A Keira Knightley le da 'yuyu' envejecer

Normal querida, normal.

Keira Knightley, en la fiesta de Chanel Fine Jewellery.

A lo largo de su carrera Keira Knightley ha criticado en un sinfín de ocasiones los duros estándares a los que se enfrentan sus compañeras de profesión y ella misma en relación a su aspecto físico, y lo nocivo que pueden llegar a resultar los comentarios acerca de su peso o, en su caso, de su delgadez.

Ahora que ya ha cumplido los 34, la actriz también ha empezado a plantearse cómo afrontará los estragos del paso del tiempo en una profesión tan obsesionada con la juventud y ha llegado a la conclusión de que afrontará con dignidad y sin recurrir a retoques estéticos u otros 'trucos' para disimularlos.

"Cuando camino por la calle y veo a esas mujeres que llevan con orgullo el pelo gris y las arrugas y las líneas de expresión de sus rostros, siempre pienso que representan la historia de sus vidas, y me encanta. Me siento inspirada por ellas, y eso es lo que quiero hacer cuando sea mayor", ha explicado la intérprete en unas declaraciones recogidas por el periódico The Daily Mail, antes de reconocer en un arrebato de sinceridad: "Pero claro, cada vez que me veo una cana, lo primero que pienso es en que tengo que teñirme".

En su caso, Keira cuenta con un sinfín de fotografías de la alfombra roja, sus colaboraciones con Chanel y las películas que lleva rodando desde la adolescencia para documentar los cambios que ha ido experimentando como adolescente, veinteañera y como madre de -muy pronto- dos retoños.

Aunque ella trate de no obsesionarse con su aspecto, no puede evitar agobiarse al igual que el resto de los mortales cuando le cuesta reconocerse en una imagen.

"Crees que sabes cómo son tu cuerpo y tu cara, y de repente cambian por completo. No se trata de vanidad; un poco sí, por supuesto, pero de repente no eres capaz de reconocer a la persona que creías que era", ha reconocido.