Edurne muestra su 'funkohabitación' y FLIPAS: ¡750!
Edurne (37) está loca por los Funkos y no es algo que nos estemos inventando o que hayamos sacado como conclusión de alguna 'story' de Instagram o alguna vez que lo haya mencionado... ¡Es que lo hemos visto! La cantante tiene cientos de pasiones y una de ellas es la música. Hasta ahí todo fenomenal y coherente, como que también sea gran fan de pasar buenos ratejos con su niña, Yanay, y su chico, David De Gea. Hasta ahí todo perfecto, pero ¿qué hay más allá?
¿Se esconde una apasionada del cine? ¿Quizá de las recetas de cocina? ¿Y si nos vamos al punto y al ganchillo? A ver, que no va por ahí... que en realidad, a Edurne lo que le gustan son los muñequitos cabezones que llevan inundando casa sí y casa también desde hace ya unos añitos y de los que la cantante se siente gran devota. Así lo explicó en su pasada intervención en 'El Hormiguero', donde contó que tenía una habitación llena de Funkos.
"Es una faceta que no había sacado a la luz todavía, porque no se me había ido tanto la cabeza como hasta ahora. Tenía lo típico de que te regalan un Funko... Fueron mis amigos que me empezaron a regalar estos muñecos. Como hay de todo, desde 'Disney' hasta 'Dentro del laberinto'... Hay uno de David y me han hecho uno de Yanay. Con la tontería, tengo como 650 juntos", dijo en aquel encuentro, del que salió con el Funko de Pablo Motos (hormigas incluidas) bajo el brazo.
Pues bien, ha sido ahora 'El País' el que ha recordado la pasión que siente la artista por estas frivolidades y ha querido entrevistarla para conocer cuál es el éxito de los Funkos. "El primero fue un Funko de Rapunzel, una de mis películas favoritas de Disney. Después otro amigo me regaló uno de Juego de tronos. Y cuando ya tuve tres pensé: ‘Uy, qué bonitos quedan’. Investigué en internet y cuando vi que había tantas cosas de películas que me gustaban, de cantantes… No pude parar", ha confesado a este periódico.
Si bien 750 figuritas (o más, porque es bastante comprensible que la extriunfita no alcance a contarlos todos) pueden parecer demasiadas, no os vayáis a pensar que Edurne ha estado siempre tranquila con esta historia, porque ha contado un triste episodio en el que perdió un muñeco que hoy querría conservar en sus estanterías. "Una vez me pasó que vi uno que no tenía y pensé: ‘Luego lo compro’. A lo que volví ya no estaba. Y decidí que eso no me iba a volver a pasar. Funko que veo, me gusta y no tengo, Funko que me llevo", ha dicho.