: “Ahí estaba como una bestia. Y le gustaba más a las mujeres", haciendo también hincapié en que la peli va dirigida a un público más adulto y menos joven. Pero eso parece haberle durado poco, porque para su nuevo proyecto ha tenido que dejar 12 kilos y dice que ahora no se come un colín.

Pero las confesiones no se han quedado ahí, y el actor ha hablado, por petición de Pablo, de su nueva adicción, el boxeo.Y aprovechando el invento que Marron llevó al programa, el actor dejó caer algún que otro secretito más, pero esto fue después de alucinar con una impresora de tatuajes, que funcionaba con una aplicación de móvil donde elegías tu diseño y luego la maquinita te lo imprimía en la piel.

CORDON

Se puede hacer uno hasta el tatuaje más ridículo sin miedo porque son temporales, un poquito de jabón y listo, y esto fue exactamente lo que llevó a Mario a mostrar dos de los tatuajes que se hizo en un pasado por amor. Según cuenta él mismo, se enamoró de una persona y pensó que sería para toda la vida así que se tatuó un corazón en el antebrazo por ella.

La cosa no salió como Mario esperaba y al final no cuajó, y mientras Pablo y Marron le animaban, él volvió a irse de la lengua y confesó que volvió a hacerlo otra vez con otra chica (vamos que nuestro Mario es de esos que busca la piedra para tropezar) y no, esta vez tampoco fue demasiado bien. Y aunque las novias ya no estén con él, los tatuajes siguen a su lado porque esos sí que eran de verdad.

CORDON

Ay este Mario... Esperemos que conociendo este invento te eches a la tinta temporal cuando quieras hacerte un tattoo en honor a tus novias, que luego pasa lo que pasa y la cosa se queda ahí... ¡Para siempre!